Capítulo 43

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Atsumu sale de la casa de sus padres para ir a la mansión Yukigaoka

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Atsumu sale de la casa de sus padres para ir a la mansión Yukigaoka. Finalmente había hablado con ellos sobre su origen y tuvo el valor de reconocer su falta de madurez ante una decisión tan radical como lo fue huir.

Perdió mucho por huir. Tiempo con su familia, su relación con Shoyo y la garantía de una vida tranquila.

Sin embargo, no podía decir que se arrepentía. Conocer su verdadera identidad en el mundo fue y es muy importante para sí mismo. Siempre quiso un hermano desde pequeño, y saber que tenía un hermano gemelo en algún lado le reconfortaba.

A lo lejos, entre las calles de la capital de Karasuno, puede ver una figura algo conocida, se acerca más y ensancha sus ojos al reconocerlo.

Era aquel sujeto de rulos que no pudo olvidar desde que lo conoció.

Sakusa había salido del castillo hace un par de horas para ir a cuidar de su primo. Llevaba frutas, verduras y otras cosas en un canasto. Agradecía ser atendido por los vendedores en esos momentos, ya que era realmente tarde y pocos mantenían sus negocios abiertos.

De repente, una voz interviene en sus pensamientos tranquilos.

–Buenas noches, Omi.

–¿Omi?

Sakusa ensancha sus ojos al reconocer al hombre frente a él. Era aquel desconocido con cabello color a pis que lo llevó a la mansión Yukigaoka y le ayudó a superar su trauma –aunque esto último no lo sabe–.

–Pensé que no volvería a verte –Atsumu sonríe y cierra sus ojos esperando que Kiyoomi hable y continúe con la conversación.

–Perdón, pero ¿cuál era tu nombre?

La pregunta del pelinegro causó un escalofrío en Atsumu. Su sonrisa se mantuvo aunque por dentro quería llorar y retorcerse en el suelo.

–Puedes llamarme Atsumu, Omi Omi.

–Y tu puedes llamarme Sakusa.

Nuevamente fue herido, el débil corazón del joven fue apuñalado sin piedad por el contrario. Sakusa, algo incómodo, tiene su mente en el "plan a" que Yachi tenía que ejecutar a la perfección esa noche. De ello dependía la vida y bienestar de ambos y sus familias.

...

Yachi es custodiada por dos guardias hacia los calabozos, el día siguiente sería trasladada a la prisión para omegas. Yoshio, aún preocupado y caminando de un lado a otro, esperaba fuera de la habitación de su hijo por el diagnóstico del doctor Tsukishima y los resultados de la magia por ese muchacho.

Tenía la esperanza de que su hijo no tuviera mayor complicación de aquel incidente.

Tsukishima abre la puerta y sale al pasillo, quedando frente al rey Yoshio.

–El príncipe Tobio Kageyama se encuentra bien. El calmante no tenía ningún efecto secundario y está despierto en este momento.

Al escuchar aquello, Yoshio esboza una sonrisa. Se arrodilla y alza su cabeza. Las lágrimas salen de sus ojos y recorren sus mejillas. Se sentía tan aliviado y feliz.

Mi Amado Rey | KageHinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora