Ayer antes de poder dormirme estuve pensando en muchas cosas. Por alguna extraña razón la oración de Benjamín no salía de mi cabeza, la frase "permitele sentir a Mia, que pueda experientar más, dale la seguridad que le falta porque ella aún no se da cuenta del potencial que tiene aunque nosotros ya lo hicimos" estuvo resonando en mi cabeza por un buen rato.
Al abrir los ojos y darme cuenta que sí logré quedarme dormida, me estiro como es de costumbre y me levanto a buscar un vaso con agua.
Mientras veo salir el agua de la jarra, noto que me siento bien. Sé que tal vez sea mental, pero hoy me siento muy bien, me siento con seguridad y creo que soy capaz de todo. Al menos solo por hoy.Sin pensarlo más, detengo el agua porque comenzaba a desbordarse y dejo a un lado el vaso.
Doy vuelta y busco en la mochila mi celular —Aún no me acostumbro a revisar las notificaciones en mi barra de navegación— y eso mismo es lo que hago.
Me aparece una nueva solicitud de amistad en facebook (cosa que ignoro), la publicación de la boda de Esteban y Andrea, la notificación de que es el cumpleaños de Derek y por último un mensaje que llama mi atención. El mensaje es de Cloe.Introduzco mi contraseña y entro en whatsapp para poder leer el mensaje:
Hola Mia 🖐🏽
Buenos días
Espero hayas dormido de maravilla 🤭
Sólo quiero notificarte que hoy no abriremos el restaurante, así que tienes el día libre 👀
Pero a eso de las 6 me gustaría que estuvieras en casa para que cenemos todos. Además, deslice por debajo de tu puerta un sobre blanco, en él encontraras tu primer pago de está semana.
Sigue esforzándote cómo lo has hecho hasta ahora 🤧
Atte: Cloe BennettAl terminar de leer el mensaje dirijo la mirada a la puerta y ahí está, ese sobre blanco y delgado. Me levanto de la cama y corro a tomarlo.
—Vaya, tu primer pago Mia, tu primer sueldo.
No puedo dejar de sonreír como tonta, de brincar y tararear la canción de Romina Marcos, pero recuerdo que tengo que responder el mensaje.
Vuelto a tomar el celular y escribo:Hola Sra. Cloe
Buenos días, acabo de tomar el sobre y no sabe lo feliz que soy, de verdad muchas gracias por tenerme paciencia.
Nos vemos a las 6 para cenar.Al apretar el botón de enviar.
Suelto el celular en la cama y busco debajo de ella mis botas. Mientras intento ponerlas brincando en un sólo pie y al mismo tiempo avanzo, busco mi abrigo café.
Me coloco el abrigo, tomo las llaves, regreso por mi celular y me amarro el cabello caminando a la puerta, por último, ato las agujetas de mis botas y al tomar la chapa en mis manos y estar a punto de girarlo, recuerdo que es a Harold a quien quiero salir corriendo a contarle.Respiro profundo y tras sacar el aire abro la puerta. Mientras bajo
los escalones pienso en Iker. Así que saco mi celular y le marco.Escucho el buzón de voz lo que por obviedad hace notar que esta ocupado. Pero vuelvo a marcar ya estando en la calle, esta vez suena 4 veces el tono y estoy apunto de colgar, hasta que acepta la llamada y escucho su respiración. Entonces digo, —Hola, soy Mia.
Su risa hace presencia —¿Mia? vaya no lo sabía.
También me río.
Los dos nos quedamos callados y fue un silencio incómodo. Hasta que escucho una voz a lo lejos. Apurate RulitosEspera, le dice a alguien más —¿Dime? —ésta vez sé que se dirije a mi.
—¿Estás ocupado?
—No del todo, tengo una hora libre. ¿Qué pasó?
Quería continuar pero la chica volvió a llamar la atención de él diciendo:
—Rulitos, apurate.
—Bien, no quiero seguir quitándote tu tiempo, veo que te esperan —No sé a que viene eso, lo digo sin pensar.
—Tranquila, te dije que no lo estoy.
Dudo un poco pero me animo a decir:
— Sólo quería decirte que voy directo al psiquiatra y quería ver si quieres venir para que te muestre mi lugar favorito.
—Pensé que sería hasta la otra semana,
—Sí, sí, lo sé. No tiene que ser hoy, sólo decía.
—No, esta bien. Es solo que lo dijiste ayer y hoy lo cumples. Vaya que ofertónse ríe, pero su chiste no me da risa
—Olvidalo, estaré ahí en veinte minutos, nos vemos y colgó.
Cuando rectifico que haya colgado, quiero aventar el celular pero no lo hago, comienzo a caminar un poco más lento y digo en mi mente "Ja, apurate rulitos", rulitos que ridiculo...
Noto que comienzo a sudar sin siquiera hacer calor, así que me quito el abrigo, lo que hace que me tranquilice.
Me siento en la banca del parque que está enfrente del hospital y 15 minutos después lo veo bajar de un taxi. Saca su celular y veo que marca un número.
Acto seguido, suena mi teléfono.
Así que contesto
—¿Si?
—Ya estoy aquí.
—Llego en unos minutos.
—Vale, iré a la tienda y regreso, ¿está bien?
—Claro.Te estarás preguntando, ¿Porqué dije eso? No tengo idea, me dio miedo.
Después de cinco minutos cruzo la calle y me quedo cerca de la puerta, entonces lo veo caminando con una bolsa de plástico en la mano.—Ya volví.
—Genial —levanto mi pulgar.
—Entremos.Cuando termino de registrarme, percibo que Iker está viéndome.
—¿Listo?
—Pero claro.Aprieto el botón del elevador.
Al entrar, noto como mi corazón late a mucha velocidad y mis piernas empiezan a temblar.No tengo fuerzas para nada, que ironía, en la mañana diciendo que me sentía capaz de todo y ahorita sólo me siento capaz de llorar.
Al abrirse las puertas salgo y veo como él continúa siguiéndome.
Es exactamente en una puerta algo vieja en donde me detengo.Me giro para verlo y le digo —Okay, este es... —iba a decir nuestro lugarcito en referencia a Harold y yo, pero hoy suena absurdo —mi lugarcito.
Abro la puerta, prendo la luz y dejo que pase...—Vaya, no veía venir esto.
—Es una cámara gasell, bastante vieja.
—Y ¿qué es?
—Una sala en donde entran, mejor dicho, entramos los pacientes y... ves esa ventana.
—Aja... espera ¿es una ventana? No lo parece.
—exacto, los niños no lo saben, pero desde ahí nos ven los "expertos y normales".
—Mmmm, no, no estoy de acuerdo.
—¿En qué?
—¿Quién es el que decide quién es normal y quién no?
—Estoy de acuerdo con eso, es decir, ahí nos ven los psicólogos.
—Mucho mejor, pero dime ¿Cómo escogiste este lugar?
—Digamos que hicieron varias cámaras gasell y dejaron de utilizar está. Así que vengo aquí. Me relajo y estoy sola.
—¿Y cómo sabes que no te están viendo por ahí?
—Nunca se sabe, pero aunque lo hagan me dan mi espacio y me gusta.
—Entiendo y Harold también sabe de esto ¿Verdad?Sabía que podría pasar.
—No tienes que fingir
—¿De que hablas?
—De Harold, no existe.
Su cara de confusion creo que es la que más me gusta —¿Lo-lo sabes?
—Me enteré al mismo tiempo que tú.
—¿Nos escuchaste?
—Así es. Por eso me dió el ataque.
—¿Qué?¿Cómo fue que llegaste hasta ahí?
—¿Hasta donde?
—La señora Renata te encontró en tu habitación.No entiendo nada.
¿Qué fue lo que pasó?******************
Gracias por seguir descubriendo junto a Mia su historia 🥺📚
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Solo ocurre una vez
Teen Fiction¿Te ha pasado que imaginas algo antes de que ocurra y justo cuando pasa todo es diferente? ¿Fue mucho peor o mejoró? Eso me ocurrió... desde pequeña imaginé que mi vida sería perfecta y feliz, y no, espera, no me mal entiendas. No me refiero a que n...