Epilogo

244 24 17
                                    

Pasamos aquellos días de invierno separados de la realidad, en la monotonía, al contrario de la última vez, que esta fue la causa del frio; ahora era la fuente de la calidez que sentía. Hacíamos muchas cosas y al mismo tiempo no hacíamos nada, todos los días eran lo mismo, y, de alguna forma, siempre eran diferentes uno del otro.

Esos días se hicieron largos, casi eternos, como si el mundo se hubiera detenido dándonos más tiempo juntos; leíamos, llorábamos, cocinábamos, reíamos, probábamos la durabilidad de la cama... Fueron, momentos tan triviales como únicos.

Un día, como cualquier otro, desperté esperando ver su rostro y poder tocar su mano fría, pero no fue así.

Miré mi alrededor, todo era blanco, y con todo me refiero a la nada misma, parecía un cuarto vacío sin final, se veía nada. Solo estaba yo. Me levante del suelo, esperando algo, alguna señal, una voz, o algo.

Y ese algo apareció.

— Link...—De pie, enfrente mío. Llamo una figura humana borrosa.

— ¿Dark? —Pregunte, acercándome. Y dándome cuenta de que había una especie de muro no visible que nos separaba— ¿Dónde estás? ¿Y porque no puedo verte? —Pregunté, tratando de mantenerme en calma.

— Y-yo... Eso ya no importa, solo me dieron unos minutos para despedirme.

— ... ¿Me dejarás solo?

— Un trato es un trato. —Dijo con un tono resignado, recordándome con eso, que ninguno de los dos podía hacer algo contra la voluntad de las diosas. Colocó su mano sobre aquel muro, haciendo un poco más visible su palma y yo hice lo mismo.

— Nunca creí que fuéramos a tener un final como este. —Suspiré, entristecido.

— ¿A qué te refieres? —Respondió en un tono más alegre— Yo nunca había imaginado un final tan bello como este.

Sonreí, aunque él no puedo verlo.

— Oye...

— ¿Sí?

— Algún día, construiré un mundo en el cual podríamos ser juntos. Es una promesa.

— ¡Te ayudaré! —Dije con una seguridad efímera—. Realmente no sé cómo, pero lo haré, no pienso quedarme esperando.

— Gracias... Tengo que irme ya. Te amo.

— Yo también te amo, espero verte de nuevo.

Soltó una risa sueve, y por un instante, algo menos que un segundo, puede verlo, sonriente, despidiéndose con la mano, y con los ojos llenos del brillo que provocan las lágrimas que se contienen.

El primer rayo de Sol entro y golpeó mi cara, y ahí supe dos cosas; la primera, fue que era el Sol cálido de la primavera, tan suave como el aroma a flores que el viento tenia, que ahora odiaba con todo mi ser. Y la segunda, que ya nunca sentirá su mano fría al despertar, y que su lado de la cama ahora siempre estaría vacío.

Me quede con ojos cerrados, esperanzado con fe de que estaría ahí, que, de alguna manera, lo que acaba de ver, solo fuera un sueño poco convencional que mi mente creo por miedo o como recordatorio.

Giré mi cabeza adonde se supone y esperaba que estuviera, y ahí, miré como su lado de la cama estaba vacío, tendido y ordenado, sin ninguna arruga o evidencia de su existencia.

Solo su olor, combinado con el de hojas secas y quemadas, esa era la única evidencia para hacerme saber que él existió, y que no fue un sueño idealista.

Al levantarme, vi que en el escritorio había varios mapas, un cuaderno de cuero y una nota, un papel suelto que he leído tantas veces desde ese día.

"Cuando leas esto yo ya no estaré... ¿Que puedo decirte que no te haya dicho ya?

Siento mucho todo esto... No puedo pedirte que me recuerdes, pero no soporto la idea de que me olvides. Entendería que me llegaras a odiar, pero quiero que sepas algo, caballero mío. Siempre te amaré.

Vive tu vida, haz lo que sea mejor para ti; enamórate de nuevo si eso quieres, ríe, busca aventuras, deja tu marca en este mundo, Link.

Me hiciste muy feliz."

Una carta simple y corta, quizás, apresurada, eso no me importo en el momento en que la leí, ni en el momento que en que la recuerdo y la trascribo aquí. Era lo ultimo que me quedaba de él, lo ultimo a lo que podía aferrarme.

Ha pasado un tiempo desde que no escribo en este cuaderno, cinco años ya, cinco años...

Cuatro años que me levantó; queriendo imaginar que todo fue un sueño, que aún tengo una oportunidad de estar con él más tiempo. Realmente no sé qué escribir, porque no sé quién ha leído esto, pero supongo que debo empezar por algún lugar...

Si en todo caso, eres un curioso u otro héroe, y has llegado hasta aquí, te pido que mi experiencia no afecte a tuya, quizá sepas quien soy, quizá no... pero, creo que sepas que hacer con estas páginas, o talvez, no porque no entiendas nada.

¿Podrías entregarle este cuaderno a Dark cuando lo veas? ¿O al héroe?

Confió en ti.

...

Si por gracia de las Diosas, eres tú, Dark quien leyó todo esto, lo único que quiero decir que es te amo, ha pasado mucho tiempo, y, aun así, tu recuerdo andante está conmigo siempre. Ha sido difícil, tratar de olvidarte es imposible, porque todo sigue igual; el aire aún tiene tu aroma, la cama aun dibuja tu sitúela al caer la noche.

Tengo la sensación de estar esperando.

Mi encierro duro un par de semanas más, creo que solo fueron un par de semanas. Zelda... La princesa fue una gran ayuda en aquel momento, ella fue a buscarme, ella me ayudo a salir de casa, a seguir con mi vida, aunque, nunca supo cómo termine en ese abismo. Realmente, no sé qué piensa sobre lo que me paso, quizá piensa que haber dejado el trabajo me deprimió, o que la falta de lo conocido me hizo sentir vacío. Nunca hizo preguntas, solo me ayudo y me salvo, estaré eternamente agradecido por eso.

Lo hago bien, supongo.

A veces, lloró cuando río, y otras veces, río cuando lloró. Pero me mantengo con vida, creo que eso lo que importa, ¿no?

...

Esta será mi última entrada a este escrito de sucesos, emociones y vivencias, voy hacer un viaje largo con la princesa, no sabemos con qué nos encontraremos en las profundidades del castillo, pero estoy seguro que será algo importante.

Bueno, una vez más, te recuerdo que siempre estaré esperando verte de nuevo, y cuando lo haga estaré feliz. 

¿Quién Eres?  [Link x Dark Link]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora