Capítulo 16

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RATO DISTINTO

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CHARLOTTE

Cuando entramos al bar escogen una mesa en la zona VIP, piden botellas de vino y de whisky, sirven sus copas y me sirven a mí, yo elijo vino.

Todos se sientan y yo miro a Erik quien no despega sus ojos de mí, muy serio. Miro al tipo -Luis- el cual me sonríe y me llama, me siento a su lado ignorando a Erik.

Todos charlan y dicen como será la fiesta, me dice lo que debo hacer y a que hora será. Resulta que hará su fiesta en su casa de piscina, yo debo llegar a la misma hora del club osea tipo 11 o 12, será un sábado, pero aún no está la fecha definitiva.

Los demás siguen hablando pero Luis pone una mano encima de mi hombro para que lo escuche solo a él.

-¿Tienes novio?

Miro a Erik, sigue viéndome y bebiendo de su vaso de whisky con la mandíbula prensada-No, no tengo novio-volteo y le sonrío a Luis posando mi mano en su pierna.

-Genial-bebe de su copa y yo también tomo, luego planto mis labios en los de él. Sé que fui atrevida con esa acción.

Erik se levanta y me toma de la muñeca haciendo que me levanté.

-Nos vamos.

Luis lo ve, pero no se levanta-¿Se van tan pronto?

-Sí-responde Erik de mala gana.

-Esperanos, saldremos a fumar también.

Todos se levantan y salimos del bar.

Erik se despide de ellos por lo tanto yo también me debo despedir, me acerco a los hombres y me despido coquetamente, por último le doy un beso en la mejilla a Luis con el labial quedándose marcado.

Erik me está esperando en su moto, esta vez no me ve y no me da el casco.

Me subí a su moto lo más sexy posible para provocarlo y provocar a sus amigos delante de él, al estar arriba no me agarro de él.

-Agarrate, Charlotte.-Dice malhumorado.

Me agarro de mala gana y le lanzo un beso a Luis, él sonríe con picardía, Erik arranca la moto haciendo que salgamos del lugar.

-Que sea la última vez que haces eso.

-¿Qué cosa?

-Provocarme y provocar a mis amigos.

«¿Vieron que este bicho está loco?» El aire pega en mi cara-¿Por qué?

-¡Porque no! maldita sea, Charlotte ¿Qué demonios pasa contigo?

Río con amargura-¿Conmigo? Te recuerdo que mi trabajo es seducir y me pediste que lo hiciera con tus amigos para que me contrataran.

-¡Sí! Pero no te dije que lo besaras.

-¿Qué más da?-digo restándole importancia al asunto-Llévame a mi apartamento.

-Te llevaré a donde a mí me de la puta gana.

En el camino compró unas flores y después de un rato largo llegamos a un cementerio.

-¿Qué hacemos en un cementerio y a esta hora?

Bajo de la moto y él también- Espérame aquí, vuelvo enseguida.-Se va, escucho un ruido así que enseguida voy a donde él.-¿Qué parte de espérame aquí no entendiste?

Me apego a él-Escuché un ruido, no me iba a quedar sola ahí.

Se detiene haciendo que también me detenga, estamos frente de una lápida que dice Bernardo Brown

-Es mi abuelo.-Pone las flores en la tumba y recuerdo que Teison me habló de él.

Se agacha y se queda así por un rato... Creo que charlando en silencio con su difunto.

Se levanta y da la vuelta-Vamos.

Lo sigo. Llega primero a la moto y se recuesta de ella sacando un cigarrillo. No me ve, solo ve el cigarrillo y el humo salir de su boca-Murió por esta mierda-alza el cigarrillo para que lo vea.

Me pongo a su lado-Lo lamento.

-No lo hagas.

Lo miro-¿Por qué fumas entonces?

Me mirá-¿Por qué lo hacés tú?

Sus ojos son grises, pero siempre que lo veo tiene un tipo de brillo en ellos, las veces que lo he visto enojado ese brillo desaparece y quedan tan oscuros que dan miedo, quito la mirada de su rostro y miro hacia un punto en el vacío.

-Desde que mi madre murió lo hago para desestresarme, es dañino y lo sé, pero lo que contiene me relaja... No lo sé del todo....

-Desde que él murió también lo hago, no le encuentro lógica a esto,-tira el cigarrillo al suelo-pero sí, también lo hago para desestresarme... Hay algo que también me ayuda a desestresarme ¿quieres saber qué es?

En estos momentos siento que estamos teniendo una plática donde podemos ser nosotros mismos sin tener que demostrar cual puede más con el orgullo.

Lo miro y asiento, me alejo de la moto y él sube dándome su mano para que suba también, agarra mis manos y las pone en su pecho para luego encender la moto y salir de ese lugar.

Llegamos a una pequeña colina donde se puede ver las luces de la ciudad, es alejada y solitaria.

Se puede respirar el aire puro, se siente paz y tranquilidad.

Bajamos de la moto, él se sienta en el borde de la colina viendo la noche. Hago lo mismo sentándome a su lado.

-Eres jodidamente insoportable-dice de la nada, frunzo el entrecejo y lo miro-por más que quiera evitarlo estás en mi cabeza a cada rato, tu cuerpo desnudo me apasiona, tú vestida me apasionas. Me gustan tus mejillas enrojecer, me gusta cuando me miras, tus pupilas se dilatan cuando estás excitada. Tienes manos pequeñas y entrelazadas a las mías se verían aún más pequeñas. Eres hermosa y no tienes porque trabajar de stripper.

Quedo atónita con su confesión-Si tengo que hacerlo... Es el empleo con mejor paga que hay y necesito el dinero porque no tengo lo suficiente económicamente para ayudarme con la universidad, con los medicamentos de mi padre y todo lo que conlleva mi vida...

-Entiendo... Eres fuerte y luchadora, también me gusta eso-ríe y sigue mirando la noche-. Te llevaré a tu apartamento, ya es tarde y no llegarás a tiempo para ir al club, eso que has perdido del día de hoy yo te lo pagaré, por no llevarte antes.

-No tienes porque...-

Se levanta-Sí lo haré aunque digas que no, vamos.-se va a la moto y vuelve a ser el estúpido Erik.

Me levanto y subo a la moto, me llevó al apartamento dejándome en la entrada y se fue.

La Conejita de los hermanos BrownDonde viven las historias. Descúbrelo ahora