Solo ocurre una vez

38. El accidente

Jackson*

—Al parecer, la familia Flander Belmont esperaba que llegará la familia de Finner, pero no fue así. Llegó sólo él. Por alguna extraña razón él ya sabía el plan. Estaba al tanto de  que ya sabiamos todo lo que hizo, que la reunión no era familiar sino para hacer que se entregara y por obviedad no lo haría. Es por eso que yo no llegué a tiempo, porque todo se cambió. —Se queda callado unos segundos para contener el sentimiento— Él llegó antes de lo previsto y aunque para ellos ya era sosprecho intentaron hacer como que nada pasaba. Cenaron de manera rápida y brindaron tomando una copa de vino.  

Santiago diría algo que no fuera parte de la platica que tendrían ellos dos a solas, sin embargo se adelantó Spencer —¡Por la amistad! —y rió. Flander siguió el juego y dijo, —Por las grandes amistades, aquellas que no traicionan.  —Por las personas que saben tomar buenas decisiones y por las que quieren más a su familia que su trabajo y dejan de intervenir en asuntos que no les compete. —él levanto la voz y se acerco a Santiago. Zaira sabía que el ambiente se transformaba y ya no era un festejo sino una amenaza. Finner sacó una arma y lo pauntó. Flander levantó las manos por instinto e intentaba calmarlo. Pero a cada movimiento que hacían Santiago o Zaira sólo ponía más nervioso a Spencer.  La pelea se complicó a tal grado de llegar a los empujones y por ende a los golpes. Pero zaira reaccionó. Estaba tomada, sí, pero no borracha. Estaba consiente y por eso su única reacción fue tomar el cuchillo entre sus manos para enterrarselo a Spencer. Mientras corría se atravezó Santiago, él amaba tanto a su familia que la defendería a capa y espada, imagino que lo que pasaba por su mente era no deja que Zaira se involucrara con un Oficial y un Mafioso, no permitiría que convirtiera en asesina, pero Finner si la dejó.

El sonio que generó el cuerpo fue lo que la hizo reaccionar, se acercaron las dos e inmediatamente la abrazaron. elizabeth tenía tan sólo 8 años y aunque ya entendía ciertas cosas, esta en definitiva no lo entendía. El cuchillo se entrerrro en el pecho y la muerte fue débil.  Mientras ellas lloraban y se despedían Finner le marcaba a la polícia. Sabía que la radio le pediría a los oficiales que estuvieran más cerca que acudieran al lugar del accidente. Ese llamado también me llegó a mi. Estaba practicamente estacionandome y cuando confirme que sed referian a la dirección de Flander, dejé la patrulla mal estacionada, incluso abierta. Tomé mi arma y aunque en el fondo lo sabía, quería que fuera Spencer. Al abrir la puerta de una patada vi la escena. Había sangre por todas partes y Santiago estaba muerto. Finner nos amenzó. A Zaira le dijo que tenía que inculparse, la hizo beberse casi media botella, tendría que fingir que estaba borracha y que no entendía que estaba pasando o se encargaría de meter en la empresa a Elizabeth, eso implicaba que vendiera drogas o que vendiera su cuerpo junto a las demás chicas que tiene. A mi me amenazó de muerte y no me importo, pero no me creyeron, todo coincidia a lo que atestiguaba Spencer y Zaira. Él se deslindo por completo diciendo que recibió el llamado y acababa de llegar al igual que yo. Zaira aceptó con la condición de hablar conmigo antes de que la arrestaran. Me encargó a Elizabeth, me djo que la llevara a Nicklaus Children's Hospital, y  que aunque ahí había alguien que la ayudaría fuera a verla aunque sea una vez por semana. Y lo hice, la vi crecer, la vi aislarse de las personas, la vi hablando sola, la vi salir del hospital e irse a vivir a con ustedes, la seguí todas las veces que pude... 

—Claro, por eso sedntía que la seguían la mayor parte del tiempo. 

Es inevitable sonreír —la vi contigo caminando por la calle, la vi teniendo ataques y aunque no logré cumplirle la promesa a Flander, pensé que le debía eso y lo cumplí. La cuidé, al menos lo poco que pude. 

—¿Porqué si Elizabeth lo conocía, no se le acercó?

—Zaira quería que enfrentara la vida sola pero acompañada. A esa edad dependes de todo y aunque sería dificil no había opción. 

—¿Entonces ella no sabe que la cuidaste? 

—Bueno, digamos que no lo hice del todo. Nunca me percate de que recibia cartas. Sino se lo ubiera dicho a Zai. 

—¿Usted mantuvo contacto con Zaira? 

—Sí, pero nos permitiamos vernos una vez al mes porque no es bien visto que un oficial vaya a ver a una "asesina" si no es su defensor o acusador. 

Es el psicologo el que habla, —¿La quiere verdad? 

—¿Disculpe? 

—Me refiero a Elizabeth. 

—No pude tener hijos y no era algo que me  conflictuara, después entendí que mi misión era cuidarla. Sé que no está su padre e intente serlo, aunque quede muy por lo bajo. Perdón, creo que no me doy a entender. 

—Claro que sí, lo entiendo. Ella, tan inocente, tan fragil y pequeña, logro ganarse mi corazón. Y si le hace sentir mejor, yo la cuide de cerca y tampoco supe de las cartas hasta hoy. Así que ambos hicimos y dimos lo que pudimos, ¿de acuerdo?

No logro contestar pero asiento. —¿Alguna otra duda? 

El chico, el más callado, habla —Sí, ¿Qué pasó con Finner? 

—Se jubilo. 

—¿Entonces nunca pagó por lo que hizo? 

—No, sigue suelto a fuera. 

—Disculpe, ¿cuál era su nombre completo? 

—Spencer Finner Camelio. 

—Y.. ¿Sabe donde está? 

—No, ni idea. 

—¿Tendrá una foto de él? quisiera saber cómo es. 

—Claro, tengo una de cuando subió de puesto, hace 6 años. —Me levanto de mi lugar y abro mi estante. Tomo la foto enmarcada y se las enseño. Los 3 se ponen de pie y se acercan para apreciarla bien, hasta que los 3 intercambian la mirada 

—Debe ser una broma. 

—Sí, una broma de muy mal gusto... 

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