27. Una decisión dolorosa.

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La academia había quedado en rotundo silencio.

Nadie se atrevía siquiera asomar su cabeza por los pasillos. No fue hasta que Klaus salió de su habitación encontrándose con Ben, quien justamente iba a buscarlo.

Sin siquiera mirarlo, Klaus giro sus ojos y trato de esquivarlo, siendo detenido por el contrario.

— Klaus... ¿Podemos hablar?

— No —dijo cortante, para después, sin nada más irse.

Klaus había entrado a la habitación de Cinco, encontrándose con una escena no muy buena.

— Cinco... —un frió recorrió la espalda de Cinco, y miro a Klaus con los ojos abiertos—. ¿Que... haces con ese cúter en la mano?

Klaus trató de razonar. No podía ser lo que imaginaba... ¿verdad?

— Nada —dijo mientras escondía el cúter detrás de el.

— ¿Cómo que nada? Cinco... —sus ojos se llenaron de lagrimas—. ¿Te cortas los brazos?

— No... no se de que estas hablando —vasilo sin mirar al otro.

— Cinco... —el mencionado trato de salir del lugar, pero Klaus lo sostuvo de sus hombros—. Dime que pasa... ¿desde cuándo... lo haces?

— Klaus... Me cortó desde pequeño —al oír esto, Klaus cerro los ojos y su respiración se agito.

— Cinco, dame ese cúter... ¡Pero dámelo ya! —exclamó mientras rompía en llanto.

— ¡No! ¡Necesito calmar mi dolor! Voy estar bien... —Klaus dio un paso cerca de Cinco—. ¡Te lo juro!

— ¡Se que estas sufriendo pero la solución no está en ese maldito cúter! —grito mientras le arrebataba bruscamente dicho objeto—. La gente actúa y dice cosas sin detenerse a pensar que tipo de daño puede llegar a ser —Cinco se dejo caer al suelo siendo acompañado por Klaus—. Así que... no sufras por quien no lo merece.

— Aún así... me sigue doliendo. ¿Porque ella?

— ¿Que vas hacer ahora? —cuestionó en cambio—. No puedes cambiar lo que pasó.

— Cuando... tuve una discusión con el resto y papá me mandó a llamar a su oficina —comenzó a contar—. Me enteré que Maggie le hizo una propuesta a Reginald para que me la diera a mi, Klaus... me voy de la academia.

— ¿Te vas? —cuestionó sin aire—. ¿Estás seguro?

— Nunca eh estado más seguro en toda mi vida como lo estoy ahora. Necesito... salir de aquí.

— Está bien... Pero quiero que mejores y no quiero que te hagas más daño —advirtio—. Yo iré contigo, pero primero debo hacer unas cosas.

— Klaus no tienes que hacer esto.

— Ya tome mi decisión, ademas... no quiero ver a Ben.

Ambos hermanos no de sangre se abrazaron y lloraron.

Ambos con el corazón completamente destrozado.

[▪︎<🥀>▪︎]

Al día siguiente, Ocho fue a la habitación de Cinco. Necesitaba disculparse de nuevo.

Al entrar, se percató de que habían varias maletas abiertas con algo de ropa y con Klaus en dicha habitación.

— ¿Que son estas maletas, Klaus? —se atrevió a preguntar.

— Cinco se va, se va por tu culpa —ocho sintió que su respiración se detuvo e iba a ir a buscar a Cinco, pero Klaus la detuvo—. ¿Tu aún crees que tienes todo el poder en su vida? Él se va a ir de este maldito lugar porque no soporta verte más. Porque lo lastimaste. Porque se arrepiente de dejarte entrar en su vida, ¿Sabes que es lo que mas le duele a Cinco? Que aun sabiendo en el daño que le provocarías no te detuviste, que le hiciste daño a una persona que se permitió sentir algo por ti.

Ocho lloro, y lloro como nunca lo hizo.

¿Es que era demasiado tarde?

[▪︎<🥀>▪︎]

Por la parte de Cinco, él había vuelto a la academia después de salir a tomar aire. Él se dirigió a la cocina encontrándose con Vanya.

El solo la ignoro pero cuando iba a irse ella habló.

— ¿Sabes Cinco? Me alegro que te hayas enterado, pero ni cuando te perjudican dejas de joder a la gente.

— Mira Vanya, ni quiero, ni tengo el tiempo de discutir contigo, no se de que me estas hablando.

— ¡Tú fuiste el maldito responsable de que Ben me dejará!

¿Que... carajos?

El día anterior.

Vanya intentaba consolar a Ben después de que Klaus se había ido. Trato de abrazar al contrario, pero él la empujo y se levanto del suelo.

— Ben, no te estreses por lo que acaba de pasar, no fue tu-

— Quiero acabar con esto, hace ya un tiempo me he sentido abrumado.

— ¿Abrumado? —su voz temblo—. ¿De la apuesta de Cinco? Ben piensa lo que estas diciendo.

— Lo eh pesado lo suficiente, no es solo la apuesta, es sobre Klaus... me siento culpable por usarlo, Vanya, esto... se termino.

— Sigues sintiendo cosas por él... ¿verdad?

— Desde que iniciamos a salir te dije que solo era para que nadie sospechara que yo amo a Klaus.

— Eres un cobarde Ben, nunca se lo dirás a la cara, nunca serás el novio perfecto para él, no hasta que pierdas a Klaus.

En la actualidad.


— Seguro tu le metiste esa idea en la cabeza.

— ¡Bien! Soy el culpable de todas las desgracias de esta casa —ironizó— ¡Madura! ¡madura de una puta vez!

— ¿Madurar cuando acabo de perder a mi novio? Él que debería madurar eres ¡tu, grandicimo idiota!

— ¿Y yo madurar cuando volví a sentirme mierda por ustedes? Que hija de perra eres, Vanya.

Cinco suspiro pesadamente y se fue del lugar antes de seguir diciendo cosas, dejando a Vanya llorando, ella si amaba a Ben, y tenia la esperanza de que Ben algún día le dijera a Klaus sobre la realidad, así por lo menos se sentiría feliz de que él fuera feliz. Pero no era así. Y todo por una razón.

El maldito egoísmo.

Ella no tenia nada en contra de Klaus, pero le dolía que la persona que ella amaba no fuera feliz con Klaus solo por la aceptación de su familia. Y por el egoísmo de Ben.

Ella también era egoísta.

Pero ella si permitiría que el amor de su vida se fuera con alguien más.
















▪︎ Corregido 🥀.

Un Error Imperdonable [Cinco Y T/n]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora