Capitulo 37

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• Capitulo Treinta y Siete •
mala idea

LA SUBASTA
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SARA

No se a donde me llevaba Matthew, y digo no se por que tenía una venda amarrada que tapaba mis ojos, cuando ya estábamos en el lugar que Matt dijo, uno de sus guardias me ayudó a bajar del auto con cuidado.

— Guardias, váyanse, quiero una noche solo con Sara— escuche como hablaban entre sí, me quede parada sin hacer nada.

— De acuerdo, señor— pude escuchar como todos los guardias se iban caminando, no se a donde pero se fueron.

— ¿Sabes qué día es mañana, cariño?— me preguntó mientras se colocaba atrás de mi sosteniendo mis hombros, me empujó levemente para que así yo caminara.

— Unmm— me quede pensando, mañana era un día algo especial para mí pero realmente dudaba de que supiera de que se tratara.

— ¿El día donde te conviertes en una adulta, tal vez?—cuando pronunció aquello, me quede sorprendida al saber que mañana, 27 de Agosto, era mi cumpleaños.

— ¿Como sabes eso?

— Tus padres dejaron algunos papeles cuando te abandonaron en las subastas, me dieron aquellos papeles y tu fecha de nacimiento es el 27 de Agosto. Mañana— explicó al mismo tiempo que desataba el listón que estaba cubriendo mi vista.

Cuando lo quitó, pude ver algo realmente increíble. Estábamos en un bar grande donde se podía ver el mar, ya estaba obscuro pero la iluminación del lugar lo hacía ver divino, había una mesa mediana con un mantel blanco y un florero en medio, dos sillas a los costados, varios globos de colores y lo que mas llamó mi atención fue un regalo gigante a un lado de aquella mesa. Estaba envuelto en papel rosado brillante.

— Feliz cumpleaños adelantado, cariño— sentí como me abrazo por detrás y besó mi cuello.

— ¿Es para mi?

— Claro, bebé.

Me acerqué al regalo y comencé a romper el papel que lo cubría, no era solo una cosa, eran varias dentro de una caja, había chocolates, golosinas, peluches, dinero, maquillaje, más dinero, ropa, maaaas dinero y entre otros regalos.

— ¡Esto es fantástico!

— Me alegra que te haya gustado, preciosa— lo abrace lo más fuerte que pude, el lo correspondió de inmediato— Vamos a sentarnos, bebé, luego diré que te lleven los regalos a casa, ¿De acuerdo?

— Si, daddy.

Nos sentamos a cenar, el lugar era precioso y estaba bastante emocionada, realmente no me lo esperaba, creo que nunca había tenido una celebración de cumpleaños tan bonita, casi siempre solo era con mi mamá y yo, un simple pedazo de pan con betún y una vela, no es muy emocionante pero era lo que había. Nunca me imaginaba estar con un multimillonario, pero no me quejo, aparte de tener dinero es guapísimo.

— Muchas gracias por esto, papi.

— No hay de que agradecer— me guiñó un ojo y llamo a una mesera— Disculpa, nos puede traer una botella de Vodka por favor— mis ojos se abrieron como platos.

The AuctionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora