Capítulo 6

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INTERRUMPIDOS

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 CHARLOTTE

Me encuentro un tanto estresada. Resulta que las primeras semanas sí son rudas, tengo algunas tareas por realizar aún, no he dormido mucho y hoy tengo que bailar solo para Ehiler Brown.

Veo a uno de los hermanos Brown frente a mí, está muy cerca...

Camino sin despegar la vista de él, quedamos frente a frente, lame sus labios y despega la mirada de mis ojos para mirar mi boca.

Me toma de la cintura con una mano y con la otra acaricia mi mejilla con sus nudillos, luego me agarra por la nuca acercándome a su cara y me besa.

Su beso es exigente, es superioridad, es sensualidad, quién me besa es... Es...

-¡SEÑORITA CHARLOTTE!

-¡Que no sé cuál de ellos! e-es...-escucho risas. Bajo la mirada apenada-Disculpe señorita Liseth no debí..-

Me interrumpe-Ahorre las excusas y vaya a la seccional, quédese ahí hasta que entienda que no puede dormir en clases.-Asiento, recojo mis cosas y salgo del aula con la cabeza baja mirando al suelo.

Me quedé dormida en clases de biología. Camino aún mirando al suelo hacia la seccional «Que horrible pesadilla la que tuve» estoy cansada, decido desviarme del camino y voy a comprar un café.

Me entregan mi café y ahora sí, voy a la seccional, pero mi destino siempre será chocar con la gente o que me choquen a mí.

«Que desgracia y que humillación»

A los hermanitos "todo poderosos" les encanta atravesarse en mi camino, el que se tropieza conmigo ahora haciendo que el café se derrame en mi camisa blanca es nada más y nada menos que Ehiler.

El hermano del medio tiene un aura responsable, cabello totalmente peinado con algunos mechones rebeldes, ojos igual de grises que los otros dos, rasgos finos y masculinos, vestimenta formal, pero con un toque único. A según es un hombre recatado que le gustan los negocios y que estudia administración (todo eso lo sé por Jenifer) para mí se ve igual de común y buscador de atención.

-Genial, vaya que no es mi día.-digo tratando de ir al baño para limpiar mi camisa.

Ehiler me da una servilleta interponiéndose en mi camino. Otra vez-Lo siento creo que no me fijé, deja te ayudo- intentó pasar sus manos con la servilleta por mi camisa, pero no llegó a tocarme porque le di un manotazo.

-No me toques-digo de mala gana-Mucho hiciste con regar el único café que podía tomar hoy y de paso -bajo el tono de mi voz y miro hacia otro lado- con pagar para que baile para tí.

-¡Aah! ya entiendo, ese es el motivo ¿Estas molesta por eso?

Muerdo mi labio inconscientemente absorta en mis pensamientos, volteo y lo veo directo a los ojos.

-Sí, por eso, por eso y también por mi café.

Sacá su chaqueta y me la entrega, lo miro y miro la chaqueta-¿Qué quieres que haga con eso?

Alza una ceja-Pues que te la pongas y así cubres la mancha de café. Te compraré otro como disculpa.

No tengo otra opción, es andar por la universidad con una mancha enorme de café o simplemente aceptar la chaqueta del hombre que está frente a mí.

Tomo la chaqueta, me la pongo y entro en la seccional sin decir más.

Me siento, apoyo el codo de la silla y sostengo mi cabeza en un puño, cierro mis ojos y respiro hondo.

Aún sigo con sueño, huelo el café y abro los ojos-Ten. No te enojes porque pagué el baile igual ese es tu trabajo. Puedes entregarme la chaqueta hoy cuando vayas a mi apartamento, es en la calle de al lado, habitación 27.-Me entrega el café y se marcha.

Huele exquisito, al menos podré mantenerme despierta por la cafeína. Pienso por un momento, «habitación 27», es un piso más arriba de mi apartamento eso quiere decir que ellos viven ahí, pero en diferentes pisos. «Que raro».

Llevo el café a mis labios y este me calienta el cuerpo al tomarlo dejando un sabor dulce en mi paladar.

***

Subo en el ascensor un tanto frustrada, me paro en la puerta de la habitación 27. Llevo el cabello suelto en ondas, mi uniforme abajo de un vestido largo gris, tomo fuerzas mentalmente, y cuento hasta cinco para finalmente tocar la puerta con los nudillos.

Ehiler abre la puerta, tiene un pantalón de traje formal negro y unos zapatos de vestir, pero nada de camisas, su pecho tonificado está al descubierto por completo dejando ver sus músculos bien ejercitados. No puedo negar que es sumamente guapo.

Lo miro de arriba a bajo. «Sin duda quería que lo viera así»

-Espero no te moleste que este así, acabo de llegar e iba ha cambiarme, pero...-

Lo interrumpo-No te preocupes, ¿puedo pasar o...?-dejé la pregunta en el aire para hacerle entender que me de permiso para poder pasar, hacer mi trabajo y salir de una vez.

Él lo entiende y se hace a un lado haciéndome una seña con la mano de invitación. Paso y dejo la chaqueta que me prestó en un sofá. El sitio está medio oscuro, pero se puede ver todo con claridad por la luz que proviene de una habitación.

Volteo para verlo- Iniciaré el baile ¿necesitas hacer algo antes?

Él me estaba viendo de pies a cabeza, pero cuando volteé posó sus ojos en mí rápidamente-No... Bueno sí, deja me sirvo un vaso de whisky y me siento.

-Ok, ¿dejarás las luces así?-Asiente, se va a la cocina -supongo- yo aprovecho y pongo la música en la playlist, observo el sitio y me quito el vestido quedando con el uniforme. Acomodo las orejas y la cola, volteo y puedo ver a Ehiler apoyado en la encimera, de pies cruzados y el vaso en sus labios.

Le hago una seña con mi mano para que se siente acompañada de una pequeñísima sonrisa de labios cerrados que quito inmediatamente cuando él empieza a caminar.

Reproduzco la canción y empiezo el acto. Él me observa y yo trato de ignorar sus ojos, muevo mi trasero, mi cabello, mis piernas, mi cabeza y mis brazos en movimientos sensuales como toda una experta.

Luego de un rato me acerco a él para finalizar el baile de una manera sexy sin tocar mucho de ese ser.

A solo dos pasos de él y me interrumpen, alguien abre la puerta.

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¿Quién será?

Ig: @mile.g27

I loviufororo ✨

La Conejita de los hermanos BrownDonde viven las historias. Descúbrelo ahora