Inocencia Perdida.

Cap.47 Sucumbiendo

Ivanna.

El calor recorrio mi cuerpo y una oleada de chispas con el. Él comandante era un hombre gigantesco y con una fuerza increíble. Me sostubo entre sus brazos mientras me devoraba la boca en un beso ardiente y posesivo que me nublaba las ideas.

Camino conmigo en brazos y me solto de manera brusca en la cama mientras su mirada penetrante me escrutaba hasta lo mas profundo de mi ser.

-Deja de jugar Ivanna. Ya me cansé de tus trucos- dijo con voz ronca y profunda.

Una mezcla de lujuria y enojó mancharon su mirada y su voz.

Para ser sincera mi primer impulso era unicamente chantajearlo o convencerlo de salir de esta maldita celda, pero recordar nuestra noche juntos sin duda confundió a mi cerebro y en el momento en el que él me arrojo a la cama todo mi cuerpo y toda mi mente estaban en la misma sintonía... Ambos deseaban a este hombre.

Mis ideas no estaban del todo claras pero mi cuerpo no podía perder mas el tiempo.

Me puse de pié encarando al hombre y con manos decididas baje la cremallera de mi vestido para segir despues con los tirantes. Al ser un vestido veraniego era lijero y no requeria de usar sostén por lo que cuando la prenda se encontro con el suelo me dejo frente a la mirada intensa del comandante solo con unas diminutas bragas de encaje negro cubriendo mi cuerpo.

La mirada del hobre se oscurecio en cuestion de segundos y su respiración se volvió aun mas pesada al igual que la mía.

Extendi mi mano tomando la suya y llevandola hasta mis pechos disfrutando del contacto de su dura piel con la mía. Sus manos eran grandes y fibrosas gracias al ejerció diario que hacía. Su otra mano se poso en mi cadera enviando una corriente de calor hasta el vertice de mis piernas y un gemido salio de mis labios cuando su pulgar rozó mi pezón endureciendolo al instante.

Mis manos se colaron por debajo de la delgada tela de su playera y mis dedos se deleitaron con cada valle y cresta que formaban sus musculos a lo largo de su abdomen.

Con un movimiento rápido me tomo de la cintura y me pego a su cuerpo dejandome sentir el calor que se filtraba por su ropa.

-Aquí no hay cámaras Ivanna. No tendras como chantajearme si "esto" pasa- susurro en mi oido erizando la piel de mi cuello

-Ya no esta en mis planes hacerlo. Solo quiero sentirte- jadee cerrando los ojos.

Sus manos se cerraron con fuerza en la parte posterior de mis muslos alzandome del suelo. Por reflejo mis piernas envolvieron su cintura y mis brazos su cuello. Nuestro ojos fijos en el otro con deseo y determinación.

Me llevo de nuevo a la pequeña cama y me recosto en ella, esta vez él se inclino sobre mi y su boca bajo a mi oído diciendo.

-Seguiras aquí despues de esto. No dejare que te sigas portando mal-

Un escalofrío recorrio mi columna y la humedad entre mis puernas aunmento drásticamente.

-¿Cual será mi castigo... Señor?- gemi en su oido externando mi intención.

-Por el momento...- dijo introduciendo una mano entre nuestros cuerpos llegando al vertice de mis piernas. Con el dedo medio hizo un tortuoso recorrido de mi intimidad por encima del fino encaje de mis bragas -No podras correrte hasta que yo lo diga- y con esa frase dibujo circulos con su dedo muy cerca de mi necesitado clítoris.