La pequeña cancha de baloncesto, donde nos reunimos algunas veces para jugar partidos informales entre las dos escuelas, está teñida de rojo y azul. Cada quien porta su respectivo uniforme, y mientras algunos hacen pases por mero entretenimiento, otros conversan y ríen distraídamente.
Los grupos están definidos, es muy fácil ubicar a cada persona. Por un lado, tenemos a los de último año. Sonny Black, el jugador estrella del East, conversa con Annabeth y Nick, su mejor amigo en común. Este último, además, le dedica miraditas a Ronnie de vez en cuando, lo que a Jude, que le susurra algo a Janice, no parece gustarle ni un poquito.
Elina está riendo con Sienna, y si bien no puedo asegurarlo, creo que están diciendo cosas sobre Ronnie. No me extrañaría. Ella, por su lado, hace caso omiso y habla con Amy mientras le devuelve las miradas a Nick.
Kenya, Sam y Chris están un poco más allá, bastante ajenos a la reunión en general.
—Veo que llegamos un poco justos de tiempo —nos dice Ben, acercándose a Archibald, Angela y yo. Ahora que Donovan no está, parece ser él quien se queda con su puesto. En un principio, creí que Archie iba a quererlo, pero no protestó demasiado cuando fue descartado como futuro capitán. Supongo que no tiene tanto temperamento como para pelear por el mando.
—Una reina nunca llega tarde. Los demás siempre llegan antes —bromea mi amiga, haciendo referencia a Julie Andrews en "El diario de la princesa". Ambas adoramos la película, sobre todo la segunda.
Christopher, cuando la ve, se acerca junto con Sam. Le dedica a Angie una mirada bastante significativa, que mi amiga le devuelve con una pequeña sonrisa. Creo que ya los shippeo.
Por mi parte, no puedo evitar abstraerme observando a su amigo. Samuel O'Callaghan es, probablemente, el sujeto más atractivo que puedan encontrar en el lado Este. Sacude su cabeza, para apartar un mechón de su flequillo rebelde, y luego me pilla mirándolo. Sonríe con diversión en mi dirección, pero por fortuna no hace ningún comentario del que tenga que avergonzarme.
—¿Cómo estás, Bai? —dice, en cambio.
—Todo bien, Sam. ¿Qué hay de ti? Vi que estaban practicando con Kenya hace tan sólo algunos minutos —comento, señalando a su amigo con la cabeza. Está un poco más allá.
—Mejor que hayan practicado, así el West no va a ganarles de una forma tan aplastante —lo provoca Archibald en broma.
Ahora es Kenya quien se acerca, y no parece haberse tomado muy bien el comentario de mi amigo. Lo observa de arriba abajo alzando las cejas y, si bien lo dice como un chiste, noto verdadera molestia en su voz. Los otros también parecen darse cuenta.
—Que yo sepa East High viene ganando los campeonatos por tres años consecutivos.
—Me alegra que por fin llegaran —interrumpe, redoble de tambores, Sonny Black—. Ahora sí podemos comenzar el partido, ¿no?
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En pocas palabras
Teen FictionWest High es, para Bailey Monroe, el epicentro de su vida social: forma parte del equipo de animadoras, se codea con las personas más populares de la escuela y es el alma de toda fiesta en Brighton. Sin embargo, cuando todo parece marchar bien, surg...