Capítulo 41

706 62 6
                                    

Sakusa jadea del cansancio mientras se apoya en un gran árbol

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sakusa jadea del cansancio mientras se apoya en un gran árbol. Lo había logrado, el documento estaba en su poder. El cronograma del gran baile real fue un secreto bien guardado por parte del rey Yoshio, los tres primeros consejeros y el gran duque. Gracias a la poca seguridad de la mansión Yukigaoka y a sus increíbles habilidades de espionaje, Kiyoomi logró obtener ese documento que le ayudaría a continuar con los planes que se le habían ordenado.

Ese documento era el "plan b" por si el "plan a" fallaba.

El relincho de un caballo se escucha a lo lejos, alertando a Sakusa y escondiéndose detrás de ese árbol de inmediato. Ya estaba demasiado lejos de la mansión Yukigaoka y estaba seguro de que ya había pasado el límite del perímetro seguido por los guardias de la mansión.

—¡Maldición! —escucha maldecir, era la voz de un hombre —¡Lo sabía y aún así pregunté! ¡Soy un idiota!

Atsumu baja del caballo y se arrodilla sentándose en el suelo. El ejemplar blanco relincha a su lado y el rubio sonríe, ese caballo lo compró en su llegada a Karasuno y lo acompañó durante el viaje, superaron las duras y las maduras.

Todo ese viaje para reencontrarse con él, aún con esperanza, a pesar de que la posibilidad era mínima. Está triste, claro que lo está. Él nunca tomó su relación con Hinata a la ligera y lo quiso mucho, incluso podría decir que lo sigue queriendo.

Pero cometió el error de no decirle la verdad y huir, por lo que ahora estaba afrontando las consecuencias. Él era el príncipe perdido de Inarizaki, pero Shoyo fue a los brazos del príncipe de Karasuno y futuro rey, Tobio Kageyama. Era estúpido hacer esa comparación, piensa en ello y golpea su frente en el suelo, tratando de sacar esos pensamientos tóxicos y de mal gusto que lo estaban atormentando.

Escucha una pequeña rama romperse a su izquierda, voltea su cabeza hacia esa dirección y ve a una persona, no puede reconocerla.

—¿Hola? —saluda para salir de las sombras. Un hombre un poco más alto que él con una capa negra con una capucha que ocultaba su rostro.

—Buenas tardes, ¿tiene algún problema?, ¿está perdido? —pregunta Atsumu preocupado mientras se pone de pie y se acerca lentamente al contrario.

—¡No!, solo ví que se golpeó la cabeza y me preocupé.

Sakusa trata de parecer amable y mostrar preocupación, así el contrario no estaría a la defensiva. Sin embargo, al ver que este se acerca, se siente extraño. Comienza a sentir calor y le duele la cabeza.

Atsumu también nota un ligero cambio en él y detiene su andar.

—No tiene que preocuparse, estoy bien, ¿va a algún lado?

—S-si, a la mansión Yukigaoka.

Atsumu frunció su ceño algo desconfiado, con lo sucedido hace un rato debía tener cuidado con personas desconocidas. Sakusa notó la incomodidad del otro al instante por su expresión, debía hacer algo rápido. Decide sacarse la capucha y revelar su rostro para transmitir confianza.

Mi Amado Rey | KageHinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora