Capítulo 5

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Kuroo y Kenma nunca pensaron que sus instintos irían más allá de lo que deberían

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Kuroo y Kenma nunca pensaron que sus instintos irían más allá de lo que deberían.

En la luz de la mañana, con la ausencia de los reyes y del joven príncipe Tobio, Kenma había planeado visitar a Kuroo para dejar las cosas más que claras entre ellos. Fue a la cocina, a los jardines, y finalmente a su habitación, donde no esperaba encontrarlo en tal estado.

Kuroo había entrado en celo.

Las feromonas del alfa se esparcen por toda la habitación. Kenma siente sus feromonas, le gusta el olor, siente su cuerpo extraño.

Siente su cuerpo caliente.

El alfa, quien estaba acostado en su cama aguantando el dolor que le provocaba la calentura de su condición, escuchó la puerta ser abierta. Abrió sus ojos, los cuales estaban inundados de lágrimas.

Vio a su omega destinado.

Su alfa lo pidió a gritos. Pidió poseer al omega.

La poca razón que le quedaba le impedía levantarse de esa cama, pero su desesperación creció al momento de ver que el omega se acercaba lentamente. Las feromonas del mismo igualmente se sentían más concentradas en el aire.

Quería alejarse, no quería hacerle daño, pero el omega había perdido toda razón, ya que, anteriormente, con distintas medicinas naturales, había logrado reprimir lo que es su celo desde sus 12 años de vida.

Ahora, con algo nuevo pasando frente a sus ojos, sus instintos no podían ser reprimidos.

El alfa sedujo al omega, el omega sedujo al alfa. Ninguno pudo evitar enredarse en las telarañas del deseo, y finalmente, todas las situaciones en las que habían pensado, tomarían un rumbo totalmente diferente.

...

Un mes antes.

Hinata no podía evitar sonrojarse ante las palabras del alfa. Nunca había pensado que ese momento podría llegar o estaría vivo para presenciarlo.

Desde el primer momento supo que Nakahara era alguien de naturaleza imponente, de una naturaleza dominante y pura, supo que en algún momento de sus vidas, si llegaban a ser pareja, esta condición lograría crear una gran brecha en ellos como si todo no hubiera tenido sentido.

Alfas dominantes necesitaban un omega dominante, era inevitable.

Debido a que, cuando se trata de omegas recesivos, muchas cosas cambian. El alfa dominante puede lastimar al omega recesivo. El omega recesivo tiene el 15% de posibilidades de quedar embarazada de un alfa dominante. Un omega recesivo podía tener un hijo, lo cual le impide a la pareja gozar de otras bendiciones en su vida.

Mi Amado Rey | KageHinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora