Capítulo 2

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UNIVERSIDAD.
_________

CHARLOTTE

-Buenos días, papá- estoy cocinando el desayuno, sirvo una taza de café y voy a donde mi padre quien se acercó a la mesa y leerá el periódico igual que cada mañana.

-Buenos días, mi pequeña-le entrego la taza y le doy un beso en la mejilla.

-Pues ya no soy tan pequeña, papá.

Él sonríe y me ve con nostalgia -Feliz cumpleaños... siempre serás mi pequeña-sonreí con ternura-. Tu madre... bueno, tu madre y yo queríamos darte un regalo al cumplir los dieciocho, pero decidí esperar un poco más y ya que quieres ir a la misma universidad que ella... creo que es el momento para dártelo.- dejó el café y el periódico en la mesa, fue con su silla de ruedas a su cuarto y volvió, me tendió un sobre y yo lo tomé con intriga.

-Papá, pero...-

Me interrumpió-Son unos ahorros que tu madre y yo teníamos para tu universidad, así te ayudo un poco, sé que has luchado con todo desde el accidente y pues... Quiero que seas feliz y puedas tener una carrera profesional para que me pongas más orgulloso de lo que estoy y a tu madre también porque se que lo estará.- mis ojos se cristalizaron al igual que los suyos.

Me agaché un poco y lo abracé con todas mis fuerzas-Te lo agradezco mucho, papá... de verdad, te amo no lo dudes.

Él también me abraza y escucho que ríe con nostalgia-No lo dudaría, tu tampoco lo hagas. Tamara llegará en un rato, no te preocupes por mí, termina el desayuno y ve a inscribirte en esa universidad.

Me emocioné mucho, estoy muy feliz.

- Está bien papá, de igual manera tendría que empezar a empacar, pero lo haré cuando venga y así el lunes podré empezar en la Universidad.

Le di otro beso en la mejilla y fuí a mi cuarto, guardé el dinero en mi mochila y terminé de preparar el desayuno. Al haber desayunado me aliste y salí a la calle.

Por ser tan lejos la universidad decidí llamar a Phillips, él acepto llevarme.

Llegó y subí en su auto, lo besé al igual que siempre lo hago cuando lo veo, él también me besó, pero un poco distinto, seguía molesto lo podía notar.

Empezó a manejar y colocó música a un volumen alto que si hablaba no me escucharía.

Le bajé a la música y lo miré-No quiero que estemos así.

-¿Así cómo?

-Peleados.

-No estamos peleados, yo estoy normal.

-No, no lo estás y lo sabes. Amor entiéndeme ¿sí? Deberías estar feliz por mí, voy a lograr mi sueño-sonreí-. Estudiaré medicina... Estaré trabajando en el club hasta que consiga otro trabajo ¿De acuerdo?

Él no dijo nada, siguió viendo al frente.

Desabroché el cinturón, puse mi mano en su pierna, me acerqué un poco más a él y le hablé con un tono de voz más bajo y pícaro.

-¿Si, amor?- besé su cuello y luego lo volví a mirar.

Él sonrió-Bien, bien, tienes razón. Sí, estoy orgulloso de que cumplirás tu sueño, y me parece bien eso de que buscarás otro trabajo, pero no me seduzcas ahora que estoy manejando-sonreí y le plante un beso en los labios rápido para que no se desconcentrara de la carretera.

-Esta bien, te seduzco después.-Dije con una amplia sonrisa en mis labios.

Cuando llegué a la universidad sentí una alegría invadir mi ser.

Fuí a la recepción donde una señora muy agradable me atendió-Hola, muy buenas tardes, ¿en qué le puedo servir? ¿se inscribirá en esta universidad?

Asentí-Sí, vengo a depositar la inscripción y la mensualidad inicial- le dije con una sonrisa en mis labios demostrando mi felicidad, le entregué el dinero, ella me hizo firmar algunos papeles y me dijo que podía iniciar el lunes. Ahora que lo pensaba bien, ese día no iría, pero el martes sí.

Salí y me dirigí a los apartamentos que están al lado de la universidad.

Pagué por el espacio que ocuparé y me están dando un recorrido.

El señor que me atiende abre la puerta de mi apartamento-Adelante-entro y le echo un ojo a todo-. Como sabrá está equipada, contará con cada mueble que ve, una cocina y una habitación para que descanse, estas son sus llaves, solo existen estas y las originales así que le recomiendo no pierda estas- me da las llaves y las tomo-. La dejaré sola para que observe bien y se sienta a gusto-con eso se despide y se va.

Voy a la habitación y reviso todo -soy muy curiosa la verdad- es muy hermoso y valió la pena cada billete que di.

Mi teléfono suena.

*Llamada entrante*
Phill💗

Contesté, había olvidado que me estaba esperando abajo para marcharnos y empezar ha empacar mis cosas.

- ¿Aló?-mi voz se escucha embobada.

Amor, apresúrate.

-Enseguida bajo, esto es impresionante.- cuelgo y termino de echarle un ojito a la cocina.

Salgo y cierro la puerta, escucho que otra puerta se abre y no le doy importancia, cuando volteo choco con un cuerpo alto y musculoso.

-Ten cuidado por donde pasas.-Un cuerpo alto, musculoso y un genio de perros.

-Lo siento, es que iba saliendo y..-

-Sí, como sea, solo fíjate o ponte lentes.- frunzo las cejas, alzo la mirada, pero no pude ver la cara del sujeto porque se fue sin dejarme terminar de hablar, tiene cabello color castaño y una camiseta que se ajusta dejando ver los músculos de sus brazos y una espalda bien ejercitada.

-¡Animal!- le grito al tipo, luego olvido lo sucedido y bajo en el elevador para irme con mi novio.

...

-Papá, es impresionante todo, el apartamento y la universidad ¡Todo es bellísimo!- mi entusiasmo es muy notable.

Estoy sentada frente a mi padre quien me escucha atentamente con una sonrisa en su rostro mientras le cuento sobre el día de hoy.

-Tu felicidad es la mía, cariño. Me alegro de que te haya gustado tanto ¿Empezaras ha empacar ahora?

Lo pienso por un momento, en unas horas tengo que ir al club-Sí, empezaré ahora y mañana terminaré. En un rato iré ha trabajar, mañana no trabajo así que podré pasar todo el día con mi maravilloso padre, así no estaré como Magdalena a la hora de irme el lunes.-Papá ríe y yo también lo hago.

Él no sabe que trabajo en un club nocturno y probablemente tampoco lo sepa jamás. Le he dicho siempre que trabajo en un cine nocturno y por más loco que suene si lo cree, es difícil mentirle, pero no me queda de otra.

Beso la mejilla de mi padre y me levanto-Pediré pizza y antes de irme cenaremos, iré ha empacar, si me necesitas me pegás un grito-sonrío y él asiente.

Estando en mi habitación agarro una maleta de color púrpura y la coloco encima de mi cama para empezar a meter lo más necesario de mi ropa - que prácticamente es la mayoría-.

Mi cumpleaños desde hace unos tres años a dejado de ser importante, no lo celebro y no le doy mucha importancia, pero el regalo de poder estudiar en la universidad que deseo es el mejor regalo que me pudieron haber dado mis padres. Sonrío y se lo agradezco a mamá mentalmente.

Desde que ella falleció llevo conmigo siempre a ocaciones importantes un pequeño collar que me regaló antes de partir, es un dije de una luna en forma de sonrisa.

Lo veo con sentimiento en mis manos y me lo coloco, a partir de ahora no me lo quitaré. Agradezco inmensamente todo lo que mi madre hizo por mí cuando estaba su presencia física, le agradezco también todo lo que hace con su presencia espiritual.

Continúo empacando. En unas horas me prepararé para el baila que daré está noche.

La Conejita de los hermanos BrownDonde viven las historias. Descúbrelo ahora