Capítulo 33: Un Patronus Compartido

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-Señor Rickman, por favor.

-No.

Pomfrey suspiró. No había podido convencerlo de salir de sus habitaciones privadas durante todo el día anterior. Y tras pasar una noche despierto, sentado en una silla al lado del dormido Harry, no parecía tener intención de moverse de ahí. A pesar de que ese día, al ser lunes, tenía clases.
Ron y Hermione también habían pasado ahí toda la tarde del domingo, pero llegada la noche ambos se fueron a dormir a la Sala Común y ella les hizo prometer que al día siguiente irían a clase. Era justo por esa promesa por lo que en esos momentos el único que estaba en su habitación, aun sosteniendo la mano de Harry, era Alan Rickman. A él no había logrado arrancarle ninguna promesa, claro que tampoco lo había intentado con mucho ahínco.

-No va a mejorar antes sólo porque usted esté aquí.

-Nunca había tardado tanto en reaccionar después de... -de pronto se quedó en silencio. Y Pomfrey no le presionó. Sabía que eso sólo podría traer como consecuencia el silencio total del chico. No había conseguido arrancarle una sola palabra durante todo el día anterior. No iba a conseguirlo ahora.

Sin embargo, creía que no le hacía bien, tampoco al chico nuevo, tirarse todo el día ahí. Incluso ella era capaz de sentir su desesperación, el dolor que sentía al ver a Harry ahí tumbado, sin reaccionar.
Realmente había vuelto en sí varias veces, tal vez dos o tres, durante el día anterior. Pero parecía estar delirando, no parecía ser consciente del lugar o la situación en la que estaba, pues no paraba de gemir un nombre, un nombre completamente fuera de lugar.

Aun recordaba la expresión de asombro en el rostro de Rickman cuando, la primera vez que Harry había abierto ligeramente los ojos, le había mirado unos segundos antes de susurrarSeverus... y volver a caer en la inconsciencia. O tal vez en el sueño.
Rickman se había levantado esperanzado al verle comenzar a reaccionar y estaba a punto de alcanzar su rostro con las manos cuando el chico había mencionado ese nombre. Alan se había quedado completamente paralizado. Durante milésimas de segundo nada había pasado. Entonces Alan había susurrado débilmente un suave, tranquilizador incluso, soy Alan, Harry. Tras esas palabras, había vuelto a sentarse, esperando.
Cuando había vuelto en sí la segunda vez parecía estar algo más presente, pues miró a su alrededor, fijándose en la enfermera y sonriéndole suavemente, antes de mirar a Alan. A él no le sonrió, simplemente le miró a los ojos fijamente. Los ojos de Alan vibraban con emoción al verle de nuevo consciente, y entonces Harry susurró suavemente gracias... Severus. Y, suspirando, volvió a dormirse.

-¿Quién es Severus? -susurró entonces Alan. Sabía que tenía que decir algo, lo que fuese. Aunque se tratase de una estupidez como esa. Miró a la enfermera y vio en ella una expresión entremezclada de recuerdos, dolor, amistad, decepción-. Tal vez debería venir... Harry parece que quiere...

-¡Oh cariño! -susurró la enfermera-. No puede venir.

-¿Por qué no puede venir? -preguntó él, sin saber muy bien por qué continuaba con esa conversación. En el fondo lo sabía, pero no quería admitir que era por curiosidad. Aunque lo cierto era que le interesaba bastante la opinión que tuviesen de él en el colegio. De su verdadera identidad.

-Porque... no puede venir y ya está, Rickman. Y ahora haga el favor de levantarse, darse una ducha, desayunar e ir a clase. ¡Es una orden! No pienso permitir que muera de hambre en mi propia habitación -al ver la indecisión en su rostro, suavizó el tono antes de añadir unas palabras-. Le prometo que si reaccionase, le llamaría. A usted, a la señorita Granger y al señor Weasley.

Pomfrey suspiró segundos después de hablar, cuando vio que Alan se ponía en pie y se dirigía, eso si, sin una palabra, a la salida. Abrió despacio la puerta y salió por ella, cerrándola después con el mismo cuidado. Durante todo el día, estuvo ella sola en el cuarto, con el chico y acompañada únicamente por sus propios pensamientos.
Esos que durante las últimas horas la habían estado persiguiendo. Asensio...

Secuestrado [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora