• Capitulo Veintiséis •
SospechasLA SUBASTA
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MATTHEWSabía que si dejaba que Sara se pusiera lo que a ella se le diera la gana, se pondría algún escote para molestarme, aunque no puedo descartar que se ve bastante sexy, no me gusta que la miren de más, me gusta cuando usa esas prendas cuando está sola conmigo, no con mas personas.
—Este es lindo, bebé—le enseñé un vestido azul marino que llegaba un poco más abajo de las rodillas.
—¿Por que tuviste que comportarte así en la mesa?—me fulminó con la mirada sin siquiera ponerle atención al vestido.
Suspiré fuerte y apreté mi mandíbula.
—Póntelo—le indiqué refiriéndome al vestido, ignorando su pregunta.
—Te estas comportando como un completo idiota, ¿Sabías?—cruzó sus brazos sobre su pecho.
Lo que dijo me molestó, y mucho. Lancé el vestido a un lado y me acerqué a ella, se encontraba en el pequeño sillón del closet con un vaso de agua en la mano.
—¿Que dijiste? Repítelo—arrebaté el vaso de su mano y lo coloqué en la pequeña mesa a un lado.
—Que, te estas comportando como un completo idio...—antes de que pudiera terminar su oración, la agarre del cuello y la levante de aquel sillón mientras caminaba, haciendo que retrocediera hasta chocar contra la pared.
—Te estas buscando un buen castigo, Sara—acerqué mi rostro al suyo—Te has portado muy mal últimamente y esto no me gusta para nada.
—Uuy que mieeedo—habló con dificultades, podía ver el miedo en sus ojos, sus pupilas estaban dilatadas y su respiración estaba agitada.
—¿Por que tiemblas?—agarre su mano con la que yo tenía libre.
—Tengo frío—mintió, sabía que mentía por que desvió su mirada pensando en alguna excusa.
—Quítate la ropa—le ordené.
—Me estoy congelando, Matthew, que..—no la dejé terminar su oración de nuevo ya que la abofeteé tan solo escuchar mi nombre saliendo de su boca.
—No te castigo ahora por que no tenemos tiempo—fijé mi mirada hacia la pared, no la miré pero sabía que iba a comenzaba a llorar como de costumbre—Pero cuando la cena termine, te esperara un castigo del cual—hice una pausa—nunca te olvidaras—me di media vuelta y caminé hacia la salida del armario—Espero verte en la sala con aquel vestido, de lo contrario, el castigo será aún peor.
Me fui por la puerta asegurándome que se comenzará a quitar la ropa para cambiarse en ese momento en el armario, sin nada más que decir decidí darme una ducha.
Me empezaba a arrepentir de aquel golpe que le di a Sara, últimamente había tenido piedad y mis castigos no habían sido tan extremos por el momento. Tenía planeado uno algo fuerte pero sabía que la haría aprender una lección.•
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•Baje a la sala cuando estaba listo, me puse mi traje como de costumbre, coloqué colonia, anillos, collares, mi reloj favorito y zapatos decentes. Ahora
solo faltaba que Sara bajara y estábamos listos para las visitas. Mi padre aún estaba aquí y eso empezaba a molestarme a decir verdad, se estaba quedando en mi casa temporalmente desde que traje conmigo a Sara pero se iría en un tiempo.
Quería que se fuera lo más pronto posible, era algo molesto para mi.
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The Auction
Roman d'amourLa Subasta Sara Summerville de apenas 17 años nunca se imaginó un futuro con alguien como el, fue algo inesperado que cambio a la pequeña chica inocente y tierna a una de todo lo contrario. Matthew Werner, el típico hombre alto, apuesto, adinerado...