Cap. 46 Sin control.

24 2 0
                                    

Jade.

No puedo creer que le sugiriera a Peter tener sexo en el auto pero es que con él mi cerebro pierde todo rasocinio y vergüenza. Es la persona en quien mas confió y de la que e estado enamorada desde hace un par de años. Sin mencionar que es el único hombre que me a tocado, lo cual me encanto y muero por volver a sentir.

Peter para el auto en el callejón y sin darle tiempo a reaccionar me abalanzo sobre sus labios en un beso urgente. Estoy sumamente excitada y lo necesito desesperadamente, lo cual se lo hago notar en mis besos y caricias.

Mis manos vagan por su pecho y una se posiciona en su nuca tratando de acercarlo a mi para profundizar el beso y la otra comienza a retirar de los hombros la chaqueta de Peter.

Mis manos son detenidas por las muñecas y el beso se rompe sorprendiendome y dejandome con la respiración acelerada y el corazón latiendo desenfrenadamente.

-Calma preciosa, te haré todo lo que tú quieras- me dice Peter con la respiración acelerada y la voz en un tono ronco y seductor.

Peter se inclina y recorre su asiento hacia adelante y sale del asiento del piloto y entra al asiento trasero y yo lo imito. Al entrar al asiento trasero puedo ver que tenemos mejor espacio y mi excitación crece aun más. Peter se quita la chaqueta y el cinturón. Sus movimientos son felinos y elegantes mientras me ve con intensidad. Me comienzo a quitar mi propia chaqueta bajo su atenta mirada intentado controlar la excitación que empieza a mojar mi entrepierna.

Peter me toma de la mejilla y me besa con calma, con profunda devoción y sensualidad, ignorando la desesperación de mi cuerpo, riendo de vez en cuando contra mis labios.

Desesperada por sentirlo me senté a horcajadas sobre su regazo haciéndolo gemir en mi boca. Comienzo a menear mis caderas de adelante hacia atrás sintiendo el glorioso bulto que esta prisionero en los pantalones de Peter ganando mas gemidos de él como premio que se mezclan con mis propios gemidos necesitados.

Las manos de Peter recorren mis piernas desnudas hasta llegar al borde de mi falda donde hace circulos tortuosos jugando con mi necesidad.

Mis manos tienen vida propia y vagan por el torso de Peter sintiendo la tela que separa su ardiente piel de mi tacto. Mis manos logran tener un poco de control y llegan al primer boton que se interpone en mi camino.

Me deshago de los botones que mantienen unida su camisa desesperada por sentirlo piel con piel.

Las manos de Peter recorren mi cuerpo por encima de la ropa jugando con mi agitación y descontrolando mi muy acalorado cuerpo.

La boca de Peter se separa de la mía recorriendo mi cuello con besos huemedos y mordiscos jugetones enviando oleadas de chispas que me recorrian el cuerpo entero y me nublaban los pensamientos. Mis caderas se menean a voluntad de mi necesidad y la ropa me estorbaba enormemente.

Sin ningun ápice de vergüenza tome las manos de Peter y las dirigí a mis pechos en un intento desesperado de aliviar la necesidad que crecia entre mis piernas.

Peter solto una risa ronca contra mi piel y mordió suevemente el lóbulo de mi oreja, lo cual hizo que de mi boca saliera un gemido.

Estaba completamente en llamas y el toque de Peter me hacía explotar y pedir mas de eso. Mis labios bajaron a la altura del oido de Peter y con voz ronca dije:

Inocencia Perdida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora