Secuestrado [TERMINADA]

Capítulo 19: Cabos Sin Atar

Ginny le repitió por enésima vez a su hermano Fred que estaba bien, antes de salir de la tienda rumbo a los carruajes que les llevarían de vuelta al colegio. Sobra decir que su hermano no la creyó. No podía estar bien, con esa cara desencajada que tenía. Estaba claro que algo le había pasado pero, se dijo dejándola marchar con una sonrisa, tal vez él no era el más apropiado para escucharlo.

Ella le dijo adiós con la mano mientras entraba en uno de los primeros carruajes que emprendían la vuelta al colegio. No tenía ganas de permanecer ahí más tiempo y, además, quería llegar antes que los chicos para poder dejar las cosas sin que nadie se enterase. Demasiado mal se sentía para que su hermano o incluso el propio Harry la pillasen con la capa y el dichoso mapa en el bolsillo.

De pronto, justo antes de que el carruaje se pusiese en marcha, la puerta se abrió y entraron ellos, como invocados por sus pensamientos.

Ginny, algo nerviosa, inició una conversación con su hermano en la que Harry no participó. Mientras tanto Hermione se dedicaba a observar la temblorosa figura de su ojiverde amigo preguntándose qué habría estado haciendo.

Harry por su parte estaba ausente y ni siquiera se había dado cuenta de que Ron y Hermione le habían encontrado yendo hacia el carruaje y se habían subido con él. Mucho menos había visto que Ginny ya estaba dentro. Si no hubiera sido por ese niño y Hagrid llamándole...

Cuando llegaron al colegio Ginny fue la primera en salir disculpándose con ellos alegando tener algo de prisa. En su mente resonaban las palabras que Harry le dijo, el primer día de clases, y que de pronto parecía entender en su completo significado; pero esta vez no ha sido por ti... sino por mí. Han pasado algunas cosas que... algunas cosas en las que no quiero pensar en estos momentos.

Las recordaba tan claramente... en su día había pensado que el chico tal vez estaba asustado, o se sentía inseguro con respecto a tener una relación seria, o miles de cosas. Pero en la vida, ni en sus más retorcidos pensamientos, habría pensado que era porque no se sentía bien con las chicas.
Siempre había pensado que el problema era que no le atraía. Realmente la pequeña relación mantenida el año anterior no había sido nada demasiado profundo. Mientras pensaba en él y en su relación tanto con Cho como con ella, se dio cuenta de que nunca se había parado a pensar que tal vez elproblema no eran ellas, sino él.

De pronto soltó una risita, al sentirse extrañamente mucho más cercana a él de lo que nunca se había sentido -ni siquiera durante sus días de relación- pues, evidentemente, era la única que sabía aquello; sus nuevas preferencias. Era una especie de intimidad, mucho mayor a cualquier otra que hubiese tenido con él en ningún momento de su vida. No le molestaba en absoluto; aunque se sentía un poco mal en el sentido de que Harry no hubiese confiado lo suficiente en ella como para aclararle la situación. Decidió que algún día hablaría con él sobre eso. Aunque tendría que pensar en una forma de sacar el tema que no fuese "te he estado siguiendo y he visto a tu nueva conquista".

Estaba tan ensimismada que se había quedado parada en frente de la Dama Gorda, quien le reprendió algo molesta.
Sacudiendo la cabeza Ginny dijo la contraseña y entró con prisas, dándose cuenta de que en pocos minutos tal vez podría llegar alguno de los chicos.
Llegó como un rayo a la habitación de los de sexto y dejó rápidamente la capa en su sitio mientras un pequeño y viejo pergamino permanecía olvidado en su bolsillo, por culpa de los nervios; a punto de salirse.
Regresó a toda prisa al Gran Comedor, donde todos se disponían a comer, y se sentó como si nada al lado de Hermione después de respirar profundamente tres o cuatro veces para recuperar el aliento perdido tras la carrera.

Una vez sentada se dio cuenta de que no tenía hambre, y simplemente se dedicó a mirar ausentemente su ensalada mientras intentaba desenredar el lío de sentimientos que le había causado su pequeña escapada.