Capitulo 35

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• Capitulo Treinta y Cinco •

Miradas extrañas

LA SUBASTA
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SARA

Maratón 3/5

— ¿Cuál te gusta?— puso su celular en mi cara dejándome ver Yates enormes que no se veían nada baratos.

—Daddy, no tienes que comprar uno para mí.

— Claro que tengo que hacerlo, elige el que mas te guste, pequeña, anda.

Debo de admitir que había unos hermosos Yates, eran enormes y bastante elegantes, me decidí por el que se veía más "barato" y Matt al segundo me dijo que sí.

Comencé a alistarme para ir al Yate, empaqué en una maleta pequeña mis trajes de baño favoritos, dos cambios de ropa diferentes, unas sandalias y unos tenis, lentes, bloqueador, algo de maquillaje y un par de cosas más.

— Lleva un vestido lindo— Matthew agregó mientras se miraba en el espejo, arreglándose la corbata que llevaba puesta.

— ¿Vestido para un Yate?— lo mire confundida, solo tenia vestidos para salir, no para una ocasión así.

— Haz lo que te pido, solo llévalo— me guiño el ojo y se fue de la habitación.

Al final le hice caso y me decidí por uno medio largo, un poco abajo de las rodillas, era rosado con pequeñas flores de colores, también agregue unos tacones blancos por si acaso. Cuando ambos estábamos listos salimos de el departamento y fuimos a el auto que Matt también había rentado, llegamos a un lugar cerca de la playa, era bastante lindo y a lo lejos se podían ver las aguas cristalinas. Antes de ir donde estaba el Yate, Matthew se detuvo en una tienda.

— ¿Qué vas a comprar?

— Acompáñame—ignoro mi pregunta y se bajo del auto, se dio la vuelta y abrió la puerta de mi lado.

Nos adentramos a la tienda y me dijo que llevara lo que yo quisiera, le sonreí y simplemente le hice caso, corrí por todos los pasillos agarrando golosinas, Matt me estaba esperando en la caja, el también iba a comprar algo, le pidió unos cigarrillos a la señorita que atendía, lo pude escuchar desde lejos.

Me acerqué y pude ver otra cosa que llevaba... Condones. Coloqué todo lo que yo había agarrado y miré al mayor esperando una explicación por aquellos látex de mierda.

— Servirán— susurró y me guiño el ojo, mis ojos se abrieron como platos y una parte de mi se emocionó, sonreí como estúpida y lo único que recibí fue una carcajada de su parte.

Cuando nos fuimos de regreso al auto, no pude dejar de olvidar ese momento... — ¿Aquella caja de condones los iba a usar conmigo?— Me preguntaba cientas de veces, quería preguntárselo pero me daba demasiada pena así que me quede callada todo el camino hacia el Yate.

Ibamos a encontrarnos con los guardias en un puente donde estaban los barcos.

— Cariño, hay nuevos guardias, contraté a mas así que tendrás que contarme como se comportan...¿Vale?

— De acuerdo.

Ya ahí en el puente, saludé a los "guardias nuevos" que me había dicho Matt, parecían muy agradables así que no me preocupaba.

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