Capítulo 38

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Dos días después, Kageyama regresa al castillo real después de un recorrido sin descanso

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Dos días después, Kageyama regresa al castillo real después de un recorrido sin descanso. Le pidió a Asahi regresar lo más rápido posible al castillo así no tuviera la oportunidad de dormir, y él lo acompañó despierto todo el camino.

Después de una muy larga siesta que lo alivia por completo, con una hermosa puesta de sol decorando el cielo de Karasuno, Tobio va rumbo al estudio de su padre. Entra, saluda, se sienta frente a él y procede con su plan.

—Me gustaría tomar algunas lección de letrado con el profesor Takeda en la nueva mansión del Duque Watanabe. Supe que el profesor Takeda fue el mejor en letrado en su momento y estoy seguro de que podré salir de mi crisis.

Tobio hizo su mayor esfuerzo por sonar convincente y engañar a su padre. Quería seguir viendo a Hinata y estaba seguro de que con la situación actual lograría hacerlo.

Yoshio piensa detenidamente la propuesta de su hijo. El hecho de que iba a mejorar era un punto a su favor, pero lo que más le interesaba era el hecho de ir a la mansión de Watanabe.

"Si acepto, Tobio va a encontrarse con el hijo omega del duque. Si es tan maravilloso como su padre lo describe, debe ser el omega perfecto que estoy buscando".
Piensa el rey aferrado a la esperanza. Después de muchos intentos de casar a su hijo, veía la oportunidad de su vida, y no la iba a desaprovechar.

—Está bien, puedes ir.

Responde sin más y Tobio esboza una sonrisa.

—Gracias, padre.

...

—¡Shoyo! —exclama Atsumu Miya corriendo hacia el susodicho.

Hinata se mueve a un lado y el alfa pasa derecho hasta caer al suelo al tropezar. El omega no iba a dejarse abrazar de él.

—Hola... Atsumu —saluda incómodo.

Se imaginó todo en su vida menos tener que verlo de nuevo. Su primera carta decía que jamás iba a volver, pero ahora las cosas habían cambiado y lo entendía, más no quería aceptarlo.

—Hablemos de lo que escribiste en esa carta, obviamente acepté porque me dejaste tan preocupado que pensé que te había pasado algo, pendejo.

Ambos entran a la habitación del omega y cierran la puerta. La conversación no podía salir de ahí.

—Lo sé, y de verdad lo siento. Lo que dije en mi carta es la verdad y te daré la explicación completa.

—Bien, te escucho.

Atsumu sonríe y se sienta en una silla cerca al escritorio de Hinata, mientras que él se mantiene de pie.

—El reino Fukurodani me asignó la increíble tarea de ser el encargado de su llegada al reino Karasuno. Además, se me ordenó investigar y prevenir cualquier posible atentado al tan esperado baile real.

Mi Amado Rey | KageHinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora