18 Capitulo

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Estábamos en la sala de espera esperando alguna noticia cuando llegaron Antonio y Rubén. Nos levantamos las tres a la vez cuando vimos que Antonio y Rubén habían llegado. Yo le mire a Rubén fijamente a los ojos, aún con las lágrimas en ella, y fui corriendo a darle un abrazo.

-¿Qué ha pasado?- pregunto preocupado Antonio.

-Diego ha tenido una pelea intentando defender a una chica a la que estaban intentando violar- dijo Sara.

La noche se izo larga y seguíamos sin tener noticias de Diego. Todos estábamos cansados y tristes. Y aún más lo estuvo la familia de Diego y de la chica, que por cierto, se llama Ángela.

-Hola- dijo un doctor que se acerco donde nos situábamos- todo ha salido perfectamente y vuestra hija está muy bien. Tiene 7 grapas en el pie izquierdo y tendrá que estar reposando aquí algunos días más, pero por lo demás está muy bien.

-¿Y Diego?- dijo su madre preocupada.

- Me temo que aún no ha despertado. Tiene un golpe muy fuerte en la cabeza y no sabemos cuándo va a despertar.

-Pero cuando despierte ¿estará bien no?- dijo Rubén

- No se sabe. Creemos que el golpe le puede afectar a la memoria

-¿Y qué significa eso?

-Que tiene setenta por ciento de posibilidades para haber olvidado gran parte de las cosas.

-Joder- Rubén se enfado y dio una fuerte patada a la pared

-Rubén tranquilo-dijo Antonio intentando tranquilizarlo al ver que Rubén se estaba poniendo muy furioso.

-Como voy a estar tranquilo sabiendo que he perdido a mi mejor amigo.

-Yo también lo he perdido y no me he puesto así

-Sí, pero tú no lo conocías desde pequeño-dijo Rubén levantando la voz

-A mi no grites he y tranquilo que estamos en un hospital

- ¡A mí nadie me manda a callar puto imbécil!

-¡¿Qué me has llamado?!- Isa le agarro de la mano echándole hacia atrás y diciendo que lo dejara.

-¡Puto imbécil! -Rubén se estaba pasando con Antonio y se tenía que tranquilizar un poco.

-Hijo de p...-Antonio se lanzo hacia Rubén a pegarle.

Rubén se defendió. Entre los dos empezó una pelea de golpes que no pude pararlo. Mal día llevaba ya, y lo último que necesitábamos era una pelea entre amigos. No pude evitar sostener las lágrimas. Intente separarlos pero me lleve un puñetazo de Rubén que me dejo tirada en el suelo llorando. Al final tuvieron que separarlos dos médicos. Me fui corriendo fuera del hospital llorando. Cuando Rubén fue consciente de que me había pegado, me siguió y me agarro de la mano impidiendo irme.

-Cristina espera...-quite su mano de encima

- ¡No me toques!-dije llorando

-Para por favor- me volvió a sujetar de la mano- y mírame a los ojos-dijo mientras que su mano pasaba por mi mejilla guiándome a sus preciosos ojos que ahora tanto los odiaba- lo siento mucho.

-Con eso no arreglas nada

-¿Y qué quieres que haga?

-Quiero que seas consciente de las cosas que haces. Te quedan tres meses y no me gusta que lo desaproveches de esa manera. Esto no es un juego, sabes. No puedes ir por ahí enfadándote con la gente cuando ellos lo único que quieren es ayudarte. Has perdido un amigo, y casi una novia.

- Tienes razón. No sé qué es lo que me ha pasado. Pero tengo la sensación de que todo está pasando muy rápido, y no tengo tiempo para parar a pensar las cosas. Soy un idiota

- No... no digas eso, porque no lo eres. Solo eres un ser humano normal y corriente que comete fallos. Pero tienes que aprender de ellos- nos abrazamos y todo se soluciono entre nosotros- prométeme que luego le iras a pedirle perdón

-Te lo prometo

40 deseos que cumplir contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora