Me levantaba, comía el desayuno, que preparado por Dark; para después irme a la lucha. Luego, me cambia, me secaba el cabello, Dark desinfectaba la herida y me quedaba en la cama todo el día. Escuchando como se encargaba de la casa.
Así varios días transcurrieron, no sé decir cuántos.
Finalmente, Dark me quitó la venda. Diciendo que ya no lo necesitaba.
Con lentitud y dificultad abrí los ojos, parpadeando un poco. Acostumbrado me a la luz de la habitación.
Lo primero que vi fue el suelo y mi pies, aún húmedos y sin calzado por el baño. Observé las sábanas, en donde estaba sentado, y la mesita de noche.
Era difícil ignorar su presencia, pero no quería ponerle cara al nombre. No quería saber que podía encontrar ahí.
Cuando por fin tuve el valor de mirarlo, no fui directamente a sus ojos. En cambio, fijé mis ojos en sus botas viejas y desgastas, subiendo con fobia discreta hasta su rostro.
Sus ojos se cruzaron con los míos. Me miró sin expresión, por unos segundos.
Interrumpió el contacto al bajar su mirada, buscando algo en su bolsillo.
Sacó un espejo pequeño y rectangular, ofreciendo me lo.
Lo tomé, fijando me en la cicatriz de mi rostro; iniciaba arriba de mi ceja, cruzaba un tercio de esta, luego se desviaba a mi sien, terminando dónde iniciaba la mejilla.
Le devolví el espejo, sin comentar algo.
Ver esa cicatriz me puso a pensar en la última vez que Mipha me curó, la última vez que estuvimos juntos.
Si ella aún estuviera aquí...Todo esto no hubiera pasado.
Ella no tiene la culpa...
Me coloqué mis botas para dar una vuelta. Necesitaba caminar. Aire fresco. Saber que aún gente afuera.
Después de cruzar el puente encontré todo eso.
Escuchar las risas, los murmullos y como la brisa arrastraba algunas hojas a su paso, fue muy relajante.
Me apareció irónico que esa necesidad apareció después de mi despertar, y no con está.
Caminé despacio, disfrutando de cada detalle del paisaje común.
Después de recoger algunas manzanas y talar algunos árboles, regresé a mi casa. Listo para preparar manzanas asadas.
Crucé el puente, viendo cómo Dark preparaba la montura su caballo.
Me quedé ahí, esperando que se diría cuenta de mi presencia.
Prosiguió a apoyar su frente en el costado de su caballo negro. Dándole unas palmadas, soltó un suspiro.
Se giró a verme, como si ya sabía que yo estaba ahí.
— Regreso antes del atardecer—Dijo, subiendo a su caballo—. Voy con el Gran Árbol Deku...
— ¡Voy contigo!—Y con esas palabras, solté las manzanas y los leños. Algunos de estos rodaron.
En una mueca que quiso ocultar, acepto. Rápidamente, pusimos rumbo al bosque.
No era necesario decir porqué lo acompañaba. Era mi asunto. Además, me era indiferente porque iba dónde el Árbol Deku.
La realidad era que, me urgía que se fuera de mi hogar.
La simple idea que alguien que nos conozco estaba en mi casa, me irritaba. No me gustaba esa idea, simplemente.
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¿Quién Eres? [Link x Dark Link]
Fanfiction[Si no te gusta el crackship, pero te mueve el morbo/chisme cámbiale los nombres a Baji y Chifuyu (Según @las_piernas_de_bum no yo)] Link, el Campeón de Hyrule, lleva una vida tranquila desde la derrota de Calamity Ganon. Trabajando con la Princesa...