16. La razón del odio.

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Ambos chicos estaban en el suelo de la habitación sin soltar ninguna palabra pues ninguno tenía el valor de hablar.

No fue hasta que ocho decidió hacerlo primero.

— ¿Porque no intentas hacer más amigos además de Klaus?

— Lo intente, pero... eso se hace ver, ademas, Klaus fue el único que se quedó conmigo cuando parecía que mi mundo se iba a abajo. Fue el único que no me vio como un fenómeno los años que estuve aquí.

— Alguien como tú no tendría que cortarse los brazos.

— Cada persona tiene su propia versión de las cosas.

— Ahora estoy más confundida que al principio —suspiro.

— Hace unos días me preguntaste porque me odiaban y es porque... Soy hijo biológico de Reginald.

— ¿Espera que? —lo miro atenta—. ¿Cómo? Pero papá no tiene hijos biológicos.

— Si tiene, en realidad... También tengo una hermana biológica.

— ¿Pe... pero como se enteraron o tú cómo te enteraste?

Años atrás.

Reginald y su antigua pareja habían tenido a una linda bebé, a la que después llamaron Maggie después de dos años de su nacimiento su madre enfermo.

Fue así que el primero de octubre de 1989, la madre de Maggie dio a luz a un pequeño con ojos verdes, y ese fue Cinco.

Aunque no estaba embarazada al inicio del día, amo a Cinco desde que lo vio. Y desde luego noto sus habilidades especiales.

Tiempo después ella falleció y Reginald se encargó de encontrar a los niños con habilidades asombrosas como su hijo en honor a su pareja.

Fue entonces que Reginald creo la academia Umbrella llamando "número Cinco" a su hijo biológico en símbolo del día que su pareja falleció.


— ¿Que hacemos aquí papá? —pregunto el pequeño Cinco.

— No preguntes, número Cinco.

— ¡Papá llegaste! —grito el pequeño Luther.

— Me alegra que estén aquí todos... Les presento a número Cinco, mi hijo biológico.

Estás palabras sonaban en la cabeza de los pequeños Hargreeves. Mientras se miraban unos a otros tratando de asimilar lo que pasaba.

— Pero papá, nosotros somos tus hijos, ¡Soy número uno!

— Él es mi hijo biológico y desde ahora convivirán con él, numero uno —después de esto simplemente se fue del lugar.

— ¡No me quitarás el lugar del líder!

Si, desde el día que Cinco llego a la academia Luther pensó que quería quitarle el puesto del numero uno, que es una gran tontearía, claro.

— Yo no intento hacer eso, papá me dijo que viniera .

— ¿Esperas que me lo crea? ¡Tu solo quieres ser el mejor!

— Oye, Luther tranquilo, no es para tanto —interrumpió Diego con obviedad.

— Hay Diego por favor, se hará la víctima y obtendrá todo lo que quiera —empezó a caminar hacia el pequeño chico.

— Por favor... Para, me estás asustando, para por favor.

Durante los siguientes años todo fue peor, hasta que Cinco se canso y su padre lo envió al pueblo para controlar sus poderes.

Actualmente.

— Aprendí dos cosas a lo largo de mi vida. Uno, no volvería a dejar que me vieran derrotado y dos... si querían que dejara de ser como era antes lo iba hacer, pero no para mantenerlos contentos sino para protegerme del dolor.

— No sé que decir, ahora entiendo el porqué tu dolor, pero... —le tomo la mano—. Tu vida es mucho más importante que eso, no cortes tu linda piel por unos imbéciles que les encanta joder por diversión.

— Eh si, si... Quizá y tengas razón —quitó su mano rápidamente y apartó la mirada.

— No soy la chica perfecta como piensas, al igual que tu yo tenia mis padres biológicos...












▪︎ Corregido 🥀.

Un Error Imperdonable [Cinco Y T/n]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora