Harry todavía no había dejado de llorar cuando, de pronto, el cuerpo de Severus comenzó a temblar, casi más que el suyo propio. Primero casi imperceptiblemente, luego en constantes y visibles espasmos, no demasiado bruscos. Más bien parecía estar tiritando de frío. Pero Harry ni siquiera lo notó, aun a pesar de estar apretando con fuerza una de las manos del hombre. Porque no era capaz de notar nada, a parte de ese dolor punzante en su interior, nada a parte de ese vacío que se extendía por su Alma como un depredador sediento de él. Nada a parte de ese nudo de angustia y desesperación que se había instalado en su garganta, y que aun a pesar de estar derramando todas y cada una de sus lágrimas, no conseguía deshacer. Ni un poco siquiera.
No habría podido estimar el tiempo que pasó antes de que pudiese empezar a respirar algo más normalmente. Fue entonces cuando se dio cuenta de que todo ese tiempo, había estado respirando como si hubiese estado corriendo una prueba de velocidad. De que su corazón latía a más pulsaciones por minuto de las que jamás antes habían sido posibles. Tenía la piel de gallina y las mejillas irritadas por las lágrimas. Pero lo que más le dolía era una parte de su pecho, por debajo de su cuello, ladeada hacia la izquierda. El lugar donde su corazón hecho pedazos latía desesperado, como si pretendiese explotar sólo para no tener que sufrir más.
No queriendo analizar el significado de todo eso, Harry suspiró y se concentró en Severus. Porque sabía que era lo que debía hacer si quería tener una mínima posibilidad de seguir viviendo. Sabía que su propio cuerpo no iba a soportar muchos más minutos de aquella desesperación sin sufrir las graves consecuencias que pudiese acarrearle. No estaba seguro de que aquello no fuese lo mejor: caer inconsciente, incluso sufrir un ataque, morirse si hacía falta. Cualquier cosa era mejor que aquel dolor inhumano, que aquellasoledad. Sí, soledad. Harry nunca hasta ese momento se había dado cuenta de lo imprescindible que para él era su magia, sentirla acariciándole, sanando sus heridas. Y ahora lo hacía, se daba cuenta de todo el cuidado y el mimo que ella le había dado durante todo ese tiempo, porque la sentía atacándole, dolorosa, a las partes más sensibles de su interior. La sentía morir poco a poco, y sentía que quería llevarle con él. Y Harry, en ese momento, sólo pudo pensar que no quería morir sin antes haber visto los ojos de Severus una vez más. Por supuesto no pensó que no quisiese morir, puesto que en realidad estaba prácticamente seguro de que lo único que le había mantenido con vida hasta ese momento habían sido sus ganas de morirse, o en caso extremo un ángel oscuro velando por él, o incluso su cabezonería simplemente. Pero desde luego, no sus ganas de seguirviviendo. Si es que a lo que había estado haciendo hasta entonces podía llamársele vivir, claro.
Suspiró y negó con rapidez varias veces con la cabeza, como intentando sacudirla y que esos pensamientos cayesen al suelo debido a la inestabilidad. Entonces miró el rostro pálido y sudoroso del hombre que en ese momento ocupaba la habitación con él y soltó finalmente su mano del mayor sólo para incorporarse lo necesario para poder rodearle con los brazos. No supo cómo, pero fue capaz de alzarle desde el suelo, y llevarle en brazos hasta la cama, donde le depositó con todo el cuidado que fue capaz de reunir, intentando evitar que sus piernas perdiesen la poca fuerza que les quedaba al cargar sobre ellas una excesiva cantidad de peso.
Le tapó con las sábanas y la colcha esperando que éstas le ayudasen a conservar el calor, a no dejarlo escapar. Y entonces pensó que él estaba dejando escapar de sí mismo mucho más que el calor que intentaba que no huyese del cuerpo de Severus. Mucho más que calor. Estaba dejando escapar, literalmente, toda su Alma. Y tal vez algo más peligroso incluso: sus ganas de vivir. Poco a poco se escurrían hacia el suelo, huyendo del vacío reinante en su interior.
Intentando dejar de pensar en eso, volvió la vista atrás, hacia el lugar donde Severus se había desplomado, y no pudo evitar dirigirse hacia allí y agacharse a recogerla, como había recogido al hombre. Una punzada de dolor le atravesó al saberla completamente irreparable, irremplazable, irrecuperable. La había perdido. Y con ella había perdido mucho más que una varita, mucho más que un instrumento: había perdido una parte de sí mismo.
Y sin embargo si lo pensaba un poco con objetividad, cosa difícil de cualquier manera, sentía que debía haberlo hecho mucho antes, muchísimo antes. ¿Acaso su varita valía el sufrimiento de Severus? ¿Valía acaso un mísero gemido de ese hombre? No podía dejar de pensar que Severus lo había dado todo por él, se había arriesgado por él innumerables veces, había renunciado al lado de la luz por su seguridad, había cuidado de él durante todo ese año... incluso había consentido en besarle sólo porque él se lo había pedido. Y sin embargo, ¿qué había hecho él? Simplemente quedarse mirando cómo la maldición le golpeaba. Mirar su dolor teniendo en sus manos la forma de detenerlo.
ESTÁS LEYENDO
Secuestrado [TERMINADA]
FanficLa historia Secuestrado, no es mia sino del escritor/escritora Stiby de slasheaven.com, los derechos de autor son de el/ella, yo solamente la estoy compartiendo para ustede, sin mas esperó que les guste. (Deseo con todo mi corazon que wattpad no la...