42. Señal ¿Para la llamada o para mi?

10 2 0
                                    

Elizabeth*

Mireya salió hace 5 minutos para comprar comida, aunque imagino que fue a comprar otra cosa que ocupará para el plan pero no me lo han dicho. Estoy en una habitación de hotel, en el piso 11 para ser exacta. Dijo que no tardaba y me encerró. Estoy en un cuarto con las paredes de color verde, ya está desgastado y se puede ver en algunas partes el color de la pintura que antes estaba, el amarillo. De muebles tenemos dos camas individuales, ambas con cobijas delgadas y de colores grises y negros. Enfrente de mí está un cuadro con una fotografía de un caballo y su jinete, al parecer en una competencia de equitación. El caballo está haciendo un salto para pasar una barra y la gente lo mira con la esperanza de que lo logre.

Suelto una risa de nerviosismo y me siento como ese caballo. La gente está expectante a ver que hago y esperan que no lo arruine. Me pregunto si ese caballo también se sentía así como yo. ¿Tendría miedo? ¿Habrá dudado al saltar?.

Dejo caer mi espalda a la cama y termino acostada por completo. Necesito dejar de pensar en el plan y en lo que voy a hacer. No entiendo en que momento llegará mamá. Mireya dice que llega en un par de horas. Me hace ilusión saber que la veré después de 10 años. Aunque... tengo un presentimiento. Siento que no debo hacerlo.

Un sonido me hace volver en sí. Intento seguir el sonido para llegar a él. El sonido del teléfono vuelve a sonar y me paro a lado de lo que debería ser una alacena. Contesto con ilusión esperando escuchar la voz de mamá.

—No digas nada. —Siento como me echan agua fría por todo el cuerpo, la voz no es de mamá es de Claudia. —vinieron a buscarla. ¿Me oyes?, la están buscando. Debes apresurante a convencerla porque si su indecisión sigue nos arruinará todo. El plan sube a fase 3. —Cuelga de forma repentina y dejo el teléfono en su lugar. ¿Qué tiene que ver ella en todo esto?, ¿Cómo es que sabe que estamos aquí?.

No entiendo absolutamente nada, sólo sé que esa llamada me confirmo dos cosas. La primera: hay algo que no me han contado y la segunda, no voy a hacer esto, debo salir de aquí antes de que regrese Mireya. 

Solo ocurre una vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora