20. Recuerdos.

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Más tarde, Reginald había reunido a todos sus hijos para hablar sobre un tema.

— Los llame aquí para dar un anuncio, el día de mañana organizaremos unas galas importantes las cuáles están en distintas ciudades nos quedaremos unos días.

— ¡Al fin saldremos un poco! —grito Klaus emocionado.

— Número cuatro silencio. Sin embargo, gracias a qué son diferentes galas, haré parejas para que cada una se encargue de los eventos.

— ¿Cómo? —cuestiono Luther confundido.

— Número Cinco, diles lo que te explique está mañana, por favor.

— Esta bien, Reginald —dijo mientras se acercaba a su padre.

— No pues, hablo el genio —murmuro Luther molesto.

— Reginald tiene otros negocios que hacer, así que nosotros y nuestras parejas, iremos a una gala diferente a encargarnos que en esas dos semanas los preparativos sean un éxito. Durante dos semanas nosotros y nuestro compañero prepararemos la gala perfecta, para que los invitados especiales nos apoyen en los negocios.

— ¿Quiénes serán las parejas, papá? —cuestiono la morena Hargreeves.

— Les daré el nombre de la cuidad a la que irán después, pero las parejas son: número seis y número cuatro, número siete y número tres, número dos y número uno, y por último número Cinco y número ocho.

— Parece que podrás enamorar a Cinco en esos días —le susurro Luther a ocho, haciendo que ella le diera un ligero empujón y bufara.

Esa misma noche, casi todos ya tenían maletas. Sin embargo Klaus estaba preocupado, días antes había visto a los chicos murmurar y temía que se tratara de Cinco.

— Hermanito... Quiero aconsejarte algo... Sé que me veré repetitivo pero el resto murmura y... Me da desconfianza.

— Sabes perfectamente que siempre están hablando de mi —hablo metiendo ropa a la maleta.

— Ojalá sea eso, pero de todas formas ten mucho cuidado.

— Lo tendré Klaus, afortunadamente no me tocó con Luther —sonrió yendo a su clóset.

— Si, pero igual ten cuidado con ____ porqué la traición-

— Nunca viene de un enemigo, tranquilo Klaus, ayúdame a terminar empacar.

[▪︎<🥀>▪︎]


Tiempo después. Cinco recorría la academia, mientras los recuerdos de su pasado inundaron su cabeza.


— ¡Corre Maggie! —dijo el a carcajadas.

— ¡Los tengo! —dijo su madre mientras reía.

— Eso es trampa —dijo Maggie mientras reía.

— Mis niños... Los amo tanto, aunque me embarace de ti en un día Cinco, te amo como si estuvieras nueve meses en mi vientre. Y recuerden cuando tengan miedo... Canten la canción que les enseñe.

— Te amamos mami —dijeron los pequeños abrazando a su madre.

Cinco seguía caminando hasta que entró a una sala donde colocó música.

— ¿Mami me haces panqueques? ¿Mami?Dijo el pequeño Cinco pensando en que era una de las acostumbradas bromas de su madre, pero está no despertó... Jamás.


— ¡Mami despierta! Mami por favor... Mami no nos dejes...

Actualmente.


Cinco tarareaba la canción que supuesta mente había compuesto, pero en realidad su madre se la había enseñado.

— Deje de cantar después que moriste pero... ahora vuelvo hacerlo.

Cinco no se había percatado de la presencia de _____ quien lo observaba a lo lejos.

Con ojos cristalizados.

Un Error Imperdonable [Cinco Y T/n]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora