Capítulo 5

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  CONTRATADA POR UN BROWN

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CHARLOTTE

-Bueno te cuento, el sábado no iremos a trabajar, ese será nuestro día libre siempre y los domingos no trabajamos, los chicos más avanzados de la universidad harán una fiesta este sábado, todo el grupo irá. Por lo tanto nosotras también.

-¿Una fiesta?¿Empezando el año escolar?-La miro indignada. He ido a fiestas, pero no empezando ningunos estudios. Ella me mira con maldad en sus ojos, maldad en el sentido de "Vas porque si no vas te convenceré de cualquier modo"

-Sí, iniciando. Son muy entretenidas esas fiestas, ¿vendrás cierto?

Tomé aire, mordí mis labios pensando y al final asiento-Esta bien, no creo que me quede mucho, los sábados trataré de descansar e ir los domingos ha visitar a mi padre.-Ya le había contado a ella la situación de mi familia así que por lo tanto me entiende.

Resulta que ella y yo tenemos alguna que otra clase juntas, entramos al aula y nos sentamos. Ya cuando iba a empezar la clase entra Teison Brown con un aire poderoso, mandíbula marcada, ojos llamativos y labios tentadores. Se sentó en las mesas de adelante como un chico estudioso y un ejemplo a seguir. El historial de chicas que han pasado por su cama debe ser largo.

Al terminar la clase me quedo de ultima tratando de entender un poco de la tarea que han mandado.

El salón queda solo, solo hasta que me doy cuenta de que no está totalmente así.

Alzo la mirada y Teison se sienta al frente de mí.

-Hola, primor.

Alzo la comisura de mis labios en una sonrisa de lado y arrugo las cejas, su comentario me ha causado gracia.

-¿Primor? Que horrible.

Él hace una mueca pensativo-Primor...no, ahora que lo pienso si se escucha estúpido. ¿Como quieres que te llame?

Lo miro con desconcierto-Por mi nombre-digo con obviedad-. Oye disculpa que interrumpa tu momento de coqueteo, pero quisiera estar sola para entender esta tarea.

Él mira los libros en mi mesa y vuelve a mirarme a los ojos, sus ojos tienen un brillo y un aire de picardía intenso, a cualquiera la tuviera a sus pies en este momento, pero a mí no.

Ladea la cabeza y me sigue viendo- No te molestaré mucho, solo quería ofrecerte un trabajo.

Frunzo aún más el ceño-¿Un trabajo?

Él asiente y alza una de sus cejas-Eres bailarina ¿no?

Lo que soltaré a continuación lo digo con un tono serio-Mira si quieres contratarme para ser tu bailarina por una noche, deberás hablarlo con la persona encargada del club para que lo tenga en los registro y si me disculpás, me voy.-recojo mis cosas y me levanto del asiento mientras él observaba cada uno de mis movimientos, estaba a punto de salir y me volteé para decirle unas últimas palabras-Ah, por cierto, solo bailo, no follo por dinero, por si tenías dudas te las aclaro para que no hayan mal entendidos.-salí del salón y fuí a mi casillero para buscar mis libros de la siguiente clase.

***

Las clases han estado bien, he llamado a mi padre cada día para contarle como voy, está tan feliz como yo.

Ahora me encuentro tomando una ducha para ir al club.

Salgo, veo mi ropa, me pongo el uniforme y arriba un jersey y un jean, peino mi cabello en una cola alta, maquillo mis ojos, mis mejillas y mis labios, tomo mis cosas y salgo de mi habitación para ir al club.

Cierro la puerta y veo a alguien que está saliendo de una habitación de en frente «así que aquí fue que lo vi» de la habitación sale Erik Brown, tiene un porte de superioridad y ninguna expresión en su rostro, su mirada es fría, pero igual de hermosa que la mirada de su hermano menor, con la diferencia de que en Erik se ve ferocidad y liderazgo.

Volteo la mirada y me dirijo al ascensor, escucho sus pasos detrás de mí.

Hace algo que creí que no haría. Al entrar en el elevador él también lo hace, pero eso no es lo que me sorprende, lo que me sorprende es que me dirige la palabra, es absurdo que piense que no lo haría, al final es un ser común y corriente.

-Trabajas en el club.

Lo miro y después fijo la mirada al frente-Sí.

-No fue una pregunta.

Ruedo los ojos con fastidio sin mirarlo y repito en voz baja-No fue una pregunta bla bla.

-¿Qué?

-No, nada, no he dicho nada.

El elevador se abre, voy a la entrada principal de los apartamentos cuando me detengo.

-Demonios, ¿Es en serio?, que pesadilla, joder.-Esta lloviendo fuertísimo.

-Esas son palabras un tanto fuerte para una conejita como tú.

Miro a Erik quien se a puesto a mi lado y lo miro mal, él no me ve pues su mirada está hacia el clima-Esta conejita puede decir lo que quiera.

Me ve y cruzamos miradas, alza una ceja y se parece a Teison en ese gesto-Como sea. Si eres así de agresiva imagino que así debes de ser en la cama.-sonríe mostrando una perfecta dentadura.

«¡¿Pero qué demonios se cree diciendo esas cosas?!»

-Eso no es tu problema.

Estaba a punto de llamar a un taxi cuando Erik vuelve a hablar-No lo es, pero tengo aunque sea un toque de decencia. Iré al club ¿quieres qué te lleve como disculpas por lo que dije?

«caballero mi abuela»

Miro la hora en mi teléfono, el taxi no me contesta y llegaré tarde por la lluvia así que lo pienso muy bien, suspiro.

-Bien, aceptaré que me lleves, pero no quiero hablar con alguien como tú.

Él sube las cejas indignado, pero no reclama, volvemos al ascensor y bajamos al estacionamiento, tiene un Audi de color negro. Subimos y él enciende el auto sin charlar, en todo el trayecto no compartimos palabras.

Al llegar ha dejado de llover como por arte de magia y puedo entrar sin ningún problema dejando atrás al idiota de Erik.

Ya vestida con el uniforme y mis orejas bien puestas empiezo a servir las bebidas.

Me tocó llevar los tragos a los hermanos Brown, pero lo hago sin prestarles mucha atención.

En el momento de mi acto lo hago con el peso de la mirada de los hermanos, entiendo que soy nueva y por eso soy como una presa para ellos, pero es estresante y algo incómodo.

Bajo de la tarima cansada, la gerente del club se para frente a mí a penas bajo-Hay un trabajo para tí. Debes ser la bailarina de Ehiler Brown en dos días, por lo tanto ese día no vengas. Para bailar en otro sitio específicamente que paguen por tus servicios es el mismo horario donde sea.

Escucho atenta. No puedo creer esto.

Miro al hermano con el que aún no he tenido trato, está sentado en una esquina del gran sofá y él me mira a mí, desvío la mirada y me voy a las duchas.

«¿Estos tales Brown están planeando que les baile a cada uno de ellos o qué carajos?»

La Conejita de los hermanos BrownDonde viven las historias. Descúbrelo ahora