Rubén me explico el plan de cenar subidos al árbol y ver el anochecer ahí. No me parecía mala idea. Sería muy bonito y romántico. Por eso seguimos con la idea del plan y nos subimos al árbol. Una vez subidos al árbol Rubén, saco la comida. Me entraron arcadas cuando olí lo que estaba sacando de la bolsa.
-¿Esos son acelgas?- dije con una cara de asco. A parte de la lechuga odio todas las comidas verdes. Llamarme rarita pero así es.
- No te gustan ¿no?- negué con la cabeza. No es solo que no me gusten sino que también me sientan mal.
-Lo siento- dije por haber estropeado la cita.
-Lo ha cocinado mi madre, y no me ha dado la opción de elegir. Pero si quieres de segundo hay pizza- dijo con indirectas.
-¿A si?- dije acercándome a él.
El afirmo con la cabeza. Se pasó a mi rama, me empujó hacia el tronco y sus besos empezaron a acariciar mi cuello, creándome un escalofrío. Pero estaba incomodísima. Un árbol no es el lugar ideal para acostarse.
-A... para... - dije mientras que lo separaba de mi-me estoy clavando una rama en la espalda.
-Sabía que iba a ser una mala idea comer aquí- reí.
Bajamos del árbol y con mi móvil puse una canción lenta para bailar.
-¿Quieres bailar conmigo?
-Llámame inculto, pero esto en las películas suele ser del revés.
-Esto no es una película amor- inesperadamente caí en sus brazos como en el tango- ¡vaya!- dije sorprendida- no sabía que sabias bailar.
- Y yo no sabía que tú no sabías que yo sabía bailar.
- Y yo no sabía que tu no sabías que yo no sabía que tu sabias bailar.
- Y yo no sabía que...- se quedo un momento pensando.
-No sabes cómo seguir ehh-reí
-Mmm... y yo sé que no sé bailar- a veces se sobraba mucho.
-¡Idiota!- le bese en los labios-menos mal que por lo menos sabes besar.
-Yo se que tu sabes que yo sé besar-me estaba vacilando.
-¡Cállate ya y bésame! - con un dulce beso termino la canción y junto a ella el baile.
El sol ya se había metido y era hora de volver con el grupo.
La noche se nos hico larga y decidimos meternos a dormir.
En lavuelta a casa por la mañana cada uno se fue por su lado menos Rubén y Antonioque vinieron con Isabel y yo. Según Rubén, que era el que llevaba la cuenta delos deseos, dijo que apenas quedaban dos deseos. Y por alguna extraña razón nome quiso decir cuál era la última de la lista.
Se que este capitulo es muy corto y también se que he tardado mucho en subirlo. Pero no he podido hacer más dado que he estado con muchos examenes y he estado muy ocupada. Pero ya ha empezado el verano y de ahora en adelante los podre publicar antes. Gracias por las molestias y espero que os este gustando. Porfavor no olviden votar y comentar. Besos.
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40 deseos que cumplir contigo
RomanceUna chica llamada Cristina tiene un accidente patinando. En el hospital de reposo conoce a su compañero de habitación. Cristina descubre que el chico tiene un año de vida por causa del cáncer. En una pequeña aventura con el chico cumplen 40 deseos a...