En el reino Karasuno, el rey Yoshio Kageyama busca desesperadamente el omega perfecto para su hijo, el cual, por ironías de la vida, es un alfa con poco interés hacia los omegas.
Busca a un omega adinerado, hermoso, educado y completamente fértil pa...
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La magia es un elemento muy importante dentro de los ejércitos de un reino. Tanto de curación como de ataque, la magia en el reino Fukurodani es inmensa y mucho más fuerte que la del reino Inarizaki, los dos reinos en guerra.
En cambio, en Karasuno, la magia es de los recursos más escasos. De mil personas, solo cuatro poseen magia, y es aún peor cuando estos se ocultan entre la gente común. Muchas personas con este don, a lo largo de los años, han evitado el contacto con el ejército por el miedo constante de ser perseguidos y encerrados.
Así ha vivido Asahi Azumane, un joven tímido y a la vez entusiasta que, desde su niñez, fue enseñado y advertido de alejarse de los ejércitos reales para mantenerse a salvo.
"Mantente oculto", dos palabras que pronunció su madre en el lecho de su muerte a causa de una enfermedad terminal imposible de curar, incluso con la magia del pequeño con sus 6 años en ese entonces.
Asahi lloró la muerte de su madre, escuchó sus palabras y hoy, él hace parte del gran ejército real. Sabía que estaba rompiendo la promesa con su madre, pero él siempre quiso servir al reino y le fue muy difícil llegar hasta donde estaba ahora.
Y ahora, con miedo por lo que sucedería de ahora en adelante, estaba dispuesto a ayudar al joven omega con su magia de curación. Entra a la enfermería y se detiene en el centro de la misma
—¿Hola? —murmura Azumane algo asustado, esperaba encontrar solamente al omega.
-¿Quién eres? -pregunta alterado Nishinoya a sus espaldas mientras amenaza con una navaja.
Asahi levanta sus manos asustado y no voltea, ya que nota la navaja a punto de tocar su cuello. El alfa había entrado por la puerta trasera conectada a los campos de entrenamiento del ejército, por lo que no se encontró con los dos omegas de inmediato. Ahora estaba muy asustado, aquel tierno olor había sido de un omega muy valiente y atrevido.
—Soy Asahi Azumane, soldado del ejército real del reino Karasuno, solo quiero ayudar.
El omega mira las ropas del tal Asahi y confirma que hace parte del ejército. Algo confundido y desconfiado, dice:
—Está bien —acepta Nishinoya y oculta su pequeña navaja en su bolsillo derecho de su pantalón para regresar al lado de Hinata.
Asahi voltea la escuchar los pasos alejándose del omega. Lo sigue. Nishinoya abre una puerta blanca e ingresa a la habitación, Asahi hace lo mismo y encuentra al peli-naranja acostado, con sus ojos cerrados y aparentemente dormido.
—¿Qué viniste a hacer?
La desconfianza de Nishinoya era enorme, y aunque no lo pareciera, tenía en su mano la navaja, listo para atacar.
—Vengo a ayudar, como había dicho.
—¡¿Qué harás?!
Nishinoya estaba perdiendo la paciencia, iba a sacar su navaja, pero de repente, una luz verde lo atrae por completo. De la mano del alfa salían... hermosos destellos verdes.
