Me siento silenciosamente junto a Kimmy tras haber pasado gran parte del primer y segundo tiempo en compañía de Bruce. Mi compañera me observa con un deje de reproche, mas su expresión principal es inquisitiva. Sé que se pregunta dónde demonios estuve todo el rato.
—¿Por qué no regresaste con un bocadillo? ¿Acaso te lo comiste antes de volver para no tener que compartir? —pregunta, ofendida. Vaya, no era lo que esperaba oír.
Su observación me resulta divertida. En circunstancias normales, tal vez lo hubiese hecho. Pero no es el caso. En voz baja, explico lo sucedido. Se muestra reacia y escéptica a involucrar a Chico Bestia en esto, pero acaba convencida cuando le informo que detesta a Rayder tanto como nosotras.
—Le envié un mensaje a ya sabes quién para encontrarme con él aquí —anuncio.
El ex de Kim no tiene idea de mi alianza con ella, y desconoce que sé que presume mis supuestas fotos. Simplemente le digo que escapé de casa para venir a ver el partido y ni siquiera sospecha.
—¿Debería estar por la zona entonces?
—Probablemente. Prometió avisar cuando llegara al South Side.
Diviso a Donovan a lo lejos. Está encorvado, siguiendo el juego atentamente con la mirada, moviendo las piernas con evidente nerviosismo. Me hace algo de gracia. A su lado, Stella le pone toda la emoción al asunto. Salta, se lleva las manos a la cabeza, y cuando Ben pierde la pelota por accidente toma con ira el cartel que preparó en apoyo al West y lo rompe en sus narices.
Consulto la hora en el reloj de mi teléfono. Según mis cálculos, la segunda parte del encuentro debería estar por terminar. Así se lo anuncio a la chica junto a mí, quien asiente.
En el entretiempo, nos agrupamos rápidamente con Angela y Stella en un sector poco concurrido. Esta última saca su laptop de la mochila que trae y nos anuncia, orgullosamente, que consiguió entrar de forma remota a la mensajería de Rayder.
—Vi las fotos ya que estaban ahí, Bai. Debo decir que el parecido contigo es increíble. Parece que tiene un fetiche o algo así. Quizá es un loco obsesionado.
Miro de reojo a Kim, quien baja la vista. Me siento mal por ella; por más rabia que sienta estoy segura de que aún tiene sentimientos por el chico, y oír eso ha de ser doloroso. Le pongo una mano en el hombro, dándole mi apoyo.
—Bruce va a ayudarnos. Me dijo que me reúna con él cuando esté por verlo, aunque no sé exactamente qué trama.
Angela frunce el ceño, disgustada con el imprevisto, pero Stella le resta importancia con la mano.
—Oh, genial. Estoy segura de que hará un buen trabajo con lo que sea que haga. En fin, asegúrense de que "R" esté en la cancha a las 10:10 PM, que es en teoría cuando terminará el juego. Accederé al servidor del instituto y todos oirán y verán por las pantallas lo que nuestra víctima tiene para decir...
ESTÁS LEYENDO
En pocas palabras
Dla nastolatkówWest High es, para Bailey Monroe, el epicentro de su vida social: forma parte del equipo de animadoras, se codea con las personas más populares de la escuela y es el alma de toda fiesta en Brighton. Sin embargo, cuando todo parece marchar bien, surg...