Cap. 30 Una noche interrumpida.

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Peter.

El día que más había esperado desde hace mas de dos años al fin había llegado, y como siempre, Jade me había sorprendido al ser ella pedirme tener una relación.

Siento el pecho a punto de estallar de la emoción y no puedo dejar de mirar a Jade como un cachorrito en busca de mimos. Ella es la primera mujer en voltear mi mundo al revés, y no podría importarme menos.

Nos acurrucamos en la banca de el parque un rato mas hablando de todo un poco ya que con ella ningún tema me parecía tedioso, por el contrario, me encantaba verla tan curiosa e incluso, un tanto celosa de Ivanna.

-Y ¿hace cuanto conoces a Ivanna?- pregunto de repente Jade tratando de controlar la incomodidad en su voz.

Para cualquier otra persona que no conociera a Jade podria haber pasado por una pregunta totalmente trivial, pero yo había aprendido todos sus gestos en estos ultimos años y sabia perfectamente que a ella no le agradaba Ivanna.

La forma involuntaria en la que fruncia un poco los labios, de una manera casi imperceptible, la frialdad en su mirada y ese pequeño timbre de voz que pretende sonar inocente son mis marcadores para saber la incomodidad detras de esa pregunta.

-Nos conocemos desde muy pequeños en el orfanato en Moscú. Ella y Masha tenian la misma edad, y cuando yo no estaba cerca, Ivanna defendía a Masha de los demas niños, e incluso de una que otra maestra abusiva-

-¿Como? ¿Las maestras ahí no estaban para cuidarlos?-

Solte una risa triste recordando mis días en el horfanato y negué con la cabeza.

-Me temo que no todos tienen el corazon de oro que tienes tu ptichka. Las personas en esos lugares no les importa cuidar a los niños, estan ahí por el puro sueldo, y en ocaciones ocupan a los niños como manera de desahogar sus frustraciones-

-¿A que te refieres? ¿Esas personas los lastimaban?- pregunta Jade con rostro entre enojado y preocupado.

Mi mente viaja hasta un pasado del cual no quiero acordarme. Los años en ese agujero fueron los peores de mi vida, mas aún cuando tenia que estar al pendiente de mi pequeña Masha.

-Cariño, es mejor que no hablemos de eso hoy ¿si? No es un tema agradable y este a sido un día hermoso. No quiero echarlo a perder-

Jade asiente con una expresión de comprensión y me da un ligero beso.

-Tienes razón. Pero nunca olvides que estaré aquí para ti siempre-

Escucharla decir eso me inflamo el pecho de sensaciones indescriptibles y le regrese el beso para despues asentir.

Caminamos un rato mas hasta que el hambre se hizo presente y la lleve a cenar a un pequeño lugar de comida italiana que me encantaba.

Cenamos y conversamos, prácticamente lo mismo que llevábamos haciendo desde hace años, pero por alguna razón se sentía diferente.

Cuándo terminamos de cenar ya pasaban de las once y decidimos ir a descansar un poco así que conduje hasta mi apartamento, pero al ir subiendo en el elevador pude sentir los nervios de Jade a flor de piel.

Inocencia Perdida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora