Cap.7 ¿Quién fue el responsable?.

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-¿Van a subastarme?-

Mi voz sono mas temblorosa de lo que temía, pero estaba aterrada de que algun hombre asqueroso fuera a tocarme, que fueran...fueran a violarme, violarme como a Cristine.

-Cariño todas las personas aquí son un producto para la venta, lo siento- Dijo en tono apagado y es su rostro podia verse la pena.

-¿Tu tambien?- Pregunte sin pensar en si eso estaria mal, pero para mi sorpresa el me contesto.

-Yo naci aquí querida, mi vida siempre ah estado a la venta-

-Lo siento-

-No te disculpes, esto es lo que me toco vivir a mi por nacer aquí y a ti pagar por pedir dinero a alguien como el Jefe-

*¿QUEEE?*

-Yo jamas pedí dinero a nadie, solo tengo 15 años-

-Oye chica no me mientas, aquí solo pudiste llegar por no pagar tu deuda, no eres la unica ¿Sabes?-

-Realmente no te estoy mintiendo, mis padres me lo dan todo y no necesito pedir ningin dinero, esto es un error-

-¿Estas segura?-

-Sí, claro que sí- dije alzando la voz -Tengo que aclarar esto con tú jefe, llevame con él, por favor llevame ¿Puedes?-

-Porque no tomas un baño en lo que yo voy a hablar esto con el jefe? y regresare con respuestas para ti ¿De acuerdo?-

-¿Podrías?- Dije en tono suplicante con las lagrimas por desbordarse de mis ojos.

-Claro, si esto es un error debe haber algo que hacer-

-Gracias...eh...¿Cual es tu nombre?-

-Oh pero que malos modales tengo. Mi nombre es William, pero tu puedes llamarme Will-

-Gracias Will, mi nombre es Jade-

-Es un gusto Jade- Dijo besando mi mano como todo un caballero -Ahora, a la tina, necesitas hacearte-

Salió meneando las caderas al caminar y cerro la puerta detras de él. Yo por mi parte me quite la ropa sucia que traía y me meti de inmediato en la tina dejando que el agua tibia relagara mis musculos doloridos por la tensión.

*Solo fue un error*

Saldria de aquí y regresaria con mis padres, les pediria perdon por todos los desplantes que hice en el pasado y seria la mejor hija que pudieran desear.

Al menos podria alejarme de las personas peligrosas en mi vida, podria alejarme de...

Mis pensamientos fueron interrumpidos por la puerta abriendose y Will entrando con un rostro que me hizo temblar.

Tenia una expresión de culpa y lástima en el rostro, lo cual no me daba en absoluto animo para lo que saldria de su boca.

-¿Que paso?- Pregunte inquieta.

-Lo siento cariño, lo siento mucho-

-No, debe ser un error, yo no pedi nada, no soy yo a la que deben tener aquí- Dije en tono histérico y levantándome de la bañera sin importarme que estubiera totalmente desnuda.

-Lo siento cariño, pero alguien te enbauco y te puso de garantia como pago de una deuda de 90,000 dolares-

*Mierda, mierda, mierda*

Mis ojos se llenaron de lagrimas y mi garganta se sentia como si estubiera llena de piedras, mis rodillas se sentían como de gelatina.

De un momento a otro me encontraba en brazos de Will mientras lloraba incontrolablemente y el solo me acunaba contra su cuerpo sin importarle que estubiera mojando su ropa o que yo estubiera desnuda. Solo llore, llore hasta que mis ojos ardieron, llore hasta que mi garganta quemaba, llore hasta que mi cerebro pudo procesar lo que Will me acababa de decir.

-¿Quien fue?- pregunte con voz rasposa cuando pude encontrar mi voz.

-¿Disculpa?- Contesto Will con expresión confusa en su rostro.

-¿Quien fue el responsable de que yo este aquí?-

-No lo conozco en persona, pero segun Monique, la secretaria del jefe, es joven y muy apuesto. Su nombre era Max... Max algo. ¿Lo conoces?-

Sentí que mi vista se nublaba y mi respiración se volvía pesada.

*El no por favor, el no*

-¡Oh cariño! No puedes seguir desmayandote cada 5 segundos, no estare detras de ti siempre-

-¿Porque? ¿Porque me dejo a mi como garantía?-

-Bueno si lo ves del punto de vista frío, eres una buena garantía. Ya te lo dije, las vírgenes traen buenas ganancias, los mejores a decir verdad-

-¿Y si pagan el equivalente a la deuda podre irme?-

-Cielo no creo que entiendas del todo la subasta. La persona que paga por tu virginidad no solo es por una noche te iras con el si decide llevarte y si corres suerte y decide solo desflorarte y dejarte aquí, trabajaras como prostituta hasta pagar el resto de tu deuda, eso si descontando los gastos de tu manutencion.-

*Esto no esta pasando, por Dios ¿En donde me metio ese imbécil?*

-¿De todos modos van a violarme?- Dije en un susurro.

-Ay cielo, lo siento tanto. Se que esto no es tu culpa pero... no hay mucho que hacer ahora, estas personas no estan jugando y no dejaran escapar ni un centavo de su dinero-

Me hundi de nuevo en la tina llena de agua que para entonces ya estaba fría. Will retiro el tapón del desagüe y espero a que se vaciara y coloco el tapón de nuevo y abrio las dos llaves del grifo para llenarla de nuevo. Yo solo podía mirar a Will hacer todo de forma automática.

Lavó mi cabello y lo enjuago bien , coloco acondicionador y masajeo, despues vertió en una esponja un poco de gel de ducha y lavo todo mi cuerpo con tanta delicadeza como nunca antes habia visto, pareciera que tenia miedo de romperme.

-Cariño, creo que nunca has hecho esto pero... es necesario depilarte el area del bikini ¿Me permites hacerlo?-

Asenti con mis pensamientos en otro lado, imaginando solo el horror que me esperaba mas tarde.

Una vez Will termino de depilarme de pies a cabeza, se acerco de nuevo al pequeño mueble blanco de donde saco las toallas y saco una cantidad de ropa considerable.

-Ok cielo, veamos que de esta ropa puede quedarte-

Me probe mucha ropa, toda reveladora y sexy, mas de lo que hubiera deseado. Will opto por dejarme con el vestido color vino ceñido al cuerpo, con un escote de corazon profundo y espalda totalmente descubierta.

-Este color realza el tono porcelana de tu piel y tus ojos como zafiros resplandecientes. Te vez hermosa-

Terminando con la ropa comenzo a maquillarme y peinarme. De no estar en esta situación pensaria que fui a un spa y que Will es el mejor estilista de la ciudad.

Maquillo mis ojos de forma que se vieran mas alargados como los de un felino hermoso y mis gruesos labios los coloreo con un tono identico al de el vestido.

Cuando todo el trabajo estuvo terminado, me coloco frente al espejo de cuerpo completo. La imagen que me devolvió el espejo era de una persona completamente diferente. Mi rostro se veía radiante y mi cuerpo parecia un perfecto reloj de arena. Debo admitir que me gusto lo que veía, pero todo era opacado con el constante estado de panico en el que estaba.

-Listo cariño, estas radiante. ¡Peter ya esta lista!-

Inocencia Perdida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora