Cuando mi madre murió, mi padre comenzó a llevarme a sus misiones. Gracias a eso, tuve la oportunidad de conocer diferentes territorios. Todos muy diversos y coloridos. Todos muy únicos.
Algunas veces, me escapaba del grupo. Y me iba a explorar por mi cuenta; sobre todo en bosque o similares. Siempre sentí una atracción a ese tipo de lugares, me gustaban más que los terrenos baldíos y rocosos.
Con esta información, ya deberían saber cuánta fue mi sorpresa al llegar al bosque Kolog.
Me adelante un poco sin decir nada, quería respirar de toda esa incomodidad que tenía el ambiente desde que salimos de casa.
Llegue donde el Gran Árbol Deku, parecía descansar. Todo estaba en una calma, casi, celestial. Deje que el silencio inundará mi oídos, transportándome por unos segundos a mi infancia, cerré los ojos.
Un ruido insignificante rompió todo eso, dejando disolver aquel silencio con los susurros de los Kologs. Abrí los ojos, alertado por la reacción del Árbol Deku.
Soltó un bostezó incompleto al verme, rio para sí.
— Parece que algunas cosas nunca cambian, ¿no es así, joven oscuro?—
Gire, dando me cuenta de la presencia de Dark. Sonría de lado, sin mucha convicción. Gire de nuevo, observando el resplandor intenso de la hoja de la Espada Maestra.
— Si...así parece—Respondió.
Dejamos a un lado la charla, para dar a lugar al estado Déjà vu. Fue más rápido y sencillo de lo habitual.
Al abrir los ojos, puede ver como un puente móvil bajaba. Dejando pasar un caballo blanco, que montaban dos damas; una mujer adulta y una niña, que tenía alrededor de los diez años.
Esta última, me miro con preocupación.
Tras un relincho de caballo, gire para ver a un hombre, montado en un caballo negro. Ambos vestidos de ropas y joyas finas.
En medio de ese caos una vocecilla me despertó. Era un hada, se llamaba Navi y me explico que el Árbol Deku me había convocado.
Tuve el presentimiento de que algo malo estaba a punto de suceder. Y con este presentimiento, me equipe con un escudo y una espada.
Una vez cara a cara con el Árbol Deku, me dio mi primera misión: Eliminar la maldición que lo atormentaba. Para eso nos adentremos hasta lo más profundo del árbol. Donde, por fin, encontramos la fuente del mal, una espacie de parasito arácnido llamada Reina Gohma. La cual, fue derrotada y eliminar.
Tras salir del árbol, este comenzó a hablar.
— Bien hecho, Link—Me felicito—. Has demostrado ser muy valiente...—
Sonríe, agraciado por sus palabras.
— Sabía que eras capaz de cumplir con esta misión. —
Suspire, pensando en que todo había acabado. Listo para volver con los demás, y para contarle todo a Saria. Quien supe, que era mi mejor amiga, de esta vida, claro.
— Pero, tengo más cosas que quiero contarte, ¿quieres oírlo?—Pregunto, dejándome saber que eso sería largo.
Termine por sentarme en el suelo, con Navi ocupando mi cabeza como asiento.
Me informo sobre el autor de su maldición, un hombre del desierto. Que andaba en busca de la Trifuerza: El poder Sagrado de las Diosas. Además, me explico el origen de Hyrule. Como las Diosas lo crearon, dejando el poder Dorado como firma de su creación.
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¿Quién Eres? [Link x Dark Link]
Fanfic[Si no te gusta el crackship, pero te mueve el morbo/chisme cámbiale los nombres a Baji y Chifuyu (Según @las_piernas_de_bum no yo)] Link, el Campeón de Hyrule, lleva una vida tranquila desde la derrota de Calamity Ganon. Trabajando con la Princesa...