Capítulo 41

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UNA DESPEDIDA
______

ERIK

El tiempo pasa y ya estábamos en octubre, debía hacer las maletas y viajar a Londres. Tengo que administrar la empresa que se encuentra allá y luego venir y administrar mi propia empresa, la razón del viaje es que mi padre quiere ver si soy apto para ese rango laboral.

Charlotte ya ha mejorado, ya come mejor y no se encierra en la habitación, hablamos más y ha tratado de superar la pérdida de nuestro bebé.

Estoy haciendo el desayuno, ella sigue dormida, pero debo tener una conversación con ella así que le estoy haciendo batidos con panqueques y sirope de fresa.

Pongo la comida en una bandeja junto a una pequeña rosa. Voy a la habitación y ella ya no está ahí, supongo que se está duchando, pongo la bandeja en la mesita y le busco una ropa cómoda porque se que hoy no debe trabajar.

En cuanto sale me ve con el ceño fruncido, se viste y ve la comida-¿Debo ayudarte a esconder un cadáver?

Torcí los ojos, ella siempre con sus comentarios-Ven, necesito hablar contigo de algo importante por eso preparé este desayuno, deja que tu novio sea romántico por una vez ¿Quieres?

Sonrió y se sentó, le di la bandeja y ella empezó a comer-Gracias por cada pequeño detalle que tienes conmigo, Erik, te lo agradezco con todo mi corazón.

«¿Cuál gracias? Quítese la ropa» «No, no, no, no es momento, Erik. Control muchacho, control»

-No tienes porque hacerlo, me has cambiado así que te lo agradezco yo a tí... Lo que quería comentarte es... Debo viajar hoy...

Paró de comer y me miró con los ojos cristalizados.

-Charlotte no llores, por favor, recuerda vendré en un año, pasará rápido-tomé su rostro en mis manos-. Cuando vuelva tendremos mucho tiempo para nosotros y tendremos muchas prácticas para tener a nuestro bebé, un bebé que nacerá a salvo-mi voz se rompió, pero tragué saliva para poder continuar hablando-... Te amo.

Ella no dijo nada así que solo la abracé-Se fuerte por nosotros ¿si? conejita.

Rió-Esta bien, pitufo gruñón, pero no dejes de comunicarte conmigo ¿De acuerdo?

-Te escribiré cada día, a cada hora, a cada momento.

Asintió y continuó el abrazo así que le di un corto beso en su frente.

***

Estoy en el aeropuerto con mi familia entera y entre ellos está Charlotte.

Se ve increíble aunque solo lleve unos jeans y un jersey azul común.

Vuelo número 43 rumbo a Londres, pasajeros por favor abordar el avión para despegar en diez minutos.

Con las maletas en mano me despedí de mis padres, de mis hermanos, de mi pequeña Betty y de la persona que me cambió la vida y me hace feliz cada día con su enana existencia.

Abrazo a Charlotte y le sostengo el rostro entre mis manos para depositar un beso en su frente.

-Te escribiré a penas llegue, por favor se fuerte, cuando venga no te podrás parar de la cama-sus mejillas se volvieron rojas y eso me hizo sonreír-. Te amo.

-Te amo, Erik.

Subí las escaleras a mi destino, subí en ese avión y me senté mirando por la ventanilla a las personas que estoy dejando y espero ver muy pronto.

***

Fueron horas de viaje, pero al fin llegué a donde me hospedaría este largo año, una suite con vista a las hermosas calles de Londres en uno de los mejores hoteles cerca de la empresa de mi padre.

CHARLOTTE

Ayer se fue Erik y hoy no tenía ánimos de nada así que solo pedí pizza. Sonó la puerta y fui abrir ya que sabía que era el repartidor, abrí, me entregó la pizza y yo le entregué el dinero y un poco de propina.

Me senté en la sala a comer mientras veía un reality show y mi teléfono sonó, corrí y lo tomé para sentarme nuevamente en el sofá.

Contesté la videollamada-¡Holaa!
¿Ya llegaste?

-Sí, cariño. Estoy exhausto, hoy me adaptaré y mañana comienzo en la empresa, ¿ya es de noche? ¿A qué hora dormirás?

-En un rato, ¿allá es de día?-Nunca había viajado, pero creo que hay mucha diferencia horaria entre Londres y Los Ángeles.

-Sí-sonrió-¿Estas comiendo pizza, Charlotte?

Fruncí el ceño y miré mi alrededor para luego concentrarme en el celular-Sí...¿Pusiste cámaras?

Rió-No, tienes salsa en la barbilla, princesa desastre.

Me limpié y me puse roja-Me dijiste princesa otra vez.

Desvió el tema-Creo que ya deberías dormir, termina de comer y duerme temprano por favor, no comas solo pizza.

Reí-Esta bien-cambié el tema también porque tenía una duda- ¿Si hay tanta diferencia horaria cómo hablaremos?...

Suspiró, se veía frustrado por eso-Buscaré una solución para eso, no te preocupes. Ve a descansar, yo voy a visitar la ciudad y ver como es la moneda para comprar alimento.

Asentí-Te quiero.

-Yo igual, Char.





La Conejita de los hermanos BrownDonde viven las historias. Descúbrelo ahora