Capitulo 33

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• Capitulo Treinta y Tres •

La explicación

LA SUBASTA
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MATTHEW

Maraton 1/5


Esperé un tiempo a que mis guardias hicieran lo que les había indicado, Sara seguía en mis brazos temblando, me estaba preocupando mucho ya que simplemente no se tranquilizaba, era como si ni en mis brazos se sintiera segura.

— Cariño, ¿Quieres ir arriba? ¿A mi habitación?— le pregunté acariciando su rostro y presentando mucha atención a sus facciones.

Ella no contestó, ni siquiera me miró, solo asintió con la cabeza mientras observaba el piso, la levanté, enrolló sus brazos en mi cuello y sus piernas por mi cintura para así no caerse.
Caminé y caminé, subí las escaleras hasta arriba con Sara en mis brazos, me sentía bastante feliz y aliviado de que estuviera junto a mí, con tan solo saber que estaba bien yo estaba aun mejor.

Cuando llegué a mi habitación, me percaté que Sara ya se había dormido, me demoré un poco subiendo las escaleras para no...lastimarla...o algo parecido. La observe un gran tiempo mientras la acostaba en la cama.

— ¿Y esa sonrisa?— ni siquiera me había dado cuenta de que estaba sonriéndole como estupido a Sara pero al escuchar aquella voz conocida, la sonrisa desapareció de un segundo a otro, volteé mi cara y era...

— Amanda...— solté a Sara cuando ya estaba en la cama y al segundo de haberlo hecho, Sara jadeó, mi mirada volvió hacia ella.

— Papi, no te vayas— frunció el ceño con los ojos cerrados.

— Aqui estoy, cariño, no me iré— agarré su mano y la acaricie. Volvió a dormirse.

Volví a mirar a Amanda, quien estaba parada del otro lado de la cama, mirándome a mi y a Sara con una sonrisa.

— ¿Todo este tiempo estuviste en la casa?— la observe atentamente, si ella estuvo aquí todo este tiempo, debe saber qué paso entre Sara y Zach cuando yo no estuve.

— M-Me golpearon y caí inconsciente en el closet...— explicó nerviosa, moviendo sus dedos desesperadamente.

— Paso un día y medio, Amanda, no pudiste estar inconsciente un día completo ahí— esta ves me levante y solté a Sara, me acerque a Amanda y cada ves se ponía mas nerviosa.

— S-Señor... Juro que no vi nada.

La observe sin ninguna expresión y cuando a penas iba a hablar, tres golpes en la puerta me hicieron voltear hacia de dónde venia el sonido, eran mis guardias.

— Pasen— les grité y ellos entraron a la habitación.

— Señor, nos deshicimos del cuerpo y a Jacob ya lo están atendiendo— cuando el dijo aquello, el rostro de Amanda cambio a uno de horror, entendía que estuviera confundida pero estaba seguro de que ella había visto o escuchado algo.

— ¿Q-Qué cuerpo?

— El de mi padre— contesté sin problema y me di media vuelta para así acercarme de nuevo a Sara, me senté en la cama y acaricie el sedoso cabello de mi princesa— ¿Viste, escuchaste, o hiciste algo cuando yo no estaba aquí?— le pregunté a Amanda lo mas tranquilo que pude, quería saber cualquier detalle, quería saber que le hizo ese hijo de puta a mi chica y aunque Sara podía decírmelo, no creo que se sentiría muy cómoda hablando de ello, no quiero que lo recuerde mas, quiero que lo olvide, que lo borre de su mente como si aquello no hubiera pasado.

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