En el reino Karasuno, el rey Yoshio Kageyama busca desesperadamente el omega perfecto para su hijo, el cual, por ironías de la vida, es un alfa con poco interés hacia los omegas.
Busca a un omega adinerado, hermoso, educado y completamente fértil pa...
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Dos días después de su encuentro con Kiyoomi, Atsumu finalmente estaba cumpliendo con parte de su trabajo. Sería el intermediario entre el rey Yoshio y la reina Takara Akaashi para asegurarse de que la llegada de la reina fuera de la manera más segura posible. Para evitar ser reconocido por el rey –debido a su hermano gemelo–, Atsumu recurrió a la magia de uno de sus viejos amigos.
En ese momento, Suna estaba estudiando en la academia de magia al revelar sus increíbles poderes de protección, los cuales incluían la creación de escudos, de poderes de invisibilidad, e incluso los poderes de camuflaje. Cambió el cabello de Atsumu por uno mucho más largo y completamente negro, sus ojos cambiaron a unos azules y su vestimenta a una mucho más formal para la ocasión. Ni siquiera el mismo Shoyo lograría reconocerlo, y esa sería su fachada.
Suna había logrado gran reconocimiento por parte del rey, aunque era poco conocido en el reino. Su magia era demasiado poderosa, e incluso el efecto de camufla podría durar entre 12 y 18 horas. Sus hechizos eran efectivos, y en un futuro cercano podría formar parte del ejército real. Sin embargo, él no estaba interesado en nada de eso, y decidió apoyar a Atsumu de inmediato al conocer su objetivo. Quería cobrar venganza.
Atsumu llegó al castillo en un hermoso carruaje, y al ser anunciado por los guardias del castillo ante su majestad, el rey Yoshio, fue tratado con respeto. El rey le dió un recorrido por el castillo, lo cual le ayudó a reconocer el terreno y saber cómo moverse en él.
Sin esperar tal oportunidad, el rey le permitió entrar a su estudio. Atsumu aprovechó esto para mirar sus libros con la fachada de un hombre fascinado y curioso. Miró la mitad de la biblioteca y no pudo encontrar nada, así que se había ahorrado la mitad del trabajo. Al sentir la mirada sospechosa del rey, se detiene inmediatamente y le sonríe.
Estaba seguro de que cumpliría con su misión.
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Dos días le tomó a Aiko para tomar la decisión que tanto la estaba atormentando. No podía esperar que esa mujer apareciera en la mansión y le amargara su vida una vez más. Aiko fue la amante de su ex-esposo, hizo de su divorcio una realidad y destruyó una familia, pero esa mujer, aún cuando ella se instaló lo más lejos posible cuando prometió alejarse para siempre, la buscó y encontró para hacerle la vida miserable.
Gracias a Akihiko, su difunto esposo, esa mujer no logró completar su cometido.
Entra a la mansión con paso firme decidida a sacar todas sus cosas de ese lugar y regresar a su casa, a su hogar. Llega a su habitación, saca un baúl y comienza a sacar la ropa de los cajones, tenía que huir rápido antes de que algo malo le pasara a ella y a sus hijos.
–¿Mamá? –La voz de Shoyo la detiene en seco –. ¿Qué haces?
Ella voltea hacia la puerta encontrando a su hijo. Ya era de noche y él tenía su pijama, sin embargo, los pasos de su madre y su preocupación le hicieron pararse de su cama de inmediato e ir a ella.
