Un Error Imperdonable [Cinco Y T/n]

18. Cumplir con la apuesta.

— Oye, rara... ¿Quieres tocar guitarra conmigo? Tu me enseñaste algo especial, yo te enseñaré mi pasatiempo.

Ocho se sentó a lado de Cinco y el tomo sus manos colocando las en la guitarra. Pero entonces alguien paso por ahí y miro lo sucedido.

La melodía inundó el lugar, era un tono melancólico, triste, de esos que podrías escuchar para recordar el pasado. Ocho entonces mordió su labio y volteó hacia Cinco deteniendo la música.

— Cinco... Yo no soy el tipo de persona que crees. Soy una mujer muy competitiva y a causa de esto cometo muchos errores que quizá sean irreparables.

— No tengo mucho para darte pero mi amistad y mi lealtad jamás te faltarán, no me interesa tu pasado, me interesas tu, del presente, confió en ti.

Y con esas palabras ocho quiso llorar.

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Esa misma noche Klaus y Cinco estaban hablando hasta que Klaus se le ocurrió una loca idea.

— ¿Que tal esto? —dijo mientras sacaba unas botellas.

— ¿Cómo se te ocurre? Yo no le hago a eso.

— Solo una copita, una sola, no me hagas ese desplante.

— No... —Klaus hizo una cara de cachorro —. Ay, esta bien, pero una copa, no más.

Por la parte de Ocho, ella estaba en su habitación. Miraba el techo mientras pensaba con profundidad. Soltó un suspiro y cerro sus ojos un momento.

— Soy el peor ser humano —murmuro viendo las cicatrices en sus brazos.

— ¿Hablando sola, "rara"? —dijo Luther en modo burlón mientras llegaba a la habitación de la chica.

— ¿A qué vienes, porque me dices así? —cuestiono incorporándose.

— Cinco así te dice ¿No? —sonríe— en fin, vengo a hacerte una pregunta importante —se recargo en la pared de brazos cruzados—. ¿Te estás arrepintiendo de la apuesta?

— ¿Qué? ¿Estás borracho o drogado?

— Ninguna de las anteriores. Mira se que después de lo que pasó entre tú y tu exnovio, te volviste demasiado sensible en esos temas.

— Punto numero uno, lo único que paso fue el peor error de mi vida y punto numero dos, la apuesta con Cinco no tiene nada que ver con... eso. No se de dónde sacas que me estoy arrepintiendo.

— Te vi con Cinco hace un rato... Decías cosas como para alertarlo, solo recuerda que si no logras enamorarlo nos vas a demostrar que no eres apta para ser de nosotros.

— Luther, voy a cumplir esa apuesta... No me importa el costo y te voy a demostrar que soy una verdadera Hargreeves.

Luther asintió de acuerdo y se fue del lugar. Apenas lo hizo ocho soltó una bocana de aire.

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Horas después todos dormían, bueno Klaus y Cinco seguían en su plan y lo que parecía ser "un trago" se convirtieron en varios.

— Klaus hace mucho que no me divertía tanto —dijo mientras reía y tomaba desde una botella.

— Si Maggie te viera así, nos mataría a los dos, a ti por tarado y a mi por andar de... Alcahuete.

— Pero estoy en perfecto estado —intento levantarse, pero cayo al suelo—. No, si... ya estoy muy borracho.

— Pero la diversión apenas comienza.

— No, no, no, nos van a matar.

— Eres un aburrido... Bueno ya vete, este es mi cuarto... creo, ya ni se —tomo un sorbo de una botella—. Ah, tu cuarto es el de en frente, debe tener el número... —forzó su vista— ¿Que número eres, el tres o el dos?

— ¿Número? ¿Que número?  —dijo sin entender nada.

Mientras tanto, Ocho estaba a punto de dormir cuando tocaron la puerta de su habitación.

— ¿Quién podrá ser a esta hora? —abrió la puerta dejando ver a Cinco.

— ¿Y tu quien eres?  —forzó su vista.

— ¿Cómo que quien soy? Por dios... ¿Estas tomado?

— No digas tonterías y vete de mi cuarto niña desconocida.

— Pero este es mi cuarto Cinco.

Cinco la ignoro y entro a la habitación recostándose en la cama de ocho, definitivamente las copas se le habían pasado de mas.