Ɑʍօɾ RҽɑƖ || Romanogers AU

25.

— ¿Declararlo muerto?

James preguntó furioso; llevaban toda la mañana y tarde buscando el paradero de Steve sin tener éxito; poco a poco las esperanzas se esfumaban.

— James — Sam trató de acercarse a su amigo quien sin cansancio se adentraba al río — estaba herido.

— ¡ERES UN COBARDE SAM! ¿TAN FACIL TE RINDES? No pueden declararlo muerto, él esta vivo

Sam apretó sus nudillos, él también estaba desesperado, pero los testimonios del chófer lo hacian perder la cabeza.

•

Natasha despertó sintiendo su respiración agitada, sintió una mano postrarse en su hombro, sonrió al imaginar que era Steve y que tan sólo había tenido una pesadilla.

— Nattie...

La voz de Yelena la hizo sobresaltarse y girar su mirada, su hermana le sonrió levemente, poco a poco comenzó a darse cuenta que no era una pesadilla.

Natasha se arrojó a los brazos de su hermana quien la consolaba con el corazón roto al verla mal; Clint se unió a ellas en un abrazo grupal.

— Tranquila bonita, él va a regresar —  Clint limpió las lágrimas de su hermana quién terminó por acurrucarse en sus brazos.

— Tengo miedo Clint, si él está muerto, yo me quiero morir también.

— No bonita, no digas eso, Nat — Clint suspiró tomando con sus manos las mejillas de su hermana — todo estará bien, piensa en tu bebé, necesitas estar tranquila.

La mujer sollozó triste mientras sus hermanos la consolaban.

Melina e Iván llegaron al anochecer cuando los empleados y parte de la milicia del pueblo regresaban de la búsqueda de Steve sin tener éxito, desafortunadamente sólo encontraron el saco del hombre visiblemente dañado por varios disparos y rastros de sangre.

Natasha sostenía en sus manos una taza de té, pero al ver a San y a Janes entrar a la casa corrió hacía ellos seguida de sus hermanos, James la abrazó rompiendose en mil pedazos.

— Lo lamento Natasha, no lo encontramos.

Natasha soltó un grito desgarrador tumbandose en el suelo siendo auxiliada por James y por Clint, los demás presentes sollozaban y miraban angustiados a la mujer quien parecía no tener consuelo.

— ¡Deben buscarlo bien!

— Murió Nat, su cuerpo quizá fue arrastrado por el río o devorado...

— ¡Papá! — Clint calló a su padre quien alzó las manos en silencio.

— Daré aviso al alcalde y a Margaret.

Sam decidió salir de la sala donde los presentes consolaban a la joven viuda, Yelena salió de la habitación escabullendose al jardín donde rompió el llanto, no soportaba ver a su hermana sufrir de aquella manera, Laurie salió a su encuentro acurrucandola en sus brazos, consolandola.

— Esto es una tragedia....

Yelena se sostenía de su amante quien acariciaba su cabeza con mimo, trataba de tranquilizarla.