5. Capitulo
Desperté a las ocho de la mañana y sin despertarle a Rubén, me prepare para volver a casa, dejándole una nota en la mesilla que ponía"llámame cuando te despiertes". Para volver a casa cogí el autobús, y me senté en una silla libre dejando las muletas al lado mío. Estaba mirando por la ventana cuando pusieran la canción PROBLEM de Ariana Grande y no pude evitar cantarla. Mientras que cantaba me di cuenta de que la poca gente que estaba en el autobús a esas horas de la mañana me estaban mirando. De la vergüenza enseguida pare de cantar y me reí por dentro. Seguramente estaría cantando más alto de lo que pensaba que estaba cantando y no me di cuenta. Como anteriormente dije me gusta mucho cantar y bailar y a veces me emociono como aquella vez que rompí el jarrón.
Al fin llego mi parada y salí de aquel autobús que tanta vergüenza pase. Cuando llegue a mi portal y llame al timbre después de subir en el ascensor, Isa me abrió la puerta.
-¿Qué haces aquí Isa?- pregunte a secas.
-Hola, yo también estoy bien gracias por preguntar-las dos reímos- estoy aquí porque tu madre y yo tenemos un regalo para ti- abrí los ojos y sonreí. Que sería ese regalo, una tarjeta de crédito, o quizás el carnet de conducir que todavía no lo había sacado. Me metí en el salón y mi madre y Isa vinieron con una pequeña caja empaquetada. Cogí la caja y la removí un poco para adivinar que era. Sonaban como monedas sueltas, y con más intriga lo abrí. Cuando lo abrí vi unas llaves.
-¿Qué es esto?- pregunte confusa.
-Son las llaves de nuestra nueva casa- dijo Isabel con una sonrisa que no le cabía en la cara. Yo di un enorme brinco chillando, y de un golpe les abrace a mi madre y a Isabel de golpe, pidiéndoles mil gracias.
Cogí las cajas de mis cosas que mi madre había preparado (cualquiera diría que ella esta mas ilusionada de mi ida que yo misma) y las metí en el coche de Isabel, que la muy morruda tenia carnet y coche. La casa que Isa había elegido estaba muy céntrica y por fuera se veía que era un nuevo edificio muy reciente y bonita. Por dentro también era muy bonita. Era un apartamento pequeño, pero la verdad es que era bastante espacioso. Tenía la sala, cocina y comedor junta como cualquier apartamento y un precioso balcón con vista a un parque pequeñito. En una esquina de la sala habían tres puertas. Dos llevaban a nuestros nuevos cuartos y el otro al baño. Las paredes de la casa no hacían falta pintarlas, ya que los colores eran muy bonitos. Lo único que faltaba era llenarla de muebles y nuestras cosas. Mientras que desempaquetábamos las cajas y colocábamos las cosas, estuvimos hablando.
-Isa, ¿Recuerdas aquel chico con el que compartía habitación en el hospital?- la pregunte mientras que ponía los pocos libros que tenía en la estantería.
-Claro, cómo voy a olvidar un chico tan mono-reí a la vez que me desesperaba de lo pesada que era con los chicos.
-Pues ese chico tan mono se llama Rubén y le habían operado de un cáncer muy grave- ella abrió los ojos como platos- y dentro de un año morirá, el 12 de diciembre exactamente-Isa me interrumpió antes que me dejara seguir.
-¿Enserio que se va morir?-afirme con la cabeza- que fuerte tía.
-Cuando me entere le propuse para hacer 40 deseos que le gustaría cumplir antes de irse. A él simplemente le pareció una buena idea- dije mientras que sacaba de mi bolso las hojas con los deseos- aquí están los deseos y quiero ayudarle para que se cumplan- le pase las hojas para que las viera.
Después de vaciar algunas cajas nos tomamos un descanso y empezamos a ver Frank de la jungla en la tele. Mientras que Isa estaba tumbada en el sofá con los pies encima de mí y viendo la tele, yo estaba echándole otra ojeada a las hojas hasta que tuve una idea y le mande un mensaje a Rubén.
-"hola, he pensado en cumplir primero tu deseo de tener la firma de un famoso. Aprovechando que estas en el hospital, y los famosos suelen ir a visitar a los enfermos, he pensado que podríamos llamar a alguna para que haga una buena causa"- al segundo él me contesto.
-"pero esas causas son para niños pequeños y no para jóvenes de 19 años"
-"tienes razón. Pero por si acaso pregunta en la recepción si se puede hacer eso, mientras yo intentare contactar con algún famoso"
Con el móvil buscaba números de famosos y los llamaba, pero nadie me cogía nunca. Pensaba que iba a ser imposible. Mientras que yo estaba pensando en alguna manera de contactar con alguien Isa me interrumpió en mis pensamientos.
-Cris, ¿Sabes si tenemos algo para comer?- es verdad, se nos había olvidado comprar la comida.
-Viendo Frank de la jungla se nos ha debido de olvidar. Voy yo ahora a comprar algo, no tardo nada- dije mientras que me ponía los zapatos rápidamente y salía por la puerta.
En el supermercado compre lo necesario, es decir, leche y algunos cereales para desayunar, pastas y un poco de carne para comer y aparte algunas frutas y verduras. Después de pagar salí del supermercado y mientras que iba para casa me llego un mensaje. Era Rubén diciendo que en el hospital no se encargaban de eso y que era asunto suyo. Mientras que le escribía un mensaje diciendo que yo tampoco no había conseguido nada, me choque con alguien y se me cayeron las muletas al suelo. Pensaba que me había chocado contra una farola, pero me equivocaba, era un señor con gorro y gafas aunque por culpa mía las gafas se le habían caído. Después de recoger las muletas y las bolsas del suelo le pedí perdón. Pero un momento, ese chico me sonaba, era...
-Un momento, ¿Tú no eres Pablo Alboran?-afirmo con la cabeza mientras que se volvía a poner las gafas para que nadie más le reconociera- ¿me arias un favor muy grande?- aproveché el momento.
-Que sea rápido que tengo un poco de prisa-asentí tres veces con la cabeza.
-Claro, solo será un momento. El caso es que un amigo mío tiene cáncer y se va a morir, y yo le propuse que antes de que se muriera que hiciera una lista de deseos y en esa aparece la firma de un famoso ¿Me arias el gran favor de firmarle un autógrafo en persona?- dije suplicando. Estaba nerviosa por la respuesta que iba a decir.
- Como quieras, yo por gente que necesita ayuda hago lo que sea, dame la dirección de tu casa y mañana por la tarde paso.
Llegue a casa contentísima y cambie el mensaje que iba enviarle a Rubén antes del choque por el mensaje de" ya tenemos famoso".
Así cumplió su palabra Pablo Alboran el día siguiente mientras Isa, Rubén y yo esperábamos ansiosos apareció en mi nueva casa a las cuatro en punto. Cuando sonó el timbre Isa y yo peleamos por abrir la puerta. Pero al final, como no, gano Isa. Ella por los chicos mata. Después de hacer presentaciones, Pablo y Rubén se sentaron a hablar en el sofá. Pablo al igual que yo, se quedo alucinado de lo preparado que estaba Rubén para aquel momento que cada vez se acercaba más y menos miedo tenía. Rubén le contaba su historia desde el principio detalladamente mientras que Pablo escuchaba la historia concentradamente. Después de un buen rato de conversación se sacaron una foto y en un abrir y cerrar de ojos la imprimieron para poder firmarla y cumplir el primer deseo de Rubén. Con un simple adiós nos despedimos de pablo y tachamos el deseo que estaba en la hoja. Al tacharlo y cumplir su primer deseo sentí que podríamos cumplir todos ya que el principio siempre es difícil. El proyecto ya estaba en marcha, y ahora tenía que seguir preparando mas deseos para que Rubén pudiera cumplirlos.
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40 deseos que cumplir contigo
RomanceUna chica llamada Cristina tiene un accidente patinando. En el hospital de reposo conoce a su compañero de habitación. Cristina descubre que el chico tiene un año de vida por causa del cáncer. En una pequeña aventura con el chico cumplen 40 deseos a...