XX

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En un segundo de olvidez, abrí los ojos. Lo primero que sentí fue mi cuerpo desnudo, debajo de las sábanas. Y casi al instante, una pequeña presión en el cuello.

Era Dark, quién me besaba.

Al darse cuenta que me había despertado, se quitó de encima. Sentándose en la orilla de la cama.

— Buenos días...—Dijo, con un tono coqueto. Casi en un susurro.

Le respondí tartamudeando. Una parte de mi aún no asimilaba la noche anterior, parecía algún sueño fantasioso, del cual no quería despertar.

Nos miramos en un pequeño silencio, con una sonrisa, algo incomodos.

— Quería decirte—Aclaro su garganta—, ahora que es de día, espero que no te arrepientas de...

— No, no, no, nada de eso —Le corte en seco, viendo cómo se sonrojaba. Sentí muchísimas cosas, pera nada cercano al arrepentimiento—. Estoy a eónes de arrepentirme de esto, simplemente fue... mágico.

Sonrío, acariciando suavemente mi mejilla. Me acurruque contra Dark, inspirando profundamente para impregnarme más del olor de su piel.

— Me gustaría que este momento contigo, en esta cama, durase toda la eternidad...—Confesé, hundiendo más mi nariz en su cuello, tratando de memorizar todos los maíces de su aroma.

— Entonces—Su mano comenzó a acariciar mi cabello—, disfrutemos del mayor tiempo posible.

Levante la vista, mirando su rostro. Parecía tan tranquilo, parecía que solo existíamos nosotros dos, la cama y las cuatro paredes de la habitación. Ambos respiramos lenta y profundamente, en un silencio hermoso.

Besé su unión entre el cuello y hombro, una vez. Y otra, y otra vez, hasta hacerle una pequeña marca.

Sonríe, satisfecho. Se parándome poco a poco de su cuerpo.

— Tengo que irme—Me anunció, levantándose—. Mi creador...

— Ganondorf. —Corregí con pesadez, reincorporarme de la cama.

Él me miró, cansado de esa situación, que sentía que era tan común ente nosotros. Sentía que todo iba bien, hasta que toco ese tema tan sensible.

— Link, tú sabes mejor que nadie qué...—Comenzó reprochar.

— ¡Si, lo sé! Y también sé, que ya no eres como él—Le interrumpí, de nuevo—. Así que, deja de actuar como si le debieras algo.

— Sigue siendo mi creador...

— ¿A caso eso importa a este punto?—Pregunté, con desesperación. Farfulló, exasperadamente.

Suspiró y sonrío de nuevo, sabiendo que está era una pelea que no iba a ganar. Nuevamente, se acercó y me besó la frente.

— Eres increíble, ¿lo sabes?—

— Sí, me lo dicen todo el tiempo. Pero, igualmente, gracias. —Respondí, un poco juguetón.

Negó con la cabeza, sonriendo un poco más. Listo para salir y desaparecer por la puerta.

En un acto no planeado, le llamé.

— ¿Si?—

— Me preguntaba si...—Pensé en lo que iba a decir. Y eso me lleno de vergüenza, no terminando la pregunta.

— ¿Qué sucede?—Cuestionó, de nuevo.

— N-nada...—Murmuré.

— Link...—Insistió, acercándose. Escrutando con su mirada dominante.

¿Quién Eres?  [Link x Dark Link]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora