• Capitulo Treinta y Seis •
las reglasLA SUBASTA
————————MATTHEW
Tocar a Sara era algo que realmente disfrutaba y en todo este ultimo mes no lo había hecho ni una sola ves, quería que se le pasara lo sucedido hasta que se sintiera segura y lista para hacerlo, todavía podía ver algunos moretones en su cuerpo de aquella ves, ya casi no se veían pero seguían ahí.
Alguien entró al baño donde yo y Sara estábamos a punto de hacerlo. Andrew.
Era uno de los nuevos guardias, en el puente le dijo "linda" a Sara, y fue algo que realmente me puso celoso, y bastante. Cuando entró, me puse en frente de Sara y la tapé.
— Señor, la comida esta lista— informó.
— De acuerdo, gracias, puedes retirarte— le dije hablando rápido para que se fuera lo mas pronto posible, había abierto la puerta completamente y aunque vió que estábamos haciendo no se apartó.
Cerró la puerta y me quede en la misma posición con Sara, mis dedos seguían dentro de su intimidad y mi otra mano en su boca, su mejilla estaba en mi pecho y toda ella contra la pared.
— A comer— quite mi mano de su boca y finalmente saqué mis dedos, recibiendo un gemido de su parte, me aleje de ella y la observe— Lamento que haya interrumpido esto, pero lo retomaremos mas tarde, ¿de acuerdo, cariño?
— S-Si por favor, papi, que continue... mas tarde— se escuchaba agitada, mire su rosado coño y había logrado correrse.
— Mi pequeña se corrió— sonreí satisfecho y no pude evitar tocarla una ves mas.
— Ya no sigas, vas a hacer que quiera mas— la besé cuando terminó su frase.
— Lo que pidas, cariño, solo déjame limpiar esta corrida.
Después de eso...
Salimos del baño y nos dirigimos hacia la pequeña mesa donde todos se encontraban comiendo, había un lugar que estaba "apartado" para mi, pero no había ninguno para mi bebé.
— Oye, tú— le llamé a uno de mis guardias— Muévete, aquí va Sara— alcé la voz y el sujeto se levanto al instante— Gracias.— volví a mirar a mi pequeña que se encontraba a un lado mío— Siéntate, preciosa.
Comenzamos a comer el delicioso menú mientras platicábamos y decíamos cualquier tontería, Sara no dijo nada en todo el rato, ahora que me doy cuenta, es la única chica en este bote y entiendo que se sienta algo incomoda o fuera de lugar.
— Bueno, y qué dicen sí vamos a nadar.
— Siiii— Sara por fin habló— Mmmmm, ¿dónde esta mi maleta? Ahí están mis trajes de baño.— le preguntó al mismo chico que nos acababa de interrumpir hace unos minutos atrás.
— Te acompaño a encontrarla— se levantó de la mesa y fui junto a Sara,no pude evitar seguirlos y escuchar de que hablaban.
— Aqui esta, preciosa.
No vi nada, solo me tocaba escuchar lo que decían.
— Gracias.
— ¿Te divertías ahí en el baño?— escuche como su voz cambiaba a una mas grave, más demandante.
— ¿Disculpa?
— Con Matthew, ¿se estaban divirtiendo juntos en el baño? Podía escuchar tus gemidos.
— Umm...— se escuchaba bastante incomoda, así que decidí enfrentarlo.
— ¿Encontraste tú maleta, cariño?— agarre a Sara de la mano cuando aparecí, no pude dejar de mirar a Andrew.
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The Auction
RomanceLa Subasta Sara Summerville de apenas 17 años nunca se imaginó un futuro con alguien como el, fue algo inesperado que cambio a la pequeña chica inocente y tierna a una de todo lo contrario. Matthew Werner, el típico hombre alto, apuesto, adinerado...