Capítulo 23

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  "NIÑA CHIQUITA"

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CHARLOTTE

-¿Por qué tan callada?

«Porque no quiero hablar contigo, idiota»

-Por nada.

-Perdón.

He tenido la mirada en la ventanilla desde que subí, pero ahora lo miro a él.

-¿Por qué? ¿Por decirle a Ehiler y a quién sabe si a alguien más que... que follé contigo? ¿Por eso me pides perdón? Perdón se le pide solo a Dios.

-Sé que se le pide perdón solo a Dios, pero también se le pide perdón a alguien cuando realmente lamentas haber cometido un error.

-De los errores se aprende. ¿No?-Vuelvo a mirar por la ventana. Para estar cerca del lugar se ha tardado mucho por la lluvia.

-Oye, rubia... No debí decirle eso a Ehiler y no se lo dije a nadie más, bueno... También lo escuchó Teison, pero ajá como te decía. No debí decirlo, estaba enojado y se me escapó, no me gustaba la relación de Ehiler y tuya porque admito que me daban celos. Te prometo que no vuelvo ha hablar cosas que no debo-Lo dice con un tono bajo y sincero, pero lo de celos ... Lo dijo tan a la ligera, con voz seria y me miró a los ojos por un momento y luego volvió a mirar la calle.

-A-... Pues...-No tenía ni idea de que decir, aún sigo enfadada-Pues si quieres que te disculpe tendrás que demostrarme que realmente lo sientes-Recuerdo la rosa que tenía en su mano-. ¿Por qué fue la rosa?

El carro se detuvo, apagó el motor y puso sus ojos grises ahora oscuros como la noche en mí.

-Te ves linda trabajando en un lugar que no es el club.

-No evites mi pregunta, Erik.

Sonríe ligeramente.

-Bueno te lo diré. Me la encontré tirada en la calle, la recogí y la iba a tirar a la basura, pero te vi a través de la ventana de la cafetería y dije -Pone su mano en el mentón pensativo-¿Y si le doy esta rosa y con eso logro que folle conmigo otra vez?

Lo miro mal y con enojo, me volteo y tomo la manilla de la puerta para salir del carro, al intentarlo la puerta no cedió, intenté otra vez y Erik puso su mano en mi mano. Lo miro con el ceño fruncido y me vuelvo a acomodar en el asiento con los brazos cruzados.

-Lo siento, lo siento, era broma. No aguantas ni un chiste.

Entre cierro los ojos.

-Vamos a ver si tú aguantas un puñetazo en la naríz, ¿si?

Ríe, no lo había escuchado reír como lo hizo en este momento. Tomó un mechón de mi cabello y lo puso detrás de mi oreja.

-La rosa la tomé de un jardín de la casa de mi madre, ella conserva rosas y otro tipo de flores. Pensé en tí, en la vez que usaste un vestido rojo, te veías igual de hermosa que esa rosa así que decidí obsequiartela. Eres hermosa Charlotte y ya no sé cuantas veces te lo he dicho, pero es la verdad.

«No estoy enamorado porque no me considero de esas tonterías, pero te puedo decir que te quiero a mi lado, no importa cuanto me tome en demostrarlo y que me aceptes, pero vale la pena por tí, siempre y cuando sigas siendo mi conejita, claro-me guiña un ojo y muestra una sonrisa pícara acompañada de un hoyuelo en su mejilla derecha.-. Mira,-Pellizca mi mejilla-te sonrojaste.

Alejo su mano de mi mejilla.

-No se que decirte Erik, no pensé escucharte decir esas cosas... Yo, bueno me gustaría que me demostraras eso que dices, las acciones demuestran más que mil palabras.

-Esta bien-Mira por la ventana-. Ya paró de llover, puedes bajar.

Me quedo observándolo un momento, vuelvo a voltear para bajarme, lo hago, cierro la puerta y Erik me llama, lo miro por la ventana del auto en espera de sus palabras.

-Buenas noches, conejita.

.

Ya casi es sábado... bueno, mañana es sábado, Erik se ha portado bien, estos días que he estado trabajando él va y me lleva almuerzos variados. Estando aquí trabajando no tomo nada de lo que venden porque es un tanto caro así que me concentro en solo hacer mi labor, pero que Erik me traiga almuerzo es un gran gesto de su parte contando con que tampoco almuerzo a la hora si no más tarde.

Pasa Henry por mi cara chasqueando los dedos.

- Hey ¿En qué piensas? ¿Será en ese tal Erik que viene todos los días a robarte de mi lado?

Río-No, no pensaba en él, pero deberías de estar preocupado más en tu novia porque ahí viene, suerte.-le doy una palmada en el hombro y él se va a saludar a Mery.

Pues sí, resulta que él tiene novia, es muy agradable al igual que él, hacen una bella pareja. Considero un gran amigo a Henry y Mery es una chica hermosa de cabello rojo pintado, me causa gracia porque se llama Mery Jaén y me recuerda a Mery Jane de Spiderman.

Entra Erik como siempre a la misma hora, hoy me entregó un almuerzo a las 12 cuando estaba por entrar a una clase, fue más temprano de lo normal así que debe estar aquí por otro motivo.

Viene a mí.

-Hola, enana.

-Hola, Erik.

-Ve, recoge tus cosas y vámonos.

«Está loco»

-No puedo, estoy trabajando.

-Ya hablé con Henry y te dará una hora libre así que aprovecha y vamos.

Miré a Henry y desde donde estaba me hizo un leve movimiento con la cabeza asintiendo así que fui y recogí mis cosas como me lo dijo Erik.

Salimos, esta vez no está con su carro si no con su moto, sube y subo yo atrás también, me agarro de él y empieza a manejar.

Llegamos a un sitio que no conozco, pero me parece familiar, es un edificio así que no entiendo que hacemos aquí.

Bajamos, me quito el casco y se lo entrego.

-¿Qué...? Estem ¿qué hacemos aquí?

-Tienes muchas labores y muchas responsabilidades, dejaré que hoy aunque sea una hora seas una niña pequeña, me puedes decir papi-sonríe-me puedes pedir lo que sea y te lo compraré, al entrar entenderás que es.

Bueno... ¿Por qué no aprovechar que tengo a un hombre guapo, adinerado y con deseos de cumplir mis caprichos y estar a mi disposición?

Asiento y empezamos a caminar, en parte estoy entusiasmada, es verdad que tengo muchas responsabilidades así que me pone contenta que quiera hacer esto por mí, hace ya un tiempo no disfruto de un tiempo como "niña chiquita".

La Conejita de los hermanos BrownDonde viven las historias. Descúbrelo ahora