Cap.9 Comprador misterioso.

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Mi pulso se acelero a mas no poder, podia escuchar mi carazon palpitar en mis oidos y un sudor frio recorrer mi espalda.

*¿Quien pagaría tanto por mi?*

La puerta se abrió y de nuevo lo pude ver a Él indicandome que lo siguiera.

Me guío por el pasillo hasta una habitación lujosa, con una cama con dosel tan amplia que podría jurar que almenos cabrían de 4 a 5 personas perfectamente comodas. Pero mis nervios no me dejaron admirar la impresionante habitación.

Senti unas manos colocarse una a cada lado de mi cadera y me estremeci.

-Tanquila Jade, solo quiero que sepas que nada de esto es mi culpa. Te advertí una vez de la clase de persona que era Max, pero tu no me creías... Esto no debió pasar-

-Pudiste interceder por mi, tu conoces a estas personas. Porque no les dijiste que yo no estaba deacuerdo con el trato de Max-

-¿CREES QUE NO LO HICE?...MIERDA- Grito alejandoce de mi para controlar su furia.

Temble un poco en mi lugar pero me arme de valor y pregunte.

-¿Porque Max aría algo asi?- Aún no quería  creer que la persona en quien confíe fuera esa clase de basura.

-¿Por que?... ¿Por que? Porque es el imbécil mas grande del mundo que trata a las mujeres como moneda de cambió. Ya te lo había  dicho pero... ¿Quisiste hacerme caso? ¡No!-

¿A que te refieres?- Pregunté sospechando la respuesta -¿No soy la primera chica que llega aquí por el? ¿Hay otra?-

El se volvió para estar frente a frente y me miro con un rostro contraido por la mezcla de emociones.

-No Jade, no eres la primera. Eres la tercera-

*¿QUEEEEE?*

-Cristine fue la primera chica que trajo- Solto con pesar.

Estas ultimas palabras cayeron como una bomba atomica a mi crerebro. La chica que se puso en mi lugar, la que recibió el castigo, a la que torturaron frente a mis ojos. Ella tambien estaba ahi por Max.

-¿Do...donde esta?- pregunte en un tartamudeo por la impresión de la verdad revelada ante mis ojos.

-¿Quien? ¿Cristine?-

Asentí con la cabeza y el dejo salir un largo suspiro.

-Esta descansando, para ser exacto esta sedada por su propio bien. Las heridas que los golpes dejaron son muy dolorosas pero si aún estas aquí mañana te llevare a verla-

*Si aun estas aqui*

El solo pensar que no sabía quien me habia comprado me daba mucho miedo, pero ahora comprendía el verdadero significado de ser un objeto. No tenía deciciones propias, no tenia manerade salir de aquí sin ser llevada por mi comprador, no podía negarme a lo que ocurriría en cuanto es estubiera aquí.

-Debo irme... tu comprador no tarda en llegar-

No dije nada. No podia, mi  garganta estaba totalmente seca de miedo.

El se acerco y me tomo el rostro con ambas manos.

-Debiste elegirme a mi Jade. Esto no hubiera pasado- Dijo muy cerca de mi rostro.

-No debí conocerlos, no debieron haber entrado a mi fiesta- Le conteste en tono frío.

Matt cerro los ojos e hizo una mueca de dolor.

*Matt*

¿Porqué? ¿Porqué tenia que estar ahi por culpa de ellos?  ¿Porqué tenia que sentirme tan traicionada, si ya sabía que no era relevante en sus vidas? Solo una chica mas

Matt se dio la vuelta y salio de la habitación dejandome totalmente sola y aterrada.

Quise calmarme, quise pensar en que haría ahora. Tal vez si utilizara mi don de gente podria convencer a mi comprador de no violarme, de esperar a que estuviera lista. Sí, eso haría.

La puerta se abrio y yo casi me desmayo de la impresión pues estaba sumida en mis pensamientos. El hombre que entro no espere que fuera Peter. Cerro la puerta a su espalda y camino hacía mi sin apartar sus ojos de los míos, tomo mis manos y me sonrió.

-Vez, todo estara bien no tienes que preocuparte de nada. Esta sera tu habitación hasta que te saque de aquí, ¿escuchaste?-

*¿Como?*

Peter me miro y sonrió como si hubiera leído mi pensamiento, me tomo del rostro para decir en tono bajo.

-Yo soy tu comprador Jade, yo pagué por tu virginidad-

Mi boca se abrió de golpe y lleve mis manos a sus gruesos bíceps.

-¿Que...? ¿Co...como?-

-Bueno fue mi jefe en realidad, pero el dinero es mío-

*¿Su jefe? ¿No es el mismo jefe de todos aquí?*

-No entiendo nada-

-Mira, te explicare todo despues ptichka. Pero de algo puedes estar segura, nadie te tocara de una manera que tu no quieras. Ya no debes temer-

Envolví mis brazos en la cintura de Peter tomandolo por sorpresa. Lo abracé tan fuerte como pude y deje salir mi miedo, mi desesperación, mi frustración y ahora mi alivio, un alivio inmenso por sentirme segura aún estando en el mismo infierno, porque, aún no salia de ahí pero estaba segura.

Peter desperto de su sorpresa y me abrazo de vuelta mientras me susurraba.

-Shh shh ptichka, vse budet otlichno-

No entendía que me estaba diciendo pues era otro idioma, tal vez de Europa del este o algo asi.

Peter me abrazo y me consolo por un rato. Cuando por fin pude calmar mis sollozos, mire de fente a Peter, lo mire detenidamente y en un impulso lo bese en la mejilla. Era un beso casto e inocente.

Peter pareció sorprenderse de nuevo pero no dijo nada solo sonrió.

-¿Porque no te pones comoda? Iré por ropa para que puedas cambiarte y tenagas qué ponerte estos días-

-Gracias Peter... muchas gracias-

Inocencia Perdida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora