25. Una apuesta.

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Al día siguiente, todos habían vuelto a la academia, Cinco abrazaba a Klaus, habia pasado mucho tiempo, ademas desde que Cinco volvió, él y Klaus se unieron mas.

— Klaus... hemos pasado mucho mas tiempo separados, pero estas actuando así ahora —rio.

— En realidad... llevo días con el presentimiento de que algo malo pasara —se separo del abrazo y sonrió—. Vamos, cuéntame que hiciste.

[▪︎<🥀>▪︎]

Cinco, le habia contado a Klaus todo lo ocurrido con ocho, cosa que sin duda emocionó a Klaus. Era la primera vez que veía a su hermano enamorado. 

— ¡La besaste! ¡La besaste! Mi hermano beso a una chica... no puede ser.

— Klaus —suspiro pesadamente—. Aún no sé si... Yo le guste de verdad, tiene actitudes que no entiendo, tal vez estaba confundida.

— No entiendo el porque piensas que no le gustas, ya se besaron.

— Me platico de su pasado, la paso difícil, pero basta de mi... dime que ocurrió contigo.

— Pues Ben... —suspiro—. Te explico después, iré por bocadillos.

Tal vez piensen que era algo obvio, pero Klaus habia comenzado a tener sentimientos por Ben, y Ben, bueno...

Mientras tanto, por alguna razón ocho se canso de ocultarlo y decidió hablar con Diego de como se sentía, aunque el habia puesto la apuesta, era el único que tenia algo de sentido común.

— Diego, creo que me estoy enamorado de la persona que aposté.

Por el lado de los chicos, Klaus fue por comida pensando en como le diría a su hermano que le gustaban los chicos, tenia miedo de que Cinco lo rechazara por su gusto.

Cuando regresaba a la habitación se le callo un envoltorio de golosinas justo enfrente de la puerta de Diego.

— ¿Sabes que va pasar cuando se entere que te acercaste a él por una apuesta? No, lo que Klaus nos hará cuando se entere, ¿Y los chicos? ¿Te has puesto a pensar lo que harán cuando se enteren?

— Escucha, Cinco no tiene que enterarse del juego.

— Maldita sea... —murmuro Klaus para después ir a la habitación con Cinco.

— Ocho... esto no es tan sencillo, estoy preocupado por ti, no me importa la apuesta, me importas tu hermana y si no le dices tu misma a Cinco él nunca lo perdonara.

— Lo se, pero no sé si Cinco me abandonará si se entera de la verdad.

— No puedes seguir pensando que la gente que amas te abandonará.

— Esto es diferente está vez... Yo soy la que hace daño, no soy la víctima.

Klaus había llegado a la habitación de Cinco, su tema se le habia olvidado, solo pensaba en el juego en el que su hermano habia sido involucrado.

— ¿Peleaste con alguien? Te vez furioso.

— No por ahora, lo que tengo es complicado... ¿Cómo te explico esto?

— Me estás asustando ¿Que ocurre?

— Si te digo esto acabaré con tu felicidad y no quiero eso.

— ¿No crees que me haría más daño que no me dijeras? —suspiro—. Klaus... puedo superar lo que me vallas a decir, dime que es lo que te atormenta —puso su mano en el hombro de Klaus.

— Escuche una conversación dónde ____ y Diego hablaban de que... Ella apostó algo que no debió apostar —Cinco lo miro confundido—. Y ella... te apostó a ti.

Al oír esto, los ojos de Cinco se le abrieron como platos y se alejo de Klaus.

— No... No es posible... —tomo su cabeza mientras retrocedía hasta topar con una pared y suplicaba que no fuera verdad.

— Cinco, tuve que decírtelo para que no cayeras más en su trampa... no quise que te pusieras así.

Para Cinco todo se volvió borroso, y comenzo a sentir falta de aire. Lógicamente, Klaus iba a ir por Grace, pero Cinco lo detuvo.

— Esta bien... estaré bien —respiro con dificultad—. Yo estaré bien.

— Cinco, por favor respira, respira hermano por favor...

Klaus abrazo a su hermano son fuerza mientras sentía el temblor en su cuerpo. Los sollozos salían pos si solos y sus lagrimas ya habían caído de manera descontrolada.

Ocho lo había roto.

Después de un largo rato, Cinco fue controlando su respiración poco a poco. Estaba sentado en su cama con la cabeza baja y con Klaus a lado.

— Cinco... no quiero perderte, por favor... no te cierres al mundo.

Antes de que Cinco dijera algo, ocho entro a la habitación. Klaus la miro con decepción y Cinco le indico a Klaus que se fuera, cosa que Klaus dudo, pero obedeció.

— ¿Esta todo bien, Cinco? 

Cinco sostuvo sus lagrimas, sonrió y la miro.

— Si, dime para que viniste.

— Se que esto será raro, pero guarda el secreto de lo que paso cuando organizamos la gala, ya sabes lo del beso-

— Ocho... ¿Solo fui una apuesta?














▪︎ Corregido 🥀.

Un Error Imperdonable [Cinco Y T/n]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora