Capítulo 16

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—Todo estará bien —dice Tobio a sí mismo mientras sus lágrimas caen sobre la sábana blanca que cobijaba el cuerpo de Hinata

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—Todo estará bien —dice Tobio a sí mismo mientras sus lágrimas caen sobre la sábana blanca que cobijaba el cuerpo de Hinata. Kageyama estaba muy asustado por el estado actual del omega y la posibilidad de perderlo.

Pero Hinata necesitaba descansa para recuperarse, era todo. Sin embargo, le era imposible no sentir angustia, dolor y culpa por lo sucedido.

—Creo que es mejor sacarlo del castillo —sugiere Sugawara llamando la atención de los presentes, es decir, Kageyama, el doctor Tsukishima, Yamaguchi y Nishinoya—. Le diré a Daichi desaparezca cualquier rumor entre los guardias acerca de Hinata en el castillo. Mientras tanto, me encargaré de conseguir un carruaje para que sea más cómodo el viaje.

Dice finalmente, dispuesto a salir del cuarto para hacer lo dicho. Tsukishima miraba concentrado unos frascos mientras estaba de pie al lado derecho del lecho de Hinata. Kageyama estaba del otro lado, tomando la mano del peli-naranja con delicadeza y ocultando su rostro lleno de lágrimas en las sábanas blancas, mientras se mantenía arrodillado. Yamaguchi miraba desde una esquina de la habitación en silencio, esperando cualquier orden de su pareja.

Nishinoya, detrás del príncipe Kageyama, veía al tercer consejero real salir de la habitación.

Tenía muchas preguntas con respecto a lo sucedido con Hinata. Por alguna razón no confiaba en las palabras del consejero y no podía dejar pasar las dudas que no lo dejaban en paz.

Según lo contado por Yamaguchi y la reacción de Kageyama anteriormente, sabía que alguien de ese castillo, pareja del consejero Sugawara, le había hecho daño a Hinata.

No podía permitir que todo quedara en el olvido.

—¡Esperen! —exclama Noya, llamando la atención de los presentes, Sugawara se detiene en seco en la entrada de la habitación— ¿Qué pasará con Hinata después de esto?, ¿pretender olvidar lo que pasó?

Koshi volvió al entender las palabras del menor, lo entendía, pero no sabía cómo responder ante eso.

—No, espera. No intentamos eso.

—Pues me parece —dice Noya desafiante, pues siempre fue alguien que decía las cosas de frente, protegía a sus seres queridos y los hacia respetar a toda costa —. Sé perfectamente que alguien de este castillo lastimó a Hinata —Suga ensancha sus ojos, estaba algo asustado de que toda esta situación fuera de mal en peor, pero no podía ignorar ese hecho y no decir nada —. ¡¿Quién fue?!

Un silencio incómodo de dos minutos inundó la habitación, Sugawara baja su cabeza y mira al suelo sin sabes qué hacer, quería arreglar las cosas de la mejor manera, pero todo podía estarse complicando. Decir que fue Daichi sería completamente contraproducente, ese omega parecía muy decidido por sus palabras y no quería generar un alboroto cuando Kageyama apenas podía procesar la perdida de su primer hijo.

Y la posibilidad de que pierda a su Omega.

—Noya.

La voz calma de Kageyama rompe con el silencio, el joven se incorpora y camina hasta quedar frente a Nishinoya.

Mi Amado Rey | KageHinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora