La Conejita de los hermanos Brown

Capítulo 28

LA PROPUESTA
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CHARLOTTE

No quería despertar, me dolía la cabeza, la espalda, las piernas, el alma, me sentía asquerosa, horrible, terrible, todo mal.

Estaba toda cubierta por las sábanas, ya no sentía a Erik. Los recuerdos de la noche anterior volvieron a mi mente, traté de pensar en otras cosas porque si seguía pensando lloraría.

Quité las sábanas y en eso Erik salió del baño, tenía la toalla alrededor de su torso cubriendo sus partes, mis ojos se perdieron en la vista, podía ver su pecho desnudo y su abdomen con algunas gotas de agua, sus brazos musculosos, se veía muy sexys, podía ver también la uve de su cadera.

Tragué grueso, lamí mis labios y cuando pude despegar los ojos de su magnífico y sexy cuerpo vi que tenía el cabello aún mojado y tenía los ojos fijos en mí, sentí un inmenso calor en mis mejillas. Sonrió.

－Veo que ya estás despierta.－dijo sacudiendo su cabello mojado para secarlo como un perro, me causó gracia su acción y me produjo más calor porque se veía realmente guapo.

Me acosté mirando al techo－No tengo que trabajar hoy... Tengo que ir a ver a mi padre.

－¿Quieres que te lleve? No quiero que estés sola.

－Yo no quiero estar sola...

Me senté en la cama para observarlo, él estaba buscando su ropa así que me dió una vista perfecta de su espalda ancha y de sus músculos marcados.

－Siento tu vista, me estás violando en tu mente－dejó de buscar en el armario y se volteó preocupado, de repente se dió cuenta de que lo que dijo no debió hacerlo－. Lo siento yo...

－No te preocupes, sé que no fue tu intención.

Tomó un boxer de un gabinete, quité la vista para que se lo pusiera y escuché que rió.

－Ya me has visto, Charlotte.

－No importa.

－¿Puedo besarte?

Sentí que subía a la cama así que me volteé, deseaba probar sus labios otra vez－¿Qué?－reí－Sí puedes.

Él seguía desnudo, solo con el Calvin Klein puesto se acercó a mí, me tomó con sus manos el rostro, lo hizo con suavidad y delicadeza, miró mis ojos y bajó a mis labios, los vio con deseo y me besó.

Saboreó cada centímetro de mis labios hasta llegar a rozar su lengua con la mía.

Se alejó y me miró acariciando mi mejilla con sus nudillos, su tacto era suave, tierno y me daba calor de una manera bonita.

－ Perdón si no te lo pedí antes, creí que no tendría que hacerlo. Te necesito a mi lado así que te lo pediré como tú lo quieres porque yo te quiero a tí. ¿Me permites ser tu novio?

No se ustedes, pero yo vi corazoncitos volando en el aire al rededor de su cuerpo y de su cara y de sus ojos hermosos y ¡ah! Amo.

－Pudiste escoger un sitio más romántico o una ocasión más especial, pero...-

－Esta ocasión es especial porque estás aquí conmigo y este sitio es romántico porque estás entre mis sábanas－sonrió con picardía.

－Está muy romántico, señor yo tengo a la que quiera cuando quiera para follar.

－Deja el sarcasmo antes de que me enoje y busque a otra.

Le golpeé el hombro con mi puño y fruncí el ceño－¡No seas idiota!－ ríe－Si quiero que seas mi novio, Erik Brown.

－Oye ¡espérate! Ahora que lo pienso bien yo no sé tú apellido.－se cruzó de brazos causandome gracia.

Solté una carcajada－Nunca estuviste interesado como para preguntarme.

－Ahora sí ¿Cuál es?

－El apellido de mi padre es Johnson y el de mi madre era Jordan así que me llamo Charlotte Johnson Jordan－ sonreí orgullosa de mi nombre.

－Entonces ya estoy seguro de que sonará bien.

－¿Qué sonará bien?－pregunté confundida, creía que Erik ya se había vuelto totalmente loco.

－Nuestros apellidos juntos. Serás Charlotte Johnson de Brown y yo seré Erik Brown de Johnson.

Me sonrojé－¿Estas pensando en un futuro conmigo?

－Sí ¿Esta mal que lo haga?

Negué－Tendremos que ver que sucede, el tiempo lo dirá, por ahora creo que debes conocer a tu suegro－Le toqué la punta de la naríz con mi dedo como si fuera un timbre, lo hice con cariño y luego le besé la mejilla.

Me levanté y salí feliz del apartamento de Erik para ducharme y vestirme en mi apartamento.

***

－Te esperaré aquí.－Erik no quería bajar del auto, estaba nervioso, es la primera vez que lo veo de esa manera.

－Mi padre no te va a morder, ¡vamos!－ Yo ya estaba afuera tratando de hacerlo bajar, abrí la puerta del piloto y lo jalé del brazo, es obvio que no iba a poder sacarlo porque él tiene mucha más fuerza que yo, pero cedió y bajó por su cuenta.

Me paré en la puerta para abrir y Erik me detuvo, me giré para verlo－No he echo esto hace mucho ¿Qué se supone que le debo decir?

Reí y le di un beso en los labios para calmarlo－Nada, hablaré yo con él, solo será una presentación.

Asintió, abrí la puerta y pasamos. Mi padre estaba en la sala hablando cómodamente con Tamara, en cuánto me vio su rostro se volvió frío.

－Hola, papá... Hacía mucho tiempo sin vernos ¿eh?

－No exageres, solo fueron unas semanas.

－Papá ya no trabajo en el club, trabajo de mesera en una cafetería cerca de la universidad, de cuatro a ocho.

Su rostro se suavizó y sonrió－ Sabía que lo harías, ven aquí－Abrió sus brazos para que fuera a abrazarlo, lo hice, fui a donde él－ No podía estar enojado contigo tanto tiempo, pero tenía que darte una lección, te he extrañado tanto.

－También te he echado de menos.

－Buenas tardes.－Escuché la voz de Erik y recordé que estaba ahí.

Me separé de los brazos de mi padre－ Papá... Él...－le tendí mi mano a Erik para que se acercara－...es Erik, es mi novio.

Mi padre y Erik se dieron la mano－Así que eres el novio de mi única hija－Dijo eso con tono firme.

Erik tragó saliva y me miró, yo sonreí－Sí señor... soy su novio... Con mucho respeto.

－¿Desde cuándo son pareja?

－En realidad, papá, me lo propuso está mañana.－Dije viendo a Erik.

－¿Y desde cuándo lo conocés?

－Desde el primer día que fui a los apartamentos, papá. El estudia en la universidad y también vive en los apartamentos.

Papá no dejaba de observar a Erik mientras él se ponía más nervioso, tocaron el timbre así que los dejé solos para que conversarán y fuí para averiguar quien era.

Abrí y casi le cerré la puerta en la cara, pero lo evitó.

－¿Qué quieres, Phillips?

－Hablar contigo... Y con tu padre.

Reí y le pedí que se fuera, pero pasó sin mi permiso. Lo seguí y se quedó mirando a Erik en la sala.