• Capitulo Cuatro •
MentirasLA SUBASTA
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MATTHEWFaltaban minutos para que empezara la última sesión del día, me coloqué en otro lugar hasta al fondo para mirar mejor a Sara, esta ves se veía mas estable, estaba mejor. Ya se podía levantar con facilidad, de ves en cuanto me miraba pero ella estaba l pendiente de la pequeña niña a lado suyo, veía como temblaba, su desesperación se sentía, me daba escalofríos con solo de pensar lo que siente. El chico del micrófono dio la indicación de empezar, empezaron a votar por chicas que en realidad no me interesaban, yo solo estaba atento en que no llamaran a Sara, Sara sería mía, Sara va a irse de aquí conmigo y punto, no había discusiones.
Yo tenía todo planeado, el primer día de la subasta solo observo a menos de que alguien ofrezca dinero por ella, a partir del segundo día puedo ofrecer mi dinero y comprar a una de las chicas, nunca lo había hecho pero siempre tube ese plan, yo sabía que algún día llegaría una chica como a mi me gustara, en este caso, Sara, era perfecta, tal como yo la quería, aunque no sabia como era emocionalmente, si no me gustaba tanto yo corregiría eso dándole lecciones.
Se llevaron a tres chicas más esa última sesión, vi como sacaban a las que restaban de los cubículos, cuando ya no había nadie en la habitación yo salí de ese lugar, era tiempo de volver a casa. Le di una ultima mirada a Sara y me fui. Me monte en el carro y solo empecé a manejar, solo podía pensar en Sara, Sara, Sara, todo era sobre ella, su rostro, su miedo, sus expresiones, su dolor, desesperación...quería abrazarla y calmarla, ya quería estar con ella y saber sobre ella...
Mañana volveré por ella, lo pensé en todo el camino a casa y vaya que fue largo, no puedo perder esta oportunidad tan valiosa de tener a alguien que yo quiero, me importa un carajo si alguien más la quiere, YO la voy a tener.
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SARA
Ya había pasado la última sesión del día. Exhausta, me tiré a la cama de el cuarto soltando un largo suspiro.
—Tengo hambre—Dalia se tiro al piso poniendo ambas manos en su estomago.
—Lo sé, lo sé, iré a preguntar si hay algo de comer, ¿De acuerdo?
—Por favor.
Me levante de mi cama, ya tenía mi ropa así que era un poco más cómodo caminar. Me dirige a donde estaban las chicas, junto a ellas....Verónica.
—H-Hola...Disculpen, ¿Nos darán de comer? Dalia tiene demasiada hambre y estoy segura que más chicas también.
—Ehhh no, esto no es un palacio.
—P-Pero, necesitamos comer.
—Pues no tenemos comida.
Mire mal a la chica que me contesto, le saque el dedo y me fui a mi cuarto de nuevo, Dalia seguía en el piso.
—No hay comida, Dalia, lo lamento, son una mierda todos aquí—me acosté en la cama.
No contestó.
—¿Dalia?
Me asomé desde la cama hacia el piso donde estaba Dalia, tenía los ojos cerrados...me levante de golpe y la moví.
—Dalia, Dalia Dalia despierta.
—¿Hum? ¿Qué pasa?—dijo con los ojos entrecerrados.
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The Auction
RomanceLa Subasta Sara Summerville de apenas 17 años nunca se imaginó un futuro con alguien como el, fue algo inesperado que cambio a la pequeña chica inocente y tierna a una de todo lo contrario. Matthew Werner, el típico hombre alto, apuesto, adinerado...