20. Capitulo

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Paso un mes desde el incidente que tuvo Diego. Era el 1 de noviembre y hasta entonces Rubén ya cumplió el deseo de leerse el libro del niño del pijama de rayas (el único libro que se ha leído nunca) e ir a jugar con los bolos. Por cierto, ese fue un día muy bueno dado que por primera vez en mi vida hice dos plenos seguidos. Lo peor fue que iba penúltima y ya me estaba hartando de jugar, entonces pe puse a tirar a lo chorra, y no sé que hice que metí dos plenos seguidos y gracias a mis "habilidades con los bolos" quede segunda. La gente se enfado mucho. Según ellos era injusto. Yo no lo creía así. En mi opinión creo que en la vida no hay nada justo ni injusto, simplemente mala y buena suerte. No quiero dispersarme mucho con este tema por eso sigo diciendo que el 1 de noviembre decidimos el grupo de amigos de siempre ir a acampar en el monte, por una sola noche.

A los padres de Rubén les encantaba la naturaleza e ir al monte a andar y etcétera, por eso ellos fueron los que nos dejaron los cámpines. Teníamos tres cámpines y así nos dividimos para dormir: en la grande se quedaron Isa y Antonio. En la otra Sara y Diego y en la pequeña Rubén y yo.

Cuando llegamos y encontramos un sitio donde acampar, tuvimos unos cuantos problemas para montar el campin, pero al final después de mucho sudor y lágrimas lo conseguimos. O mejor debería decir consiguió, ya que Antonio fue el único que supo montarlas. Todavía era de día y nos sentamos en un círculo a hablar de nuestras cosas.

-Bueno Diego, ¿ya han firmado tus padres los papeles del divorcio?- dijo Antonio empezando la conversación. El siempre era el que empezaba las conversaciones y el que los terminaba. Era un loro hablando y cuando se ponía a filosofar (como decía Isa) no paraba. A no ser que hubiera bebido mucho, en ese caso no diría ni pio. Así era Antonio, bastante rarito.

-Todavía no. Desde el accidente no ha tenido tiempo y además les convenía en esos momentos estar juntos para cuidarme. Pero ahora que estoy bien no van a tardar mucho en firmarlos.

-Una cosa...- dijo Sara muy misteriosa- un pajarito me ha dicho que te han visto liarte en una fiesta con Ángela ¿no será verdad no?- Diego se puso rojísimo

- ¡A ver! no mezclemos las cosas. La verdadera historia es que yo me fui de fiesta y me encontré con Ángela. Después de unos bailes y unas cuantas copas nos fuimos los dos a fuera. Ella es de las típicas que sonríen de día pero que lloran después de unas cuantas copas. El caso es que se me puso a llorar en medio de la calle gritando y no se me ocurrió mejor forma de callarla besándola. Pero no hubo ni lengua ni sentimientos y además solo fue un segundo.

-Hay más maneras de taparle la boca a una- dijo la salida de Sara con segundas

-No te pases. Diego es incapaz de tapar la boca de Ángela, la tiene demasiado pequeña- dijo Antonio metiendo más mierda en la conversación. Todos nos empezamos a reír cuando de golpe Rubén se levanto. Qué manía de levantarse e irse en medio de las conversaciones.

- ¿A dónde te vas?- pregunte

- Voy a ver si encuentro algún sitio donde mear.

-¡Ya está aquí el fino!- dijo Isa- muchas gracias por contarnos tus planes- reí.

Finalmente Rubén se fue y nosotros seguimos hablando.

-Ahora en serio ¿Que hay entre tú y Ángela?- pregunto Sara

-Nada- Sara hizo un gesto de duda-bueno... la verdad es que estuvimos hablando, pero no parece que ella quiera algo conmigo...

-¡Espera, espera! ¡Ella te gusta!- le interrumpió Sara a Diego. Diego se avergonzó encogiéndose de hombros-¡Oh dios mío! Que nuestro Diego se nos ha enamorado- todos nos empezamos a reír. Diego era el típico ligón de las fiestas y creo que es la primera vez que se enamora de la manera de ser de una chica y no de sus tetas.

Entre Diego y Sara siempre había piques y discusiones. Son como la noche y el día. Pero a veces es divertido escuchar sus discusiones.

-¿Y a ella no le gustas? Después de que le salvaras la vida...no sé. Algo más que amistad tendrá que sentir, digo yo.

-Pero son cosas totalmente distintas. Es cierto que le salve la vida pero lo hice porque la encontramos nosotros. Si en ese momento hubiera pasado otra persona totalmente contrario a mí y lo salvara no tendría porque gustarle. Además ella tiene novio, o eso creo...

-Pues no creo que duren mucho después de que se entere que le metiste la lengua hasta la garganta.

- Pero fue algo sin pasión

- Pues en la foto... digo en el momento no lo parecía así

-¿Que foto?

-Foto...mmm... ¿qué? ¿Quien a dicho foto?... yo no...-intento cambiar de tema Sara-hay que pulsera más bonita es nueva- le pregunto a Isa

- Sí, me la ha regalado Antonio por mi cumpleaños...

-Has dicho foto, no te hagas la tonta- volvió a cambiar de tema Diego-¡Di! ¿De qué foto hablabas?- Sara hizo típico gesto de "me han pillado".

-Es una larga historia-dijo Sara

-Tranquila que tengo todo el tiempo del mundo- la cosa se estaba poniendo fea. Por eso antes de que fuera a peor, les interrumpí.

-Chicos ¿Dónde está Rubén? Hace diez minutos que se ha ido y no vuelve ¿No se habrá perdido no?

Espero que os este gustando. Por favor comentar y decir lo que os esta pareciendo. Y si le dais a la estrella mejor. Muchisimas gracias. Y si podeis pasaros por mis otras novelas.

40 deseos que cumplir contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora