Capítulo 20

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Dos días después del incidente con Hinata a espaldas del rey Kageyama, las cosas se habían calmado en el castillo

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Dos días después del incidente con Hinata a espaldas del rey Kageyama, las cosas se habían calmado en el castillo.

Hoy era la partida de la familia Kozume a su reino, y el rey de Karasuno junto a su hijo fueron a despedirlos como se debía. Yoshio estaba muy enojado e impotente ante el resultado de aquella reunión. Había deseado con todo su corazón que la propuesta de boda fuera realizada, pero todo se salió completamente de control y con un destinado, el rumbo cambió completamente.

Hasta estaba pensando en despedir a Kuroo por su intervención en la reunión de hace dos días. No tenía autorización real, y mucho menos la autoridad para irrumpir en asuntos de secreto real.

Pero no tenía el corazón para hacerlo. Sabía de su situación y no quería agravarla más de lo que ya lo estaba. Y como no hubo mayores castigos, olvidaría este incidente para concentrarse en lo importante.

Debía encontrar otro prometido para su hijo con las características que él, como rey, había exigido anteriormente, y, para eso, debía analizar a los demás omegas que había tenido en cuenta.

Akaashi Keiji era uno de ellos. Era el príncipe del reino Fukurodani, un omega hermoso y encantador con un noble corazón. Pero había un problema.

La guerra.

Tratar de forjar un matrimonio con el heredero al trono de Fukurodani, podría causar el hecho de que crean que Karasuno está de su lado, y Yoshio no quiere tomar ese riesgo.

Le dolía la cabeza. Mientras subía las escaleras, habló a una de las mucamas y mandó a llamar a su primer consejero real, Ikkei Ukai. Él era un hombre mayor, con una gran sabiduría y gran honestidad. Estaba seguro que lo ayudaría a tomar la mejor decisión.

Después de diez minutos, el rey y el primer consejero comenzaron a hablar en la biblioteca real.

—Me sorprende que me haya traído aquí, señor.

—Nadie entra a este lugar excepto mi hijo, pero él está en su habitación, así que podemos hablar aquí sin problemas.

—Como diga su majestad, ¿De qué quería hablarme?

El rey hace una pausa pensando detenidamente sus palabras mientras mira a su consejero a los ojos. Tenía una propuesta que tenía que discutir si o si.

—Tengo pensado organizar un baile con todos los omegas nobles, ¿Qué opina?

El consejero se ve ligeramente sorprendido, pero después de unos segundos, asiente.

—Siendo sincero, su majestad, creo que es una gran idea para encontrar un omega de una vez por todas. La situación con el hijo heredero del reino Nekoma fue extremadamente vergonzosa y desafortunada —dijo el consejero real con calma. El rey vuelve a tomar la palabra.

—También... Hay algo que me gustaría hacer. Quiero invitar a los hijos, ya sean omegas o alfas, de los otros reinos vecinos...—suspira, y sigue —. Incluyendo Fukurodani e Inarizaki.

El consejero real estaba muy sorprendido ante la iniciativa del rey, se veía desesperado, y estaba asustado ante lo que ese sentimiento podría provocar.

—Le ruego lo piense bien. Recuerde que el continente está en crisis ante la guerra Fukurodani-Inarizaki.

—Lo sé, pero ahora que sé que mi reino puede estar en peligro, necesito consolidar todo para que no haya problemas en mi ausencia.

El consejero entiende y asiente, no sabe que más decir o hacer, pero estaba seguro que Yoshio no cambiaría de opinión.

Un minuto de silencio reinó en la biblioteca, hasta que el consejero volvió a tomar la palabra.

—¿Cuándo será el baile?

—Será dentro de dos meses, necesitaré coordinar todo a la perfección para que no haya problemas.

—Bien... No tengo nada más que decirle su majestad, es su decisión y la respeto ante todo. Sé que solo busca el bienestar del reino ante la búsqueda de este omega.

—Gracias, sus palabras me llenan de ánimo.

...

Con su mirada al cielo y los rayos del sol golpeando su cuerpo fuertemente, Hinata Shoyo esperaba la presencia de los demás miembros de su equipo de voley para empezar un nuevo partido.

También quería hablar con Tobio.

Sabía perfectamente que lo había perdonado por esa mentira, pero quería advertirle que, otra mentira más, y no volverían a verse.

Había sido demasiado despreocupado al aceptar las disculpas y tener una relación con el príncipe del reino. Después de todo, muchas cosas podían pasar, y la realeza era demasiado complicada en el sentido de las parejas. Y además, le preocupaba que Tobio, en algún momento, se vea afectado por esos pensamientos.

¿Y si encuentra un omega más hermoso que él? ¿Qué tal se arrepienta al final, y diga que no es digno de permanecer a su lado?

Muchas preguntas lo tenían al borde de las lágrimas. Pensaba lo peor ante las infinitas posibilidades de una ruptura dolorosa.

Además, él era un simple omega recesivo de la capital, sin lujos y sin preparación para las cosas de la realeza. Si Tobio quería casarse con él, no tendría el perfil necesario para permanecer a su lado.

"Lo estoy pensando demasiado."
Piensa. Oculta su rostro con ambas manos, mientras sus mejillas son invadidas por un fuerte pero tierno sonrojo.

—¡¡Hola!! —escucha la voz de Noya, mientras los demás caminan detrás de él.

Podría jugar voleibol un poco mientras se tranquiliza.

...

En un carruaje, de finas decoraciones y grandes caballos blancos custodiados por dos hombres con un gran entrenamiento, se transportaba la familia Kozume para regresar a su reino.

Dentro del carruaje, el silencio reinaba y sobre todo, la decepción de regresar sin ningún resultado. Kenma estaba algo triste y confundido por todo lo que había pasado, pero finalmente regresaría a su hogar y todo volvería a la normalidad.

Pero... se siente mal de repente, con unas extrañas ganas de vomitar.

—¡¡Detengan el carruaje!!

Grita Kenma con las últimas fuerzas que le quedaban para, cuando el carruaje paró, bajar de él rápidamente y sacarlo todo.

Su cabeza y estómago dolían, se sentía mareado y la voz de sus padres se escuchaban a lo lejos.

Todo se vuelve borroso, mientras su cuerpo cae al suelo.

Todo se vuelve borroso, mientras su cuerpo cae al suelo

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Muchas gracias por leer ( ˘ ³˘)♥

Kenma, te amo pero el fic es así.

Mi Amado Rey | KageHinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora