Coloqué la vela en una esquina, tomé el libro que hablaba de la historia de Hyrule; y los otros dos los dejé en la esquina contraría a la vela.
Comencé a leer, narraba la creación de Hyrule y la función de las Diosas en este.
— ¿Así que de repente estudias historia, eh?—
Di un respingo muy notorio al escuchar su voz, respirando profundamente para apaciguar mi instinto de supervivencia.
Lo observé, aún exaltado.
Gracias a la poca iluminación, no podía distinguir muy bien su cuerpo de la oscuridad, como si fueran uno solo. Aparte de su rostro, sus ojos eran lo único distinguible. Era como ver dos rubís en medio de carbón y cenizas, distinguible en cualquier lugar y en cualquier momento.
— ¿Quieres comer algo...?—Preguntó, con una voz más tranquila que la anterior.
Negué con la cabeza, volviendo al libro. Con la esperanza de me dejará solo.
Su ser... Su aura... Todo de él, era lo contrario a lo carismático. Era lúgubre. Era silenciosamente ruidoso.
Podía sentir como me clavaba su mirada en la nuca. Me sentí como una caza indefensa ante su cazador. Apreté mi mandíbula, impaciente. Odiaba sentirme así. Y al mismo tiempo, tenía muy presente el no poder hacer algo contra él.
Su presencia era incomoda, hostigante y, aunque me cueste admitirlo, intimidante. Como dije antes, una caza ante su cazador.
Apreté un poco más la mandíbula, recordando el «sueño» de la noche anterior. Esas imágenes me intranquilizaban. Eran tan reales, tan vivas, tan concretas... Pensar en aquello, me deshabilitó.
Miré de reojo la pared, en dónde está apoyado. Ni siquiera disimulaba el hecho de que me observaba. Ver esa mirada vacía, que trataba de emular el brillo de la vida, me incómodo.
Quiso venir a mí un dolor punzante, agregando que mi estaba a rebosar de preguntas sobre, por y para él.
¡¿Quién eres?!...¡¿Qué quieres?!...¡¿Qué tengo que recordar?!...¡¿De dónde me conoces?!...¡¿Porque...?!
Más preguntas así fueron frenadas, por el golpe brusco de su mano contra la mesa.
— Ya desembucha...—Dijo con un dejé de molestia— ¿Qué quieres preguntar?
Eso último, lo dijo inclinándose con una pose contraría a su tono de voz.
Cruzó los brazos, levantando un ceja un poco más que la otra, y posando sus ojos en los míos. Tratando de analizar me exhaustivamente.
Incliné la silla, evitando el contacto de la punta de nuestras narices. Lo miré de la misma forma, mientras buscaba palabras.
— Solo estoy tratando de leer...—Traté de esquivar el tema.
Me miró una vez más, con una sonrisa de lado. Quitándose de encima.
— Link, has estado "leyendo" la misma página, durante ocho minutos.—Respondió, un tanto burlón.
Miré a la nada, rebuscando algo más del libro en mi mente. Encontrando solo lo antes mencionado.
Por el rabillo del ojo, puede ver su sonrisa de oreja a oreja.
¿Esta es su forma de mostrar su enojo?
— Te conozco mejor que tú sombra. No puedes mentirme.—
Sonrío una vez más, con aire de superioridad. Tan orgulloso de ello, como si de verdad importa en algo.
Fruncí el ceño levemente y baje la mirada, ante tales palabras. Volvió a apoyar se en la pared, esperando mi respuesta.
Talvez un insulto, talvez una excusa mal planea... Pero no iba a darle ese gusto.
— ¿Porqué...?¿Por qué no puedo mentirte, Dark?—Respondí, después de unos segundos. Con el mismo tono que él uso.
Abrió su boca, cerró los ojos y espero a que la respuesta saliera sola, pero no fue así. Abrió de nuevo los ojos, y me miró, sin decir nada. Parpadeó un par de veces, bajando su mirada.
— No puedo d-decírtelo...—Vi como se odió por tartamudear. Apretó sus labios, que querían comenzar a temblar— Aún no...
Tragó grueso.
Su «máscara» se había caído ante esas palabras. No sabía que peso tenían para él, pero era bastante. Lo suficiente, para casi quebrarlo.
En ese instante, no sentí remordimiento. Solo lo miré, esperando que volviera ha actuar como siempre.
Además, una nueva pregunta rebotaba con las demás: ¿Qué tenía que esperar?
¡¿Y aun así tenía que tratarlo bien?! No, no tenía derecho a pedirme tal cosa.
— ¿Por qué no...?—
— Sin tus recuerdos...no tendrías.—Su voz apagada y su mirada igual.
Fugazmente, me pregunté si así estaba la vez que nos conocimos, bueno, cuando yo lo conocí.
— ¡Haz que entienda sin ellos!—Alcé un poco la voz, apretando mis puños y mis músculos.
Al instante, relajé mi cuerpo. Inhalando, con la poca cordura que me quedaba.
— No es tan simple...—Insistió con su punto, de mala gana.
— ¿Porqué? ¿Por lo de anoche?—Sin poder controlar lo que pensaba y decía. Saque el tema son contexto, arrepentido me de ello.
Algo en él me insistía gritarle. Mientras, otro algo en él me insistía lo contrario.
— ¿Qué de anoche?—Preguntó con tono pícaro.
No conforme con que perdiera tiempo, quería que le hablara de una tontería, ¡de una insensatez!
— S-sabes de lo que habló...—Está vez, fui yo el que se odió por tartamudear.
Era ridículo seguir insistiendo, pero me había bloqueado la posibilidad de pensar correctamente.
— ¡Link, no lo digas como si...!—Suspiró, acariciando si frente. Haciendo desaparecer aquella sonrisa. En el fondo, también estaba harto de esto.
Esbocé una sonrisa por eso. Por un instante, entendí la satisfacción de molestar a otro hasta el cansancio.
— Olvídalo, da igual...—Se veía cansado— Lo que quieres saber no te lo puedo decir, en este instante.—Dijo como si le explicará algo a un niño pequeño.
Lo miré, insatisfecho por su respuesta. Estaba a punto de abrir mi boca, cuando Dark continúo hablando.
— Por ahora, mantenlo en secreto para todos, ¿quieres?—Y con eso dicho, bajo las escaleras. Dejándome solo.
Suspiré sobre la vela, apagando la y cerrando el libro a malas.
Me dejé caer sobre la cama, aún con rabia contenida, que no me dejaba ponerme cómodo. No pasó mucho, para que se disipará, pero no podía dormir, igual.
No solo eran las dudas, la rabia o las ganas de discutir sin razón alguna. No, era diferente.
Reviví en mi mente la noche que lo conocí, una y otra vez. Al final, coloqué dos mis dedos en mi labio inferior, siento me igual que en esa noche. Al igual que esa noche, un escalofrío recorrió mi cuerpo, pero está vez, el escalofrío trajo consigo un sentimiento diferente... Y raro, algo que no reconocía del todo.
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¿Quién Eres? [Link x Dark Link]
Fanfic[Si no te gusta el crackship, pero te mueve el morbo/chisme cámbiale los nombres a Baji y Chifuyu (Según @las_piernas_de_bum no yo)] Link, el Campeón de Hyrule, lleva una vida tranquila desde la derrota de Calamity Ganon. Trabajando con la Princesa...