11. ¿Una emoción buena o mala?

17 5 3
                                    

Iker Bennett*

Mia agrega, —Eso no tiene nada de sentido —mientras se sienta en una de las sillas
—Estoy igual de confundido que tú.
—¿Estás seguro que me encontraron en mi habitación?

Pongo la bolsa de plástico en el suelo y tomo asiento a lado de ella en la otra silla —Cuando salí de la oficina de Derek, la directora Renata corrió a avisarle y fue ahí donde me enteré, salí corriendo y ya estabas en su oficina de ella.

—Es que insisto, no tiene sentido. Yo me encontraba a fuera de la oficina de Derek cuando tuve el ataque.
—Lo importante es que estás bien.
—No, lo importante es que ahora sé la verdad.

Por las acciones que hace, sé que está avergonzada. ¿Qué pensará en estos momento?, ¿Cree que pienso cosas malas de ella?, entonces me animo a decirle —Bueno, sólo quiero que sepas que entiendo la razón por la que lo hiciste...
Me interrumpe, —Claro que no lo entiendes. No sabes nada de mi.
—Dejame terminar porfavor.
Su cara muestra enojo o desesperación, no sé exactamente cual porque aún no termino de decifrarla, pero cómo no agrega nada más, continuo.
—Cada que necesites hablar con alguien, aquí estaré, o sea no exactamente aquí en tu lugar, quiero decir, cuentas conmigo.

Se levanta de su asiento y comienza a dar vueltas por la pequeña habitación —¿Te estás escuchando? —Suelta una risa de burla pero creo que es más por nervios— es ridículo que muestres interés y preocupación por mí, cuando nisiquiera te importo, no sé si recuerdas las palabras que dijiste el primer día que llegue, cuando estaba leyendo el libro en las escaleras.

Intento recordar pero no logro concentrarme mientras tengo sus ojos clavados en mí. Así que pongo cara de confusión y ella me imita diciendo: "Yo sólo quiero hacer lo que me dijo mamá..."

—Bien, sé a lo que quieres llegar.
Levanta su mano en símbolo de advertencia —No, dejame terminar. Aunado a eso Cloe estuvo aprovechando cada ocasión para decirme "dale una oportunidad a Iker, permite conocerlo ya que está haciendo muchas cosas por entenderte".

Sólo en espera de ver si ya término, digo —¿es todo?
—Deja de fingir.
—Bien, ahora dime tú, ¿Qué tiene de malo que me preocuparme por ti?
—No es eso, es sólo que lo haces por que te dijeron Derek y Cloe.
—Sí, me lo dijeron, pero deberías ponerte a pensar en que si lo hago es porque quiero.
—Vete de mi lugar —Se levanta y abre la puerta.
—Vaya, pensé que la chica que me gusta era más educada —Me giro para tomar mi mochila, mi sudadera y la bolsa de plástico.

Mia*
Sé que debería de sentirme mal por la pelea que tuvimos, pero creo que no sirvo para eso. Tengo que enfocarme en una emoción a la vez y por el momento siento un revuelco en el estómago. Pongo una mano en mi estómago y la otra en la frente, no puedo parar de sonreír como una estúpida.  ¿Me dijo que le gusto?

Me siento en la silla en la que estaba antes de pararme y ponerme a pelear.

—Creo que te excediste Mia —Me digo a mi misma como regaño. Mientras busco mi celular entre mis cosas para llamarle a Iker y reparar lo que acaba de pasar.

Al encontrar su nombre en mi lista de contactos le llamo: Buzón movistar, la llamada se cobrara al terminar los tonos siguientes. Me quedo callada unos segundos y digo. —Aún no entiendo esto del buzón, ¿Tú lo vas a escuchar, no? —Tomo aire y lo saco lo más rápido que puedo— Bi-bien, lo siento Iker, no-no debí comportarme así, ni correrte así.
No quería que te fueras, lo dije cómo una expresión no cómo una orden. ¿Po-podemos hablar? —y cuelgo.

Al llegar a la vecindad, no presto atención al lugar, ni a las personas. Me dirijo directamente al cuarto de Iker, pero tras tocar un par de veces, Cloe me dice: no está en su cuarto, está en la azotea.
Me volteo y subo las escaleras, —Gracias.

Al subir a su "lugarcito" veo que está sentado en el piso con los pies cruzados.
—Sabía que estabas aquí.
—¡Qué novedad! —Obviamente lo dice de forma sarcástica.
No lo culpo, soné como una idiota —¿Puedo quedarme?
Gira su cara, me ve y dice, —pero claro, yo no suelo correr a mis invitados —se pone de pie y comienza a dirijirse a las escaleras —Te quedas en buen lugar.

Lo único que hago al reaccionar es detenerlo de su mano.
—No te vayas, hablemos.
Se ríe —¿Qué te hizo cambiar de opinión?, ¿Qué te confesé que me gustas? —con su otra mano quita la mía para que deje de detenerlo — hablas de cosas absurdas y tus cambios de humor no se quedan atrás —Se gira y comienza a caminar en otra dirección.

Dejo de escucharlo y al ver que se aleja lo único que hago es correr en su dirección, me pongo enfrente y cuando él dice —Quieres hablar, bien, hab... —yo lo interrumpo plantandole un beso.

Solo ocurre una vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora